Nueva temporada del profesor suicida, y al igual que en las anteriores, uno se puede esperar exactamente lo mismo: más capítulos alocados, más crítica social y más surrealismo visual.
Sin embargo, no sé si porque la serie no parece avanzar hacia ningún lado o qué, esta temporada ya me ha resultado menos graciosa que las anteriores. Igual es que ya me he acostumbrado a su sentido del humor y no me resulta tan sorprendente y fresca, o igual es que los contenidos de los distintos episodios no me parecían tan interesantes.
Me parece que en esta temporada hay algunos momentos en los que prima más el delirio visual y la absoluta ida de cabeza del argumento que la propia crítica, lo que no me terminó de gustar demasiado. La serie deriva hacia un delirio imaginario que no tiene luego relación con la vida real de los protagonistas.
Los personajes se encuentran igual que en la temporada anterior, y no hay nuevas incursiones, lo que siempre resultaba refrescante. Es más, creo que lo mejor de esta serie vino cuando fue presentando paulatinamente a todos los personajes, dedicando un episodio a cada uno, y luego las primeras interacciones en clase. Es decir, la primera temporada. La segunda también me gustó bastante, pero las OVAs que vinieron a continuación (Goku Sayonara..., que no reseñé aquí) ya no me hicieron tanta gracia, y esta tercera temporada ha seguido el mismo camino.
Tenemos en definitiva 13 episodios más de esta saga que sigue criticando a la sociedad japonesa, sin tregua, y que muestra un trabajo técnico más que bueno por parte del estudio Shaft, pero que le puede pesar un poco la sensación de estar viendo una y otra vez lo mismo, si el tema que se critica no es especialmente interesante. No obstante y viendo lo que se ha estado estrenando este año, no es una mala opción.
Sin embargo, no sé si porque la serie no parece avanzar hacia ningún lado o qué, esta temporada ya me ha resultado menos graciosa que las anteriores. Igual es que ya me he acostumbrado a su sentido del humor y no me resulta tan sorprendente y fresca, o igual es que los contenidos de los distintos episodios no me parecían tan interesantes.
Me parece que en esta temporada hay algunos momentos en los que prima más el delirio visual y la absoluta ida de cabeza del argumento que la propia crítica, lo que no me terminó de gustar demasiado. La serie deriva hacia un delirio imaginario que no tiene luego relación con la vida real de los protagonistas.
Los personajes se encuentran igual que en la temporada anterior, y no hay nuevas incursiones, lo que siempre resultaba refrescante. Es más, creo que lo mejor de esta serie vino cuando fue presentando paulatinamente a todos los personajes, dedicando un episodio a cada uno, y luego las primeras interacciones en clase. Es decir, la primera temporada. La segunda también me gustó bastante, pero las OVAs que vinieron a continuación (Goku Sayonara..., que no reseñé aquí) ya no me hicieron tanta gracia, y esta tercera temporada ha seguido el mismo camino.
Tenemos en definitiva 13 episodios más de esta saga que sigue criticando a la sociedad japonesa, sin tregua, y que muestra un trabajo técnico más que bueno por parte del estudio Shaft, pero que le puede pesar un poco la sensación de estar viendo una y otra vez lo mismo, si el tema que se critica no es especialmente interesante. No obstante y viendo lo que se ha estado estrenando este año, no es una mala opción.
0 anotaciones:
Publicar un comentario