
A estas alturas me parece un poco innecesario hacer la habitual introducción a la serie, con su número de tomos, su autor, etc. Quien más, quien menos, conoce, ya sea de primera mano o por referencias, esta serie.
Debo decir que ha cumplido en gran parte mis espectativas, aunque no por completo. Quizá me esperaba un poco más después de tanto comentario tan positivo, pero también hay que decir que me ha gustado mucho.
Adachi muestra un dibujo sencillo, tanto en el diseño de personajes como en general en el resto de viñetas; quizá su punto fuerte no sea el dibujo, pero desde luego sí que consigue atrapar rápidamente la atención con sus personajes.
La historia que gira en torno al béisbol de los dos hermanos gemelos y la amiga de la infancia comienza siendo interesante prácticamente desde el primer capítulo. La personalidad de todos los personajes queda muy bien retratada, y desde luego debo descubrirme ante uno de los giros más arriesgados que haya leído en un shônen; seguro que casi todos sabéis de lo que hablo. Hasta ahí, y algunas decenas de capítulos posteriores a ese suceso, marcan una trayectoria sobresaliente.
Pero llega un punto, pasada la mitad de serie, en la que la serie no me estaba gustando tanto como antes, todo me parecía un poco más aburrido; en parte se debe a la aparición y al peso que se le da a ciertos personajes, cuyas tramas no me terminaron de decir mucho. Como por ejemplo, el entrenador y la nueva mánager. Esto lo noté fundamentalmente en la parte de la historia que se podría llamar de transición hasta la saga final, donde volvió a recuperar un ritmo que me gustaba más.

Aparte de eso, el otro defecto que le achaco no es propio de la historia, sino que es un detalle del autor: la manía por dibujarse en el manga y hacerse referencia a sí mismo o a la serie. Es un detalle que no me pega con el tono de la obra, personalmente.
Por lo demás, una serie bastante buena, con un desarrollo de personajes muy interesante, con sus puntos tiernos, divertidos y emocionantes a partes iguales. Una serie complicada de catalogar, por todos los temas que abarca, haciéndolo de una forma más que aceptable. Que nadie se eche para atrás por el tema del béisbol, no es más que el vehículo conductor de una estupenda historia.

Aparte de eso, el otro defecto que le achaco no es propio de la historia, sino que es un detalle del autor: la manía por dibujarse en el manga y hacerse referencia a sí mismo o a la serie. Es un detalle que no me pega con el tono de la obra, personalmente.
Por lo demás, una serie bastante buena, con un desarrollo de personajes muy interesante, con sus puntos tiernos, divertidos y emocionantes a partes iguales. Una serie complicada de catalogar, por todos los temas que abarca, haciéndolo de una forma más que aceptable. Que nadie se eche para atrás por el tema del béisbol, no es más que el vehículo conductor de una estupenda historia.