Animal Kingdom trata sobre Joshua, cuya madre muere tras una sobredosis. Su abuela se hace cargo del muchacho, pero los problemas de Joshua no hacen más que empezar, puesto que su abuela es la matriarca de un clan dedicado al tráfico de drogas en Melbourne, donde sus hijos (los tíos del chico) son los que se dedican a tan lucrativa y peligrosa actividad. Recientemente la policía ha endurecido su postura y los vigila de cerca, y Joshua se verá envuelto en una espiral de violencia difícil de evitar.
La película comienza con un plano del chico y su madre, tras fallecer esta por la sobredosis. Duro comienzo que prepara para lo que será la película, llena de dureza, violencia y situaciones de tensión en la que se ve envuelto el protagonista. Aunque Joshua es un chico tranquilo y preferiría evitar mezclarse demasiado con este ambiente, tampoco puede negar las peticiones de ayuda que le hacen sus tíos y su abuela, quizá agobiado por saber que precisamente ella se está haciendo cargo de él.
En la película todo se va complicando poco a poco, con la aparición de la policía y el endurecimiento de la postura que siguen con la familia, puesto que los conocen, sospechan de ellos y están esperando la oportunidad para ir a por ellos. El guión construye bien las situaciones de tensión, consiguiendo un buen efecto de crispación creciente y agobio, especialmente por la preocupación de cómo puede afectar todo al chico.
Este sin embargo no ayuda mucho, ya que no encontré la actuación de James Frecheville bastante inspirada, resultado bastante monótono y con casi nula capacidad para transmitir cualquier cosa, no sé si como requisito del personaje o por la propia capacidad del actor. En cualquier caso aporta un toque muy gris al personaje de Joshua, cuyas emociones y angustia podría haber dado mucho más de sí a nivel interpretativo. En el otro extremo se encuentra Ben Mendelsohn, que interpreta a uno de los tíos de Joshua, el más duro y el que toma las riendas de la familia. Sin aportar la presencia física más intimidante, su actuación consigue transmitir una continua sensación de mal rollo y peligro constante.
Hay que destacar también el papel de Guy Pearce (al que conocemos fundamentalmente por Memento), en el paper de policía que intenta atraer a Joshua a su bando desde el principio, ofreciéndole una salida a su delicada situación. La espiral de violencia en la que se sumerge la película y las decisiones de Joshua son el motor de una cinta que refleja una lucha encarnizada por el control del territorio, la versión humana del reino animal, donde el más fuerte es el que se encarga de gobernar. La dinámica de la familia está bastante lograda, pero la trama avanza de
forma irregular, y hay momentos en los que el ritmo decae
considerablemente, afectando al conjunto de la película, que a pesar de
todo no llega a las dos horas de duración.
Al final la sensación global es de irregularidad, con buenos elementos de suspense insertados bastante bien en la trama, y otros donde la película se hace más pesada de seguir de lo que es deseable. Resulta un thriller decente y con buenos elementos, pero que cojea a nivel de ritmo en ciertos momentos y en la interpretación del protagonista. Decente pero no memorable, por lo que pasará al cajón de las películas vistas que no serán recordadas por ser especialmente buenas o malas.
Te espera un premiecito chorras en mi bloooog: http://arribalamusarana.blogspot.com/2012/03/despistada-de-nacimiento.html
ResponderEliminar(^__^)
Pues muchas gracias por acordarte de un servidor, jeje :)
ResponderEliminarMe lo apunto para responder en breve.