Otra película más cerca de completar la filmografía de Darren Anorofsky. Esta fue la que dirigió a continuación de La Fuente de la Vida, una de mis películas favoritas, y que se estrenó allá por 2008, por lo que la he visto con cierto retraso. En este caso el guión no es suyo, sino de Robert Siegel, siendo esta su segunda película y por la repercusión, la más importante.
La historia gira en torno a la vida en plena madurez de Randy Robinson, un luchador profesional que tuvo cierto éxito hace algunos años y que ahora vive de las peleas que tiene en circuitos menos glamourosos. Sin embargo la edad empieza a pasar factura y Randy se da cuenta que igual tendría que cambiar de vida; el problema es que no sabe hacer otra cosa y no tiene familia salvo la hija que abandonó.
El Luchador es una muy buena película. Tiene todos los ingredientes dramáticos que tanto gustan a los críticos: un protagonista carismático interpretado de manera magistral por Mickey Rourke en un papel que le encaja como un guante, una historia de superación personal y lucha ante la vida, y un apartado técnico notable, donde en este caso Aronofsky deja los excesos visuales de La Fuente de la Vida o Requiem por un Sueño y se centra en algo mucho más convencional, más clásico.
Tenemos por tanto todos los ingredientes necesarios, pero a diferencia de otras producciones construidas desde esta base y con el objetivo de ganar estatuillas, hay que reconocer que el producto final es de calidad. Y creo que lo es en una gran parte gracias a sus personajes principales. Esta es una película de personajes, donde se nos refleja una parte muy gris y sucia de la sociedad: cuadriláteros de bajo nivel, drogas, abandono familiar, venderse por unos pocos dólares... Se nos muestra aquí la cara menos amable de la vida, y a unos personajes que tienen que pelear cada día por seguir adelante. La película se llama El Luchador, pero en realidad todos los protagonistas, dentro de la aparentemente patética vida que llevan, pelean hasta el final por sacar adelante un nuevo día, todos son luchadores en uno u otro sentido.
Los personajes principales están muy bien construidos e interpretados, especialmente el de Mickey Rourke. En esta película el actor está sensacional, dotando de gran carisma y personalidad a su Randy "The Ram", un luchador ya entrado en años que va viendo cómo el tiempo se le echa encima y le puede quitar la única cosa que sabe hacer en su vida: combatir en un ring. Randy es el tipo de personaje que guarda todos los recortes de periódicos de épocas pasadas donde se habla de él, que acude a esas convenciones de viajas glorias para cobrar unos dólares por firmar unos pocos autógrafos, y que juega partidas a la NES al videojuego en el que él era uno de los personajes.
Randy se refugia sentimentalmente en Cassidy (Marisa Tomei), una prostituta que también está experimentando el mismo problema que Randy. Ambos van sufriendo en sus carnes cómo el mundo les está reemplazando por gente más joven en sus respectivos trabajos y cómo se van viendo solos, puesto que sentimentalmente han fracasado en su vida. Marisa Tomei también nos proporciona una muy buena interpretación aquí, aportando la sensualidad, agobio y tesón necesario de su personaje. La otra protagonista principal de la película sería Stephanie, la hija de Randy, interpretada por Evan Rachel Wood de manera muy correcta también.
Esta es una película poco amable, donde nos hundimos poco a poco en la miseria que rodea la vida de estos considerados perdedores. Hay una buena multitud de escenas que retratan esta caída a los infiernos, donde vemos a los personajes tomar elecciones que nosotros consideraríamos erróneas, tanto profesionales como personales, y donde vivimos, en parte al igual que ellos, con la esperanza de que mañana será un nuevo día y quizá las cosas puedan ir arreglándose.
No hay que olvidar otro de los temas centrales de la película, la soledad, ya que nuestros dos protagonistas han sufrido en su vida personal las consecuencias de sus errores, y ahora, en una etapa de su vida donde se agradecería algo de apoyo, se encuentran en la más absoluta soledad. Randy y Cassidy conectan a raíz de este sentimiento, es el motor que les lleva a empezar a compartir su tiempo, aunque sea de una forma un tanto peculiar, y es de agradecer que no se ponga a los protagonistas como víctimas de la sociedad, lo que sería un planteamiento más fácil: ellos mismos reconocen que están donde están porque se lo han buscado con sus meteduras de pata. Decía al principio que es una película al gusto de la crítica de la Academia, aunque esta no es sin embargo una película de héroes humanos, aquí todo consiste en luchar como sea para seguir viviendo e intentar poner un poco en orden el desaguisado que es la vida.
A nivel técnico no hay nada que reprochar. Aronofsky aparcó la imaginería visual y sus recursos narrativos de otras cintas y se aproximó a la historia con un tono más clásico y que le dio buen resultado. Tiene una duración ajustada (menos de dos horas) y durante todo el metraje vamos construyendo el retrato de los personajes mediante pequeñas escenas que hace un gran todo, mediante sus diálogos o sus silencios.
El Luchador nos dibuja un retrato muy amargo y realista de la soledad y el paso del tiempo, de la pérdida y las elecciones. No es una película amable dada la situación que viven los personajes, pero es una muy buena película y muy recomendable para una tarde de cine.
Pues fíjate que es un tema en sí, el de luchador profesional/boxeador de exíto venido a menos, que no me llama demasiado y que me parece incluso, recurrente dentro del cine. Eso o que justo he visto las películas de ese tipo por casualidad.
ResponderEliminarPero igual que no se puede juzgar a un libro por la portada, una trama aparente no es todo lo que tiene que ofrecer una película.
Por lo que leo los actores son buenos, y los temas que trata están muy bien desarrollados. Tendré que buscar el momento lo suficientemente masoquista para ponerme con un drama pero siendo además de una duración aceptable definitivamente me la apunto.
Besos
Sí, es un tema que se ha tratado hasta la saciedad, es la típica película preparada para ganar premios. Pero esta está bastante bien, a mi por lo menos me gustó mucho.
EliminarMickey Rourke hace un papelón, y Marisa Tomei no se queda atrás. Eso sí, ver una peli sobre "perdedores", gente que mete la pata constantemente, que habla de la soledad y del paso del tiempo... hay que ponerse a saber lo que uno va a ver xD
Ya me dirás si la ves al final :-)
Besos!
Hace tiempo que ví esta peli y me gustó mucho la verdad. Y no puedo estar más de acuerdo en tu opinión sobre ella en todos los aspectos ^__^
ResponderEliminarUn cordial saludo y muy Felices Fiestas, Raistlin (espero pronto la reseña sobre tus primeras impresiones sobre "Fábulas"... jiji)
Felices Fiestas Fawn! Haré lo que pueda, a ver si me pongo con los cómics pronto, que se me está acumulando una buena pila de lectura, jejeje.
EliminarUn saludo!