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domingo, 30 de diciembre de 2012

Repaso al 2012 y Nuevos Retos para 2013

Toca la tradicional entrada anual para valorar cómo ha ido el año en las distintas temáticas que abarca este pequeño rincón de internet. En líneas generales estoy bastante contento con el ritmo de publicaciones, este año se han publicado 84 entradas (contando esta), lo que supone superar las publicaciones de los últimos cuatro años. Especialmente motivador ha sido superar las publicaciones de 2008, cuando el blog era ya de reseñas una vez abandonadas las secciones de noticias. 

Vamos con las distintas temáticas.

Cine
El cine ha cobrado un peso importantísimo este año en el blog, por una parte debido a su propia naturaleza: una película es una reseña, mientras que las series de TV o anime requieren ver muchos episodios y por tanto la frecuencia de reseñas es menor; pero también debido al reto que me puse a finales de 2011 de ver 52 películas en el año. Me alegra decir que este reto se ha cumplido, y lo he culminado además con la primera entrega de El Hobbit, lo que le añade cierta componente sentimental.



En lo que respecta a la calidad de mi año cinéfilo, he de decir que no ha estado mal. Ha sido variado, he alternado temáticas, directores y distintas épocas, por lo que he visto un poco de todo. En este año he podido ver la última película del gran Makoto Shinkai, Children who Chase Lost Voices from Deep Below, una sorprendente propuesta de ciencia-ficción española, Eva, clásicos del cine como Metropolis, Alien o El Moderno Sherlock Holmes, el para mi brillante corto de animación Kara o genialidades dentro de la ciencia-ficción como Los Vengadores u Origen. Ninguna de ellas pasará a mi top personal, aunque hay algunas que se han quedado muy cerca, como Origen, y siempre será recordado este año por ser el del retorno cinematográfico a la Tierra Media, algo que simplemente no se puede encasillar dentro de mi top personal de lo especial que es.

También ha tenido su parte decepcionante, especialmente Fanny y Alexander o la española Buried, pero en general he quedado muy satisfecho con las películas que he visto este año, y además he ampliado un poco los horizontes con la sección El Baúl Mohoso o el próximo ciclo de cine Miradas de Oriente que comenzará en enero.

¿Cuál ha sido la mejor película que habéis visto este año? Dadme ideas para 2013 :-)



Manga y Anime
Creo que el año de manga y anime tampoco ha estado nada mal, o al menos así parece indicar el número de reseñas. Especialmente el de anime, y eso que me he perdido toda la temporada de otoño. Este año creo que hemos visto producciones muy interesantes y de muy buena calidad. Tenemos por un lado a una buena serie de misterio, aun con sus trampas, como es AnotherSakamichi no Apollon, la última serie de Shinichiro Watanabe, el director de la maravilla que es Cowboy Bebop, contando en este caso una historia de amor y amistad con el jazz como fondo; o la tremendamente entretenida, carismática y divertida Chihayafuru, para mi el mejor estreno del año, teniendo en cuenta que no he visto ninguno de otoño.



Pero en cuento a series anime en general, este ha sido el año que por fin he visto Gurren Lagann. Y he de decir que he disfrutado enormemente con esta serie y ha pasado desde que la terminé a ser una de mis favoritas. Es una de esas historias con la que conectas especialmente y que solo encuentras cada ciertos años, aunque es una serie muy peculiar y que requiere entrar en su juego. Pura épica.



En cuanto a manga, pocas series concluidas, de hecho únicamente El Gran Catsby. El resto siguen abiertas y lo más reseñable parece haber llegado al capítulo 1000 de Hajime no Ippo, que se dice pronto... Sigo con One Piece, Genshiken y Sket Dance, que me siguen gustando mucho, y he empezado algunas más como Ansatsu Kyoushitsu, o Yamada-kun to 7-nin no Majo, que están entretenidas, pero en lo que respecta a ritmo japonés poco más. A ritmo español he avanzado bastante con la compra de series como One Piece, y estoy consiguiendo mantener al día o cerrar casi todo el resto de colecciones que tenía abiertas.

¿Qué me recomendáis de manga y anime? ¿Cuál ha sido la serie que más os ha sorprendido y gustado del año pasado? Tengo una amplia experiencia en perderme las que luego son consideradas las mejores series del año, así que soy todo ojos para leer.

Series de Televisión
Este año he completado pocas series de televisión, únicamente la decepcionante Freaks and Geeks o la más que interesante Black Mirror. Aparte de eso tengo que retomar aquellas que sigo a ritmo americano, es decir: The Big Bang Theory, Fringe, Modern Family y Cómo Conocí a Vuestra Madre. Muchas series empezadas y pocas concluidas, eso tiene que cambiar.


Imagen de Firefly Overdose.

Así, me he propuesto ir viendo más series atrasadas, y así estoy terminando de ver ahora la mítica Firefly y he comenzado y me pondré en serio en cuanto acabe la anterior con Doctor Who, y no serán las únicas, espero. Me falta más actividad en este sentido, pero la vida ya no me da para más.

Libros
Los libros siguen siendo mi gran asignatura pendiente. He de reconocer que aunque me encanta leer, cuando llego a casa me cuesta mucho ponerme, y el poco rato que le dedico, antes de dormir, no da para avanzar mucho. Así, he fallado miserablemente en cumplir el reto de 12 libros para 2012, con un total de... 4. Como soy muy cabezota lo volveré a intentar durante 2013.

De los 4 que he leído tengo mitad y mitad, más o menos. Dos de ellos me gustaron bastante (La Física de los Superhéroes y Surely You're Joking Mr. Feynman!), y uno de ellos me resultó decepcionante (Neuromante).

He ido apuntando varias de vuestras recomendaciones literarias, pero si tenéis alguna que creáis que deba leer sí o sí durante 2013, ¡hacédmelo saber!

Juegos
Pocos, muy pocos, pero algo es algo. Limbo, Runaway 2 y Portal fueron terminados durante 2012, e hice mis pinitos al Slender, entre infarto e infarto. Muy poco impresionante, pero después de una gran temporada de sequía vamos pillando ritmo. Los juegos son los gran damnificados de mi tiempo libre junto a los libros, aunque mi cuenta en Steam parece no estar de acuerdo con eso... al menos en títulos en la biblioteca. Y de los que he jugado he disfrutado enormemente tanto al Limbo como al Portal, así que no me quejo.



Retos del 2012

  • Retomar más series manga: ponerme al día con series que paré y empezar nuevas.
    • Conseguido en gran parte, me he puesto al día con todas las series que tenía paradas y he comenzado un par de ellas nuevas a ritmo japonés, además de probar y comprar otras en su edición física española.
  • Empezar a leer cómic europeo, o historias más allá del manga y superhéroes, de manera más regular.
    • Fallado, aunque compré y leí los cómics de Juego de Tronos y tengo los dos primeros números de Fábulas esperando así como toda la colección de Astérix, pero no he leído lo que esperaba.
  • Ver una película por semana para llegar a las 52 en un año.
    • Conseguido, 52 películas vistas durante 2012.
  • Ponerme al día con varias series de televisión que tengo paradas (House, Padre de Familia, Ed,...)
    • Fallado, no me he puesto al día con ninguna.
  • Leer 12 libros durante 2012.
    • Fallado de forma horrorosa, con 4 libros.
  • Retomar los juegos de ordenador
    • Conseguido, tres juegos terminados durante el año pasado. Para haberlo retomado en este año, me doy por satisfecho.
  • Conocer 12 lugares diferentes (no es de este blog, pero no voy a hacer una entrada solo para eso en el otro).
    • Conseguido, este año he conocido 16 sitios nuevos, entre rutas senderistas o ciudades.
Retos para el 2013
Como ya os he dicho soy muy cabezota, así que esos retos fallados me están pidiendo a gritos intentarlo de nuevo, o mejorar los que ya conseguí. Algunos se verán potenciados, y otros no me los voy a plantear. Estos son mis retos para 2013 relacionados con este blog:
  • Ver 75 películas.
  • Leer 25 tomos manga.
  • Leer 12 libros.
  • Empezar a ver Star Trek y Doctor Who.
Y de entre esos 12 libros quiero incluir un reto personal, algo que acostumbraba a hacer todos los años durante una etapa de mi vida, pero que hace como una década que no me pongo y me apetece retomar:


Leerme el grueso de las obras de la Tierra Media de J.R.R. Tolkien como parte de esos 12 libros, es decir: El Hobbit, El Señor de los Anillos (con sus tres libros y los Apéndices), El Silmarillion y los Cuentos Inconclusos. Así podré refrescar la memoria y visitar de nuevo en su forma original este mundo tan importante para mi. Si alguien me quiere acompañar en mi vagar por la Tierra Media por supuesto es bienvenido, llevaré cram y lembas para todos :-)

Gracias por seguir visitando la Torre un año más, espero que 2013 sea un buen año para vosotros. ¡Feliz año!

viernes, 28 de diciembre de 2012

Star Wars: El Especial Navideño

Es último viernes de mes y además estamos en fechas navideñas, así que mato dos pájaros de un tiro y abro El Baúl Mohoso para mostraros... El Especial Navideño de Star Wars. Y no, no es una inocentada, aunque la coincidencia de fechas ha venido perfecta.


Estamos en 1978, un año después del estreno de Star Wars, rebautizada a posteriori como el Episodio IV: Una Nueva Esperanza. En este año se emitió en la televisión estadounidense un especial de televisión navideño que se podría considerar la primera continuación oficial del universo Star Wars, ya que al parecer, los hechos y personajes que aquí ocurren forman parte del canon de la historia. No obstante, Lucas no tuvo ninguna participación en dicho especial, ni en el guión, ni en dirección, y de hecho reniega por completo de él, como la mayoría de seres humanos e incluso animales de compañía que han visto este engrendro. Después de su emisión por televisión y la pobre aceptación y la lluvia de críticas recibidas, el especial no volvió a salir a la luz, ni en televisión ni en vídeo, pero hoy, gracias a la magia de internet y a los fans que lo grabaron en su momento, es posible conseguir alguna copia. Bueno, por suerte o por desgracia.

La historia de este especial navideño gira en torno a Chewbacca y su familia. El primero se encuentra en el Halcón Milenario con Han Solo y van camino a la casa de Chewbacca en el planeta Kashyyyk, pero son emboscados por un Destructor Imperial, retrasando la llegada para preocupación de la familia de Chewbacca.

Lo que es un argumento que no debería haber dado para más de 15-20 minutos siendo generosos, se extiende hasta la hora y media. ¿Y cómo hacen eso, os preguntáis? Pues fusionando Star Wars con un programa de variedades. Sí, como lo leéis. Cualquier excusa es buena para parar la trama y mostrarnos un número musical, o un programa de cocina o gags (supuestamente) cómicos.

El hijo de Chewbacca mirando unos hologramas de malabaristas. Gran escena

Así, tras un comienzo en el que vemos la vida diaria de la familia wookiee en su casa árbol pero con su cocina, salón-comedor, sofás, estanterías del Ikea y demás (no me quiero imaginar cómo tienen que dejar todo de pelos al cabo del día), asistimos a escenas entrañables como la madre poniendo lavadoras, riñendo al niño para que le ayude a secar los platos y demás cotidianidades. Ah, y para los que tenéis miedo de que el especial esté en inglés no os preocupéis, todas las escenas de los wookiees, que son muchas, están en wookiee, es decir, con sus gruñiditos y ruidos tan característicos.

Entre medias de esta vida diaria vamos viendo diferentes sketches, ya sean números musicales o de malabares porque el niño está viendo unos hologramas, o un programa de cocina porque la madre quiere preparar un plato, o un número musical mientras el abuelo wookiee se hace la permanente. Todo con el pretexto de mostrarnos distintos cameos de famosetes de la época, por supuesto, o a los actores de la película original.

Hola, canto con un micrófono-sable de luz que parece un algodón de azúcar radiactivo

El hilado de todos estos números es realmente atroz, y se acaba haciendo la hora y media más larga que he visto en mucho tiempo; comparado con esto, El Retorno del Rey da sensación de cortometraje. Los sketches y gags son bastante insulsos, o a mi por lo menos no me hicieron nada de gracia; no sé si porque no me espero algo así cuando estoy viendo este universo, o porque directamente no tenían gracia, pero son ridículos. Entiendo que en la vida diaria de los personajes de Star Wars pueda haber espacio para más cosas aparte de revoluciones y resistencias al Imperio, pero hay formas y formas de hacer estas cosas, y tal y como se ha hecho aquí da sensación de cutre.

La ambientación y los efectos especiales no ayudan mucho. Se nota el poco presupuesto del especial y así tenemos unos efectos visuales algo pobres, y cuando necesita meter más efectos por exigencias de la "trama", recurre a dibujos animados. Una solución ingeniosa, por otra parte, aunque la calidad de esta animación es bastante mediocre, aunque tiene un punto salvable, y es que sirve para introducir al personaje de Boba Fett. A nivel técnico el especial también es bastante malillo, y hasta los planos de las escenas son bastante horribles.

En movimiento es mucho mucho más divertido, os lo aseguro. Sin embargo no es lo peor del especial

En cuanto a personajes, tenemos cameos de los principales protagonistas de la película y se introducen algunos personajes nuevos. Tenemos una pequeña escena con Mark Hamill, que se marca un pequeño discurso mirando a cámara para recordarnos el espíritu navideño, tenemos a Carrie Fisher cantando una versión de uno de los temas de la película, Chewbacca e hijo, su mujer, el abuelo, algunos soldados imperiales y una versión bastarda de Casco Oscuro. Todos tienen su momentillo de gloria, en general no lo hacen del todo mal (algunos sí) pero no es suficiente para salvar lo ridículo de la situación y la gran cantidad de momentos de vergüenza ajena que tiene este especial.

Casco Oscuro poniendo en aprietos a los buenos

¿Qué salvaría? La música, y porque la senda ya la dejó Williams. Y ya. Como comentario final, para todos aquellos que piensen que con la compra de la franquicia por Disney la saga se puede ir al traste: echadle un ojo si os sentís valientes, y con este especial en mente, Jar Jar Binks y la trilogía de los Episodios I, II y III, creo que sería justo replantearse esa aseveración. Que eso no quita para que ahora hagan otro especial navideño con Hanna Montana, pero la saga ya se revolcó en el lodazal en la era pre-Disney.

Artículo en la Wikipedia del Especial Navideño de Star Wars.

sábado, 22 de diciembre de 2012

El Luchador (The Wrestler)

Otra película más cerca de completar la filmografía de Darren Anorofsky. Esta fue la que dirigió a continuación de La Fuente de la Vida, una de mis películas favoritas, y que se estrenó allá por 2008, por lo que la he visto con cierto retraso. En este caso el guión no es suyo, sino de Robert Siegel, siendo esta su segunda película y por la repercusión, la más importante.

La historia gira en torno a la vida en plena madurez de Randy Robinson, un luchador profesional que tuvo cierto éxito hace algunos años y que ahora vive de las peleas que tiene en circuitos menos glamourosos. Sin embargo la edad empieza a pasar factura y Randy se da cuenta que igual tendría que cambiar de vida; el problema es que no sabe hacer otra cosa y no tiene familia salvo la hija que abandonó.

El Luchador es una muy buena película. Tiene todos los ingredientes dramáticos que tanto gustan a los críticos: un protagonista carismático interpretado de manera magistral por Mickey Rourke en un papel que le encaja como un guante, una historia de superación personal y lucha ante la vida, y un apartado técnico notable, donde en este caso Aronofsky deja los excesos visuales de La Fuente de la Vida o Requiem por un Sueño y se centra en algo mucho más convencional, más clásico.

Tenemos por tanto todos los ingredientes necesarios, pero a diferencia de otras producciones construidas desde esta base y con el objetivo de ganar estatuillas, hay que reconocer que el producto final es de calidad. Y creo que lo es en una gran parte gracias a sus personajes principales. Esta es una película de personajes, donde se nos refleja una parte muy gris y sucia de la sociedad: cuadriláteros de bajo nivel, drogas, abandono familiar, venderse por unos pocos dólares... Se nos muestra aquí la cara menos amable de la vida, y a unos personajes que tienen que pelear cada día por seguir adelante. La película se llama El Luchador, pero en realidad todos los protagonistas, dentro de la aparentemente patética vida que llevan, pelean hasta el final por sacar adelante un nuevo día, todos son luchadores en uno u otro sentido.

Los personajes principales están muy bien construidos e interpretados, especialmente el de Mickey Rourke. En esta película el actor está sensacional, dotando de gran carisma y personalidad a su Randy "The Ram", un luchador ya entrado en años que va viendo cómo el tiempo se le echa encima y le puede quitar la única cosa que sabe hacer en su vida: combatir en un ring. Randy es el tipo de personaje que guarda todos los recortes de periódicos de épocas pasadas donde se habla de él, que acude a esas convenciones de viajas glorias para cobrar unos dólares por firmar unos pocos autógrafos, y que juega partidas a la NES al videojuego en el que él era uno de los personajes.


Randy se refugia sentimentalmente en Cassidy (Marisa Tomei), una prostituta que también está experimentando el mismo problema que Randy. Ambos van sufriendo en sus carnes cómo el mundo les está reemplazando por gente más joven en sus respectivos trabajos y cómo se van viendo solos, puesto que sentimentalmente han fracasado en su vida. Marisa Tomei también nos proporciona una muy buena interpretación aquí, aportando la sensualidad, agobio y tesón necesario de su personaje. La otra protagonista principal de la película sería Stephanie, la hija de Randy, interpretada por Evan Rachel Wood de manera muy correcta también.

Esta es una película poco amable, donde nos hundimos poco a poco en la miseria que rodea la vida de estos considerados perdedores. Hay una buena multitud de escenas que retratan esta caída a los infiernos, donde vemos a los personajes tomar elecciones que nosotros consideraríamos erróneas, tanto profesionales como personales, y donde vivimos, en parte al igual que ellos, con la esperanza de que mañana será un nuevo día y quizá las cosas puedan ir arreglándose.

No hay que olvidar otro de los temas centrales de la película, la soledad, ya que nuestros dos protagonistas han sufrido en su vida personal las consecuencias de sus errores, y ahora, en una etapa de su vida donde se agradecería algo de apoyo, se encuentran en la más absoluta soledad. Randy y Cassidy conectan a raíz de este sentimiento, es el motor que les lleva a empezar a compartir su tiempo, aunque sea de una forma un tanto peculiar, y es de agradecer que no se ponga a los protagonistas como víctimas de la sociedad, lo que sería un planteamiento más fácil: ellos mismos reconocen que están donde están porque se lo han buscado con sus meteduras de pata. Decía al principio que es una película al gusto de la crítica de la Academia, aunque esta no es sin embargo una película de héroes humanos, aquí todo consiste en luchar como sea para seguir viviendo e intentar poner un poco en orden el desaguisado que es la vida.

A nivel técnico no hay nada que reprochar. Aronofsky aparcó la imaginería visual y sus recursos narrativos de otras cintas y se aproximó a la historia con un tono más clásico y que le dio buen resultado. Tiene una duración ajustada (menos de dos horas) y durante todo el metraje vamos construyendo el retrato de los personajes mediante pequeñas escenas que hace un gran todo, mediante sus diálogos o sus silencios.

El Luchador nos dibuja un retrato muy amargo y realista de la soledad y el paso del tiempo, de la pérdida y las elecciones. No es una película amable dada la situación que viven los personajes, pero es una muy buena película y muy recomendable para una tarde de cine.


jueves, 20 de diciembre de 2012

Hyouka

Hace algún tiempo que dejé de tener esperanzas en los productos de Kyoto Animation como algo infalible, pero eso no quita para que me interesen a priori varias de sus series. En la pasada temporada de primavera estrenaron Hyouka, una serie de 22 episodios dirigida por Yasuhiro Takemoto, que ya se encargó anteriormente de la delirante Full Metal Panic? Fumoffu, la sensacional Full Metal Panic! The Second Raid o la para mi entretenida Lucky Star. En este caso, prometía.

El anime se basa en la serie de novelas de mismo nombre escritas por Honobu Yonezawa, publicadas entre 2001 y 2010 y que constan de un total de 5 entregas. A comienzos de este 2012 comenzó a publicarse también una adaptación manga de la historia.

La acción se desarrolla en un instituto de la típica ciudad japonesa, donde conocemos a Houtarou, un estudiante cuyo lema en la vida es hacer las cosas que le requieran el menor esfuerzo posible, una versión exagerada del ahorro energético. Debido a ello Houtarou no parece destacar en nada, y sus días pasan sin apenas relacionarse con los demás, ya que para él eso supone un gasto de energía inútil en la mayoría de casos. Sin embargo y a petición de su hermana, un día acude al Club de Literatura Clásica para apuntarse, ya que van a cancelarlo y necesitan gente, y allí conoce a Eru Chitanda, una chica que ha acudido para investigar un suceso relacionado con su tío en el pasado, relacionado con el club. 

El comienzo de Hyouka es bastante interesante, todo un ejemplo de introducción de personajes e historia; un comienzo más que prometedor. La premisa parece interesante, tenemos un misterio a resolver, unos personajes que caen más o menos simpáticos y además nos encontramos con una animación desbordante, apoyada por numerosas piezas de música clásica que forman un conjunto bastante resultón.


Pero tras este gran despliegue inicial la serie se desinfla bastante. Personalmente estaba bastante ilusionado con Hyouka por su comienzo, el desarrollo de los primeros episodios y la magia que transmitía la animación, lo que me llevó a pensar que de alguna manera y teniendo en cuenta la temática de misterio, igual habría alguna componente fantástica en la historia. Pero unos episodios después me di cuenta que no iba a ser el caso, lo que pensaba que sería una trama de fondo más larga y que iría enredándose e incluyendo distintos elementos poco a poco se resolvió en un par de episodios más y de manera bastante... natural. Tan natural que resultó en parte aburrida.

A partir de aquí pareció claro que no teníamos una serie de misterio con tintes sobrenaturales, sino un slice-of-life con toques de misterio, y mirándolo desde esta perspectiva la serie gana algunos puntos, pero aun así sigue sin ser especialmente destacable dentro de este género. El problema que le veo es que argumentalmente resulta bastante irregular, hay episodios y sagas más inspirados y entretenidos, y otros menos, con algunas resoluciones bastante anodinas, mientras otras partes están mejor, como la minisaga de la película. La perspectiva realista de los misterios le aporta un toque convincente y plausible, siendo una especie de versión japonesa-estudiantil de Sherlock Holmes, del que se encargan de meter referencias a lo largo de los episodios, pero a mi personalmente no me terminaban de llenar los episodios, me funcionaban por momentos aislados. También me disgustó un tanto que fuera siempre Houtarou el que resolviera los misterios, esperaba algo más de aportación del resto, de una manera más activa.

El peso de este tipo de series recae mayormente en sus personajes protagonistas, y aquí Hyouka responde en general bien, especialmente en los secundarios. Houtarou oscila entre lo cansino y divertido con su apatía y su obsesión por no inmiscuirse mucho en cosas que no le atañen, y Chitanda no me resulta especialmente interesante, es el clásico personaje de chica de poderosa familia, de valores tradicionales, extremadamente amable y tímida en sus relaciones con los demás, pero no me resulta molesta, como otros personajes similares. En cambio los secundarios los encuentro mucho más interesantes, Satoshi y Mayaka caen bastante bien y tienen personalidades e historias más interesantes, desarrolladas a lo largo de los episodios, y de hecho me gustaría haber visto algo más de estos dos.


Lo que sí tengo que reconocer es que la dinámica del grupo está bastante bien conseguida, me gusta cómo han ido desarrollando las relaciones entre los distintos personajes entre sí. Queda bastante claro desde los primeros episodios que Chitanda será la persona que irá sacando poco a poco a Houtarou de su apatía voluntaria, pero me gustó que la serie no girase exclusivamente en torno a esto, introduciendo varias tramas entre los distintos componentes del grupo.

También me gustaría destacar la animación. El diseño de personajes es muy reminiscente de K-On!, uno de los últimos grandes éxitos del estudio y que parece que han ido aplicando a sus últimas obras, pero el trabajo en los fondos, el colorido y la fluidez de la animación es espectacular. Para mi y sin ninguna duda, el punto más fuerte de la serie. Me gustó especialmente el uso de la animación para ilustrar las explicaciones de los misterios, aportándoles en este caso un punto divertido y ameno, así como algunos efectos visuales para apuntalar algunos choques emocionales. La serie cuenta también con buenos openings y endings, tanto en lo que respecta a la música como en la propia animación. No creo que a nivel técnico se pueda poner ninguna pega.

Hyouka es en definitiva una serie que me ha aportado buenos momentos, gracias a su animación especialmente, pero cuya historia no ha terminado de engancharme por culpa de varios altibajos en los capítulos. Es cierto que no es lo que esperaba al principio, pero creo que conseguí cambiar el chip y tomarme la serie de otra forma, pero a pesar de todo mi disfrute fue bastante irregular; no me ha parecido especialmente buena, pero tampoco es que me haya resultado aburrida en general.


martes, 18 de diciembre de 2012

Concurso Wishlist FNAC

El año pasado se me pasó, pero este año vamos a intentarlo: aquí está mi lista para el concurso de la FNAC. Por participar no se pierde nada.

Cómics:
Manga:

Blu-ray:

Electrónica:

TOTAL: 1886.25€

lunes, 17 de diciembre de 2012

Neuromante

Neuromante (Neuromancer en el original) es la primera novela de William Gibson, publicada en 1984 y que se llevó los premios Hugo, Nebula y Philip K. Dick. Gibson había estado publicando relatos cortos hasta la fecha, donde en ellos ya trataba temas como el ciberespacio y sentó las bases de regiones como el Sprawl, o de personajes como Molly, que luego reutilizaría en Neuromante, que escribió aproximadamente en un año debido a un encargo.

La historia nos presenta un futuro no muy lejano, donde Case, un antiguo hacker, se dedica a malvivir buscando la manera de poder conectarse de nuevo al ciberespacio. Y es que en esta época, la conexión no se realiza a través de un ordenador, sino mediante implantes en el cuerpo, que en el caso de Case fueron destruidos por traicionar a un antiguo  contratante. Un día se encuentra con Molly, que le propone un trabajo y la solución a sus problemas: si les ayuda con un trabajo le restablecerán sus habilidades, aunque Case pronto se dará cuenta que este trabajo tiene un alcance mucho mayor de lo que pensaba.

Neuromante es una de esas novelas referentes en la ciencia-ficción, uno de los máximos exponentes del cyberpunk, que aparece en los listados de fundamentales y está más que recomendada por la crítica, como pueden atestiguar los tres premios conseguidos. Y una vez más, vuelve a ser una novela o película que me resulta decepcionante.

Es una novela tremendamente espesa en su narración, resultando francamente difícil concentrarse en lo que uno está leyendo. Neuromante requiere un nivel de concentración "de estudio" para entender lo que está pasando, porque la clave para cierto pasaje puede estar en una palabra soltada cinco párrafos atrás, de manera totalmente casual. Reconozco que esto ha influido bastante en mi impresión del libro ya que en ocasiones igual no estaba demasiado pendiente, pero si he tardado tanto en leerla a pesar de que no es muy larga (poco más de 300 páginas en la edición que tengo) ha sido precisamente para intentar ir a un ritmo que me permitiera entender lo que estaba pasando. Y eso obligaba a ir releyendo varias veces las cosas, algo que no me parece de lo más entretenido.

Aparte de requerir esta atención, el estilo de la narración tampoco ayuda mucho. En ocasiones hay demasiados detalles en relación con algún evento o lugar en particular, y en otros momentos tengo la sensación de que el autor da por sabidas muchas situaciones de este mundo que nos está contando, lo que provoca que el lector se sienta un tanto perdido. Si lo sumamos a lo anterior, tenemos un combo perfecto para una lectura tediosa en bastantes momentos, y más agravante resulta cuando notamos que pasamos demasiado tiempo en pasajes que dan la impresión de no llevar a ningún sitio, y pasamos de puntillas por otros importantes.

Imagen de BlueSun Corp.

Los personajes tampoco me han parecido interesantes, en general. Case y Molly son bastante planos y apenas se profundiza en ellos, simplemente se dedican a ir de aquí para allá para cumpliendo los cometidos de la acción según se va requiriendo, algo normal, pero narrado de manera bastante mecánica. Por otro lado nos encontramos a Armitage, un personaje que podría haber dado bastante más de sí pero que está muy desaprovechado; y Wintermute, que sí me resultó bastante interesante su planteamiento y las escenas en las que aparece, siendo de las cosas más salvables de la novela. Mención aparte merece Riviera, que desde mi punto de vista está muy mal dibujado y cuya relevancia y motivaciones no quedan muy claras. Mi impresión general es que los personajes son bastante grises y me resultaron muy indiferentes, sin apenas desarrollo o estando este muy forzado, y yendo de aquí para allá de manera confusa.

A pesar de todo, le reconozco a Gibson el mérito que tiene, aunque en parte. Tiene algunas ideas muy interesantes, como toda la ambientación futurista y decadente propia del cyberpunk, la propia concepción del ciberespacio accesible mediante implantes, la posibilidad de acceder a otra persona a través de ellos y ver lo que está ocurriendo o el planteamiento de la inteligencia artificial. Un mundo que se aprecia cercano al nuestro y que debería ser relativamente fácil entender y asimilar, con detalles como megacorporaciones, implantes para aumentar el rendimiento físico, avances en medicina, etc. Las impresiones más positivas que tengo de este libro son algunas referencias aisladas que encuentro interesantes, pero lamentablemente y como ya digo, no me gustó cómo se fueron explorando estas ideas.

Y además tengo dos grandes pegas en cuanto a la originalidad de su planteamiento: Blade Runner y Tron, ambas de 1982. En general, y que me perdonen sus fans, Neuromante me parece un Tron versión  "seria" en un ambiente a lo Blade Runner, por lo que mucha de su supuesta originalidad se difumina bastante... Tal y como decía antes en este libro Gibson empleó algunos elementos de novelas cortas anteriores, así que posiblemente algunas cosas de sus novelas surgieron antes, pero según veo el contexto de la época, en ese momento estaban saliendo muchas cosas parecidas, por lo que acabo de verlo tan original como me esperaba.

Para concluir, un libro que me ha resultado bastante aburrido, por desgracia, y que ha liquidado cualquier interés en leer las otras dos partes de la trilogía (no pensada en un principio, pero bueno, es lo que tiene el éxito por lo visto), y en general, cualquier cosa del autor, a no ser que su estilo haya variado bastante.

Imagen de BlueSun Corp.

sábado, 15 de diciembre de 2012

El Hobbit: Un Viaje Inesperado

Imagino que ahora mismo la red será un hervidero de reseñas de El Hobbit, pero como tampoco voy a esperar 3 meses para subir la mía, aquí tenéis otra opinión más. Como imagino que ya sabéis la mayoría de vosotros, esta entrega es la primera de una nueva trilogía que nos traen para adaptar el libro de J.R.R. Tolkien que dio origen posteriormente a su famosa trilogía de El Señor de los Anillos.

En la dirección y después del abandono de Guillermo del Toro, nos encontramos de nuevo con Peter Jackson, el artífice de la adaptación de la trilogía, que cosechó grandes éxitos. En cuanto al guión nos encontramos de nuevo al mismo equipo que aquella, con la colaboración adicional del propio del Toro, lo que asegura cierta continuidad en el estilo (para bien o para mal).

Mucho se ha hablado sobre si era necesario montar una trilogía sobre un libro de apenas 300 páginas, por muchos Apéndices que se quieran incluir (que no serán ni 50 páginas más). El miedo que reinaba cual sombra sobre la mayoría de los que esperábamos esta nueva visita a la Tierra Media era que resultara demasiado estirada. Y en efecto, esa es una de las impresiones que transmite la película, pero no nos tiremos por los barrancos todavía.

No todo son malas noticias. Por lo menos en lo que a mi respecta, las tres horas no se me hicieron tan pesadas como podría esperar, aunque sí es cierto que tiene partes que ralentizan o directamente rompen el ritmo natural de la historia, y esta se resiente. Mientras que en la trilogía de los Anillos el propio Jackson comentaba que se había centrado en el anillo como hilo conductor y poder así condensar cada libro en una película, en esta tenemos un batiburrillo de historias, aunque ciertamente con la reconquista de Erebor de fondo. Tenemos por un lado a un joven Bilbo (fantásticamente interpretado por Martin Freeman) que sale de aventuras y está destinado a encontrarse ese anillo, pero por otro lado han aprovechado para enlazar esta historia de manera totalmente clara y explícita con El Señor de los Anillos, lo que requiere tiempo. Y esas escenas de enlace, ese espíritu de precuela, se carga en muchos momentos el ritmo puramente aventurero que tiene El Hobbit.

Comentaba antes que esta es una de las impresiones que transmite la película, y aunque intento ser objetivo es bastante difícil, ya que El Hobbit y El Señor de los Anillos son una parte muy importante de mi vida, de manera que esta reseña va a funcionar más en base a sensaciones de lo que es habitual. He tenido sensaciones e impresiones muy buenas durante muchas partes de la película, y otras que me han dolido bastante. Ver los títulos de crédito con la sensacional música de Howard Shore y darme cuenta que estaba volviendo a la Tierra Media en una versión cinematográfica me emocionó mucho, así como echar un vistazo de nuevo a La Comarca, o ver de nuevo a Gandalf el Gris (grande Ian McKellen), lejos de toda la responsabilidad y poder que se podría ver posteriormente en El Señor de los Anillos, Erebor, Acertijos en la Oscuridad... La película proporciona muchos y buenos momentos.


El prólogo de Erebor es una maravilla, nos plantea muy bien la historia y nos presenta de manera muy tapada al dragón, pero ya se atisba la enorme bestia demoledora e imparable que es. La presentación de los personajes también está resulta de manera más que correcta, enlazando incluso con escenas de La Comunidad del Anillo. Es cierto que tardan mucho en salir de La Comarca, pero el hacer tres películas te da la oportunidad de recrearte de lo lindo, para bien o para mal. Todos aquellos que se quejaban de los recortes en la trilogía, aquí deberían estar contentos por las inclusiones de muchos más detalles, conversaciones y canciones, hasta el punto de que de hecho, en ocasiones me da la sensación de que se da demasiada información en cuanto a nombres y lugares, que pueden confundir al espectador no lector.

Creo que queda claro lo que me ha gustado. Lo que no: Azog, que personalmente no me convence. Entiendo los motivos de meter a un villano para que sirva de contrapunto a Thorin Escudo de Roble (un magnífico Richard Armitage, que ha dotado de gran carisma al personaje), pero no me termina de gustar, creo que con otras partes de la película (trolls, los gigantes de piedra, los trasgos, etc.) ya se tendrían las partes correspondientes batallas y escenas de acción que tan necesarias parecen. Otra trama involucra a Radagast, personaje que no me ha convencido cómo ha sido introducido y cuya trama o participación tampoco me terminan de gustar, a efectos de ritmo en la película. Si eliminamos a Radagast y Azog, nos quedaríamos con una película más manejable sin perder la información que nos cuentan aquí. Y lo peor, ciertos chascarrillos totalmente fuera de lugar o sutiles cambios que no era necesario meter y se han metido; ahora mismo me acuerdo de uno en la famosa escena de Acertijos en la Oscuridad, una de mis favoritas del libro. No es para nada importante y no cambia nada en la historia, es una tontería, pero precisamente por eso no entiendo el porqué de la modificación respecto al original de ese pequeño matiz.

A nivel técnico la película muestra en general buen nivel, una gran fotografía y paisajes de Nueva Zelanda como la Tierra Media (aunque Jackson abusa un tanto de esas panorámicas desde helicópteros, ya sabemos que le encantan) y una magnífica banda sonora de Howard Shore, ligada a la trilogía anterior (como tiene que ser, dada la concepción de esta música) y con modificaciones para adaptarla a nuevos elementos. Los efectos digitales en general cumplen bien, la pelea de los gigantes de piedra es muy espectacular, aunque la escena esté estirada como el resto de la película, y Gollum luce muy bien. Sin embargo hay otros momentos que no me terminaron de convencer visualmente, y eso que Jackson abusa de planos excesivamente dinámicos en batallas (por decirlo suavemente), de manera que no captamos tanto detalle en las figuras digitales. También quería comentar que no la he visto en 3D con los famosos 48fps, no me agrada pagar aun más del dinero que ya me ha costado la entrada y no lo considero necesario.

En definitiva, esta primera entrega de El Hobbit proporciona luces y sombras, pero creo que en general, y al menos esa es mi impresión, las luces ganan a las sombras. No me ha gustado tanto como ninguna de la trilogía original de El Señor de los Anillos, pero no me parece un fiasco en absoluto. Tiene sus defectos, está excesivamente estirada y algunas salidas de tono, pero he podido sentir el cariño hacia la obra original en muchos aspectos, y me ha emocionado ver muchas escenas, además de que salvo algún bajón de ritmo en alguna parte, haciéndola más pesada, en general entretiene bastante bien. 


jueves, 13 de diciembre de 2012

Area no Kishi

La adaptación animada de Area no Kishi consta de 37 episodios, emitidos en Japón entre enero y septiembre de 2012. El estudio a su cargo es Shin-Ei Animation, que hasta la fecha había trabajado en series como Doraemon o Shin-chan, y en la dirección se encuentra Hirofumi Ogura, encargado de la segunda temporada de Kuroshitsuji así como algunos episodios de Gintama. El anime adapta el manga de Shin Kibayashi y Kaya Tsukiyama, que se publica semanalmente en la Shônen Magazine y que lleva recopilados más de una treintena de tomos.

En esta serie deportiva centrada en el fútbol seguiremos a Kakeru Aizawa y su progresión como futbolista a través de distintos torneos a nivel de institutos para intentar cumplir el sueño de su hermano, que llegó a ser internacional por la selección japonesa y que quería verle jugar junto a él. Para ello le ayudará su amiga de la infancia Nana Mishima, que también representa a su país en la selección femenina y está llamada a ser una de las grandes promesas del país.

Cualquiera que haya visto algunas pocas series deportivas japonesas (spokon) sabrá que más o menos se manejan por unos esquemas muy determinados, en los que los protagonistas suelen ser de dos tipos, o tremendamente habilidosos, o jugadores con un potencial tremendo pero que empiezan prácticamente de cero, y tras reunir un equipo quizá no muy dotado técnicamente pero luchador, acaban llegando a lo más alto. Llega a ser algo repetitivo, aunque hay que reconocer que es un punto de partida de lo más lógico para una serie de estas características. En esta en concreto nos encontramos a los hermanos Aizawa, donde el mayor es internacional por su país y la perla de Japón, y el pequeño ha decidido dejar el fútbol y es el utillero del equipo del instituto donde juega su hermano. Rápidamente apreciamos que cada uno de ellos encaja en uno de estos perfiles, pero debo decir que Area ni Kishi me sorprendió muy gratamente en su planteamiento. 

Y es que en los primeros episodios (no es spoiler por tanto, es casi el punto de partida) la serie pierde al hermano mayor en un accidente de tráfico, en el que salva al pequeño de morir aplastado. Todo esto plantea nuevas situaciones que explorar, y resulta gratificante desde un punto de vista argumental, así como un planteamiento valiente. Kakeru vive ahora gracias al corazón transplantado de su hermano, y eso supone un peso moral muy difícil de llevar y con el que tendrá que aprender a lidiar. A esto hay que sumarle que su hermano mayor soñaba con jugar con él en la selección, y al final todo junto hace que Kakeru decida darle una nueva oportunidad al fútbol, de manera que pueda retomar su ilusión y cumplir el sueño de su hermano. Y en esta nueva oportunidad, notará su presencia más cerca que nunca.


Como veis, el planteamiento es bastante llamativo. De no haber sido así posiblemente no me habría interesado mucho por ella, ya que las series deportivas me acaban produciendo cierto rechazo natural, y es que los japoneses tienen cierta tendencia a exagerar todo para hacerlo más épico. Eso en una serie deportiva, en la que espero cierto realismo por su ubicación en un mundo "normal", me descoloca. Reconozco que es un problema personal mío con este tipo de series, pero no puedo evitarlo. Sin embargo y tras los primeros episodios de Area no Kishi, uno asiste a una declaración de intenciones muy clara, y en este caso y sorprendentemente, no me molestó. Quizá por hacerlo tan al principio y de forma tan honesta.

Porque sí, en el fondo y a pesar de todo el drama que se puede tener con Kakeru y su hermano Suguru, que está bastante bien llevado, y esa típica relación de amigos de la infancia con Nana o posibles triángulos amorosos, Area no Kishi es una serie de fútbol japonesa. Y eso implica que hay más jugadores tremendamente buenos de 15 años que en las ligas profesionales europeas, regates imposibles (y con nombre por supuesto, como si fueran las técnicas de Kenshin o Naruto), remontadas en el último minuto y por supuesto un extraño sentido de las distancias que haría palidecer al mismísimo Einstein y su relatividad. 

Estas cosas no me llaman tanto la atención y aquí es donde para mi la serie pierde interés, sumado al hecho además de que creo que los partidos están francamente mal llevados, siendo frecuente encontrarse situaciones bastante absurdas como porteros a borde del área sin motivo aparente o que se tiran por un balón que acaba en gol... por el centro de la portería, asumiendo que estaban de picnic en uno de los postes por tanto. Pero especialmente resultan un tanto flojos en lo que respecta a la animación. Y es una pena, porque el diseño de personajes es bastante agradable, pero la impresión que da es que la serie no ha dispuesto de mucho presupuesto, así que nos encontramos bajones de calidad y muchas escenas estáticas o semi-estáticas en los partidos, donde únicamente se mueve el balón ante unos jugadores quietos.

Por el contrario, otro de los defectos se acaba convirtiendo en virtud, ya que hay equipos que juegan usando unas estrategias ciertamente avanzadas y poco creíbles para la edad que tienen, pero esto se utiliza para hablar de tácticas y formas de estudiar y contrarrestar al rival, lo que me resultaba de lo más interesante de los partidos. Hay que reconocer que también consiguen crear un buen balance entre remontadas épicas y cómodas victorias, de manera que no todo partido es un sufrimiento para ganar, lo que en este caso sí contribuye un poco al realismo.

Area no Kishi es a pesar de sus defectos una serie entretenida, gracias a su original planteamiento de la historia y a sus buenos personajes. Kakeru es un poco pánfilo, pero está rodeado de buenos secundarios como la propia Nana, Mai o el gran Araki. Y es que otro de los puntos importantes de este tipo de series es la superación personal y el sentido de la amistad, y ambos están bien retratados y llevados en la serie. De hecho, generalmente me resultaron más interesantes los capítulos donde no hay partidos que aquellos que sí hay, gracias a la forja de amistades y relaciones entre los personajes, así como al desarrollo de estos, resultando bastante interesante ver cómo afrontan ciertos fallos o situaciones personales.

Area no Kishi no será una serie deportiva especialmente destacable, pero acaba resultando entretenida, siendo una opción interesante al menos para darle una oportunidad si tenéis interés en este tipo de series deportivas. Por mi parte, si sale una segunda temporada (como así espero, después de quedar colgada en mitad de un torneo), seguiré echándole un vistazo, ya que me pareció una buena opción para desconectar, aprovechando además que tiene una temática diferente a lo que suelo ver.


martes, 11 de diciembre de 2012

Stalker (1979)

Stalker es el último film producido en la antigua Unión Soviética por Andrei Tarkovsky (director de Solaris), uno de los directores más conocidos de aquellos lares. Se estrenó en 1979 y contaba con un guión de los hermanos Strugatski inspirado en su propia novela Picnic Extraterrestre. Al parecer hay algunos elementos comunes con la novela, pero Tarkovsky cambió otros tantos; además, el rodaje de la película fue bastante accidentado y se perdió gran parte del material, que tuvo que ser grabado de nuevo, habiendo gente que asegura que la película es prácticamente la misma y otros que dicen que se cambió el sentido entre ambos rodajes.

La historia nos presenta un lugar en la Unión Soviética conocido como la Zona. En ella ocurren extraños fenómenos, y las leyes de la Física pueden no comportarse igual; hay algunas hipótesis sobre su origen, pero solo se sabe a ciencia cierta que está guardada por militares y no se puede acceder a ella. Sin embargo, los stalker se dedican a guiar a las personas que quieren entrar en esta región, ya que hay un lugar que se dice que concede los deseos de los que llegan hasta él.

Tarkovsky es uno de esos directores aclamados por cierto sector del mundo del cine. La valoración de sus películas en webs como IMDb o FilmAffinity es francamente buena, aunque la experiencia ya me ha enseñado a que una buena valoración no siempre es sinónimo de que vaya a disfrutar con dicha película. En el caso de Stalker no es exactamente así, pero desde luego es una película muy difícil de recomendar.

Stalker tiene un ritmo extremadamente pausado, lo que se nota en los largos planos y en los lentos movimientos de cámara; el metraje al final alcanza casi las 3 horas, y uno tiene la sensación de que gran parte de este metraje podría haberse reducido sin afectar al conjunto de la película, especialmente durante su segundo tercio. Eso no quiere decir que la película sea aburrida, aunque sí tiene partes que se hacen algo más pesadas, como el viaje en esa pequeña vagoneta por las vías del tren, por nombrar alguna.

A pesar de este ritmo sosegado quizá en exceso, la película tiene una primera parte francamente interesante. La presentación del viaje de los personajes a esta extraña región es muy sugerente, y aquí el argumento de misterio llama bastante la atención, ya que no tenemos idea de lo que es la Zona o sus reglas, y nos dan pequeñas pistas de vez en cuando. Una vez dentro no tenemos la certeza de saber exactamente qué está pasando, solo que es una zona peligrosa, y Tarkovsky consigue crear una sensación de tensión muy acertada en base a un buen uso del desenfoque, de un amplificado sonido y aquí sí, de escenas largas para aumentar la incertidumbre. El efecto que genera esta primera parte de la película, consistente en gran medida en el viaje e inicio de la exploración en la Zona, es de desconcierto y de sentirnos acechados por un peligro invisible. Una sección muy bien conseguida.

A partir de aquí nos encontramos con partes más irregulares. Por un lado hay escenas muy buenas, como todo el paseo por ese túnel subterráneo, pero también hay extensos diálogos que me resultaron bastante forzados, si bien no en su total extensión, sí en gran parte. Hasta ahora la información se había ido suministrando en buenas dosis, pero aquí asistimos a unas conversaciones que resultan un tanto aburridas y totalmente antinaturales, o esa es la impresión que da. Entiendo que el director quiera transmitir su mensaje, pero no me gusta cuando de repente todo se vuelve metafísico y tenemos conversaciones profundas salidas de la nada.


Pero es en estas conversaciones donde evidentemente se introduce un nuevo sustrato a la película, y es que me dio la impresión que Stalker, bajo su apariencia de ciencia-ficción, aprovecha para hablar de la fe y las creencias en general. Los propios personajes hacen mención a ella en sus conversaciones, aparecen elementos en el escenario, como esa corona de espinas, e incluso el mismo planteamiento de la Zona y el papel de los personajes cobra un nuevo sentido. No están escogidos al azar, tenemos un stalker (guía), y el Escritor y el Profesor (parte racional), que tienen su particular motivación para llegar a la Habitación, el lugar de la Zona que hace realidad los pensamientos más deseados de los que llegan hasta ella, que concede la felicidad. Os suena, ¿verdad?

Hablando del apartado técnico, me gustó bastante el aspecto visual de la película, su fotografía y los planos utilizados por Tarkovsky, así como el uso del sonido y ciertas técnicas, como ya he comentado antes. La ambientación de la Zona está muy lograda, creando una impresión de peligro e inquietud gracias al abandono y decrepitud que se pueden encontrar en las ruinas de antiguos edificios creados por el hombre. A destacar también el uso del color, de tonos sepia en los planos de la ciudad y con un color normal en la Zona, enfrentando más si cabe ambos mundos.

Los actores están correctos, aunque no me parecen especialmente destacables, salvo quizás el propio stalker, interpretado por Aleksandr Kaydanovskiy. La película se centra en gran parte en los tres personajes que acuden a la zona, así que el resto de los papeles podría parecer testimonial, pero tanto la mujer como la hija del stalker tienen su importancia y algún monólogo de interés.

¿Recomendable? Difícilmente. Es una película larga de casi 3 horas que parece explorar ciertos conceptos sobre la condición humana y sus creencias mientras juguetea con una temática de ciencia-ficción. No es la elección más acertada para entretenerse un fin de semana, pero si tienes interés y llegas a ella porque te resulta interesante el tema y quieres probar algo diferente, adelante. Pero sabiendo a lo que se va. A mi en general me resultó interesante sobre todo por el apartado técnico y ese sustrato sobre las creencias que no me esperaba, aunque en algunos momentos se hace larga y algunos diálogos de los personajes me resultan forzados.


viernes, 7 de diciembre de 2012

El Mago de Oz

Toca revisitar un clásico. El Maravilloso Mago de Oz es un libro escrito por Lyman Frank Baum con ilustraciones de W. W. Denslow, publicado en el año 1900. Fue un éxito de crítica y ventas. Dos años después surgió la primera adaptación, que dado que todavía no había cine fue en teatro, teniendo lugar el estreno en Chicago; posteriormente pasó por Broadway y también tuvo sus giras por el resto del país. Aunque muy posiblemente esta sea la más conocida, Baum escribió otras 13 novelas basadas en este mundo.

La primera adaptación cinematográfica no se haría esperar mucho más, fue en 1910, una versión muda de 13 minutos. Pero sin ninguna duda, la versión más conocida de todas las que se han hecho (incluida una serie de anime en los años 80) es la de Victor Fleming (Lo que el Viento se Llevó) de 1939 con Judy Garlang como protagonista. Esta es la que voy a reseñar.

¿Quién no ha visto esta película? Aunque sea por la cantidad de veces que la han echado en televisión, especialmente hace algunos años. Los de mi generación posiblemente la hayamos visto en pantalla más de dos y tres veces (y más de cinco...). Es una película que de niño llama tremendamente la atención por el componente fantástico que tiene y claro está, por las canciones. Con algunos años más a las espaldas, ¿cómo sería la valoración ahora? Aprovechando que está valorada como una de las mejores películas de género fantástico y que hace más de una década y media que no la he visto, decidí darle un revisionado.

Obviamente, no es lo mismo. No es una mala película, está claro, pero desde que tengo cierta afición cinéfila el género musical no es uno de mis favoritos, tengo que reconocer. Y eso es un lastre considerable, aunque no insalvable, ya que tampoco creo que El Mago de Oz sea puramente un musical, a pesar de que hay algunas canciones aquí y allí. La historia está dirigida también a un público infantil, aunque tiene alguna lectura más disfrutable para un público más adulto.

A nivel técnico lo que más me asombra de esta película es el uso del color, gracias al empleo de la técnica Technicolor, que estaba dando sus primeros pasos por aquella época. La película tiene un color muy vivo y está usado de manera fantástica, ya que son las escenas en Oz las que vemos en color, mientras que fuera de este tenemos unas imágenes en color sepia. De esta forma se consigue acrecentar la sensación de fantasía e irrealidad del mundo de Oz.


En lo que respecta a los personajes, he de admitir que Dorothy (Judy Garland) me resultaba al comienzo bastante pesada, la verdad. Pero es el personaje que experimenta "el viaje", la experiencia personal que cambia su modo de afrontar la vida. La situación de Dorothy y su estado de ánimo puede ser el que refleje a gran parte de las personas en determinado momento de su infancia y juventud, y con el viaje a Oz se representa en cierta manera ese paso de la infancia a la madurez, ya que le aportará una perspectiva del mundo más amplia, aprendiendo a tener coraje, reflexión y compasión.

Estos atributos se ven personificados en Oz en distintos personajes que andan buscándolos, el Espantapájaros (buena interpretación de Ray Bolger), el León y el Hombre de Hojalata. La caracterización de estos personajes, especialmente el Hombre de Hojalata y el León, requiere lógicamente poner en contexto la obra. Ya en la portada del libro original se puede apreciar que el Hombre de Hojalata tiene ese mismo diseño, así que más que echarse las manos a la cabeza por lo "cutre" que puede parecer hoy día, habría que reflexionar sobre el hecho de tener un humanoide mecánico con ganas de tener un corazón, lo que implicaría tener la misma base sentimental que el resto de la humanidad, allá por 1900. A mi me parece fascinante.

La ambientación tiene sus más y sus menos, aunque dada la envergadura de la obra hay que reconocer que no era nada fácil. El vestuario y diseño de los habitantes de Oz está bastante bien conseguido, y algunos efectos especiales también, como ver a la malvada bruja volar en su escoba, pero en cambio en algunos escenarios es bastante clara la presentación de papel pintado de fondo; en otros, como la Ciudad Esmeralda, se aprecia el cuidado en la producción. A pesar de todo, hay que reconocer que no tendría que ser nada fácil realizar una adaptación de una obra de esta envergadura en la década de los 30.

En general la película es entretenida, especialmente durante la primera hora de metraje, cuando Dorothy es llevada a Oz y va conociendo al resto de personajes del grupo. Una vez que llegan a Oz y este les encomienda la misión empezó a hacerse un poco larga para mi, a pesar de que tiene partes muy interesantes visualmente, como los monos alados, y que argumentalmente es necesaria, puesto que supone el enfrentamiento final y el momento de superación personal de los personajes. Sin embargo creo que la confrontación final se resuelve de una manera un tanto facilona, aunque igual pedir otra cosa es demasiado.

El Mago de Oz es un clásico, sin duda, del que disfrutarán los más pequeños. Ese no es mi caso y a pesar de todo, encontré una historia entretenida por su ambientación fantástica e incluso me aportó alguna que otra carcajada. Además, hay que reconocer que ha aportado varias cosas a la cultura popular, y ya solo por eso, merece ser vista al menos una vez en la vida.