Esperaba con ganas esta película, cuyo proyecto llevaba ya varios años dando tumbos por las oficinas de Hollywood. Y es que me gustó mucho la novela de Scott Card cuando la leí hace unos años, y tenía ganas y a la vez y como siempre cuando hay una adaptación por medio, miedo de ver qué hacían con ella.
El Juego de Ender está dirigida por Gavin Hood, director cuyo último trabajo para el cine fue la película X-Men Orígenes: Lobezno, que tuvo una acogida bastante fría por el público. El propio Hood se ha encargado también del guión, y he de reconocer que el trailer que vi en su momento me dio bastante mala espina, por la manera en que presentaban la historia.
Ésta nos sitúa en el futuro, años después de que la humanidad sobreviviera al ataque de unos alienígenas que bautizaron como insectores. En este nuevo orden, con una humanidad preocupada por un posible nuevo ataque de los insectores, nace Ender Wiggins, un chico que demuestra un gran talento e inteligencia, y que es reclutado por los militares para preparar un ataque contra los alienígenas.
Afortunadamente, este es uno de esos casos donde a pesar del miedo por el resultado, éste ha acabado siendo bastante decente, en mi opinión. La película es mejorable en algunos puntos, pero en líneas generales creo que refleja bastante bien algunos planteamientos de gran interés del libro.
Y es que uno de los temas de más interés de El Juego de Ender, y que lo diferencia de otras películas de invasiones como pueder ser Independence Day, es que Card nos presente diversos temas de gran calado. Hay una invasión alienígena sí, pero el siguiente paso es un intento de respuesta que se podría calificar de preventiva por parte de de los seres humanos. ¿Y si todo fue un error? ¿No hay posibilidad de un diálogo? De hecho, ¿puede llegar a ser posible dicho diálogo entre dos especies tan diferentes? ¿Hay que intentarlo al menos? Estas preguntas están presentes en la película, y le hacen a uno plantearse un par de cosas al respecto.
Además, tampoco hay que olvidar que Ender es un niño, al que se le ha robado la infancia normal que puede tener cualquier niño de su edad. La humanidad recurre a ellos porque los niños tienen la inventiva de la que carecen los adultos, que generalmente se dejan llevar más por unos métodos más estructurados. Y con esta imaginación creen que pueden desarrollar tácticas que sorprendan a un enemigo mucho más poderoso en número.
Ahí es donde entra Ender y el resto de niños de la Academia. Niños soldado, por tanto. ¿Es admisible usar a niños para la guerra? Evidentemente no. ¿Y si el futuro de la humanidad está en juego y esto pudiera salvarnos? Este es otro punto que se trata de manera importante en la película, fundamentalmente gracias a los diálogos entre los personajes de Gwen Anderson (Viola Davis) y Graff (Harrison Ford).
Estos son los dos puntos clave de la historia, aunque el desarrollo de Ender en la Academia no tiene ningún desperdicio, teniéndose que enfrentar a la envidia de otros compañeros, así como a la forja de amistades. Como un instituto normal, solo que mucho más salvaje todo. Esta parte creo que sí se resiente un tanto, aquí habrían venido bien más minutos para ver cómo evoluciona la relación de Ender con sus compañeros, puesto que al final me dio la sensación de que todo ocurre demasiado rápido.
Y la verdad es que hay material de sobra para tratar esta parte con más detenimiento sin sobrecargar mucho la duración de la película, ya que está por debajo de las dos horas. Evidentemente en el libro todo sucede con mucho más detalle, y la participación de los hermanos de Ender tienen más peso que aquí, que están relegados a apariciones muy puntuales. Es cierto que me hubiera gustado algo más de desarrollo y pausa en algunos puntos para desarrollar mejor algunos detalles de la personalidad de Ender y su evolución, pero tampoco me parece que el resultado se resienta demasiado.
Por lo demás, la película funciona bastante bien. A nivel técnico no tengo reproches, los efectos están bien ejecutados (me gustó bastante la cámara de entrenamiento) y la ambientación me pareció también bastante correcta. Los personajes son bastante carismáticos y las actuaciones acompañan, están todos bastante bien. Y la acción tiene un ritmo bastante bueno, no decae mucho y siempre van pasando cosas que van construyendo poco a poco la historia, hasta su culminación final. Eso sí, el final me parece un tanto anticlimático, ya que después de cierto momento, la trama se extiende bastante más de lo que creo que pide la historia.
Creo que la adaptación de El Juego de Ender, en definitiva, es una película bastante aceptable y entretenida, muy interesante para los amantes de la ciencia-ficción, e incluso para aquellos que no han visto mucho, ya que más allá de plantearnos un futuro con una determinada tecnología, nos plantea cuestiones más que interesantes. Que a fin de cuentas, es uno de los objetivos de la ciencia-ficción.