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miércoles, 30 de enero de 2013

Primeras impresiones de la temporada de invierno de anime 2013

Una vez más y tras faltar a la cita en la temporada de otoño (ya que me pilló fuera y no empecé nada más que Medaka Box Abnormal cuando volví, de la que próximamente subiré la reseña), os traigo aquí las impresiones sobre la nueva temporada de anime.

A priori y en mi opinión, tenemos una temporada medianamente interesante. No se puede considerar mala, puesto que había al menos cuatro que atrajeron mi interés al principio, aunque tampoco he llegado al tope autoimpuesto de cinco series por temporada. Únicamente la continuación de la gran Chihayafuru la consideraba una apuesta segura y de obligado visionado, y de las cuatro ya ha caído una. Como siempre, están ordenadas de mayor a menor interés y la valoración esta hecha después de haber visto los tres primeros episodios de cada una.

Chihayafuru 2
Segunda temporada de una de las series más sorprendentes y agradables de la temporada de otoño del 2011. Esta segunda temporada continúa donde la dejó la primera, con los integrantes del club dispuestos a seguir preparándose para sus respectivos torneos y alcanzar sus objetivos, y para ello contarán con dos nuevos miembros.

Poco hay que añadir. Fue una de las series que terminé en 2012 que más me gustaron, y como ya dije en su momento estaba deseando ver cómo continuaba la historia, así que esta segunda temporada era la serie que más esperaba de toda la batería de invierno. Y no me está decepcionando, si bien al principio parecía que los nuevos miembros eran un poco cargantes, rápidamente empiezan a desarrollarlos y los vamos aceptando en el grupo.  De momento esta segunda temporada está siguiendo la misma estela que la primera en cuanto a sensaciones, y eso es buena señal.


Kotoura-san
Esta puede ser la sorpresa de la temporada. No esperaba verla, pero los buenos consejos de Eter (una vez más) me hicieron darle una oportunidad. La historia trata sobre una chica de instituto que puede leer las mentes de las personas que la rodean, y como eso afecta a su vida personal. Vive aislada de los demás hasta que un día conoce a Manabe, un chico de su nuevo instituto que la acepta tal y como es.

Me sorprendió gratamente el primer episodio, con una primera parte tremendamente dramática y muy bien llevada, mostrando el lado más doloroso de tener esta habilidad, desde el descubrimiento del poder hasta la reacción de los demás. Luego la serie presenta una segunda parte altamente cómica, y esa es la tónica que ha predominado en los tres episodios que llevo vistos: una alternancia bastante curiosa y bien llevada entre una comedia un tanto alocada con personajes estrafalarios, diseños deformados y un fanservice muy inocente, a un drama bastante interesante. Si sigue este camino puede resultar una serie bastante buena.


Sasami-san@Ganbaranai
Esta es la última serie del estudio Shaft, y como suele pasar, lleva su característico sello de locura. Me interesó porque la descripción describe a la protagonista como una hikikomori, pero el primer episodio fue tan sumamente raro que me plantee si seguir con ella o no.

Sin embargo y tras haber visto los dos episodios más de rigor, en los que ya se plantea el punto de partida después de la absoluta rayada que supuso el primer episodio y donde conocemos mejor los roles de los personajes, ha hecho que cambie mi opinión al respecto. La serie seguramente seguirá jugando con la locura y la rareza de los personajes, pero si está bien llevada puede ser una opción interesante, aunque desde luego no para todos los gustos. Y por supuesto, la animación de Shaft fiel a su estilo, desbordante en su ejecución y rara en su diseño, a juego con la serie.


Esta la comencé a ver por su diseño de personajes, muy noventero y con claras reminiscencias a Lupin, puesto que los diseños son de Monkey Punch. La serie se sitúa en el periodo Edo y nos presenta a Manjiro, que se dedica a ayudar a los demás durante el día, y básicamente a lo mismo durante la noche, pero luchando contra estamentos más poderosos e injustos.

Más allá del diseño de personajes y unos fondos correctos, el desarrollo y las escenas de acción de esta serie me parece bastante aburrido y mediocre. Puedo aceptar que no reconozcan a Roman solo porque se pone un pañuelo en la cabeza, pero me descoloca la sucesión de sobradas y tonterías que hay y lo que es peor, las escenas de acción ni me hacen gracia, ni me resultan emocionantes. No me ha enganchado, y la poca trama de fondo que parece haber en estos tres episodios no ha sido suficiente como para plantearme seguir con ella. Ni tampoco que Roman tenga la voz de Roronoa Zoro. Abandonada.

lunes, 28 de enero de 2013

Cuentos de la Luna Pálida de Agosto (Ugetsu Monogatari)

Kenji Mizoguchi es muy posiblemente uno de los directores japoneses más conocidos por tierras occidentales, junto a Akira Kurosawa. Es uno de los clásicos, empezando a estrenar películas allá por los años 20 y dirigiendo muchas de ellas a lo largo de los siguientes 30 años, hasta que falleció en 1956. La gran mayoría de sus películas cuenta con muy buena valoración y tenía ganas de explorar el cine de este hombre, así que me puse con una de sus películas mejor valoradas: Ugetsu Monogatari, traducida como Cuentos de la Luna Pálida de Agosto, estrenada en 1953.

Esta película nos cuenta la historia de dos campesinos en el Japón feudal del siglo XVI, asolado por numerosas guerras civiles. Uno es alfarero y quiere ganar más dinero, y el otro quiere ser reconocido como un gran samurái. Sus ambiciones les llevan a poner en peligro a sus respectivas familias.

Cuentos de la Luna Pálida de Agosto es una buena muestra de cine clásico japonés, y como tal, es una película complicada de recomendar. Esta es una de esas cintas a las que debe acercarse uno mismo, independientemente de las recomendaciones (para bien o para mal) que uno se encuentre, y porque le interese especialmente la temática.

Personalmente, uno de los puntos a favor que le encuentro es esa mirada al Japón feudal, pero desde una perspectiva clásica, alejada de las tendencias más cercanas a la espectacularidad de hoy día, salvo quizá excepciones como Yoji Yamada, que también es de la vieja escuela. En esta película nos encontramos con una visión mucho más sobria y que parece más cercana a esa época histórica, una visión sencilla pero efectiva de la vida en un momento bastante difícil para el país y sus ciudadanos.

En el aspecto técnico y asumiendo que desconozco detalles históricos precisos en lo que respecta a la arquitectura de la época o el vestuario, en general me dio bastante buena impresión, tanto la representación del pequeño pueblo como la ciudad más grande, las tiendas o el ajetreo del mercado. En ese sentido me parece que la ambientación está bastante lograda, llevándonos a unos cuantos siglos atrás, a lo que ayuda la música tradicional japonesa, de corte melancólico, que acompaña a la película.

A esta buena ambientación hay que sumarle un correcto apartado técnico, destacando bastante la iluminación de ciertas escenas, algo importante en una cinta en blanco y negro, así como el toque onírico o fantasmagórico de ciertos pasajes, como ese sensacional viaje en barca por el río o toda la maravillosa escena con el palacio. Los actores también cumplen bastante bien con su papel, aunque resulta obligatorio poner las interpretaciones en su contexto histórico. Si se hace así, proporcionan momentos de gran fuerza en varios tramos de la película.


Pero Cuentos de la Luna Pálida de Agosto, más allá de pretender ser una interesante mirada al Japón feudal, es una historia de personajes y con finalidad moralizante, tal y como se encarga de subrayar la película en más de una ocasión (quizá demasiado para los gustos actuales). Los personajes protagonistas, los dos hombres, abandonan de una manera u otra a sus respectivas familias en busca de un status mayor, ya sea más dinero o un trabajo reconocido como samurái. La película es un alegato hacia los valores humanos tradicionales, al amor por la familia, la esposa o el niño pequeño que espera a su padre, frente a la codicia del dinero o la sensación de poder. Y para esta historia y uniendo esto con la ambientación histórica, la película no escatima tampoco en mostrarnos algunas escenas crueles. No tanto visualmente, donde sugiere más que muestra, pero sí en la historia y sus implicaciones en los protagonistas. Las acciones tienen consecuencias, y como buena historia que pretender moralizar, habrá que aprender alguna lección que otra.

Es cierto que este mensaje es universal e independiente del tiempo, y no hemos parado de ver películas que nos pueden contar lo mismo en todas estas décadas, ya sean ambientadas en la actualidad o como en este caso, 400 años atrás. Lo que hace interesante esta película es la recreación de este mensaje a través de cuento clásico japonés, casi como contado oralmente de abuelos a nietos, de narración de una historia cercana a la leyenda, donde incluso podemos encontrarnos con algún elemento sobrenatural, que tan fáciles son de encontrar en ellas. Ese aire místico está realmente bien conseguido.

Es una película que me ha gustado, tiene una buena historia, generalmente bien contada, con algunos pasajes muy buenos y a la que le puedo achacar pocos fallos, pero tampoco ha llegado a maravillarme, igual porque las expectativas eran demasiado altas por la fama que la precedía, o porque no he llegado a implicarme del todo con los personajes, especialmente con los protagonistas masculinos. Cuentos de la Luna Pálida de Agosto es una película interesante para adentrarse en el cine clásico japonés y además, para explorar la época feudal de este país. Cuenta con momentos muy logrados tanto en lo emotivo como en lo visual, con escenas muy poderosas y evocadoras. Pero su gran virtud puede ser también su gran punto en contra, ya que quien no esté interesado en el cine clásico japonés y en esta época histórica, posiblemente encuentre esta película aburrida, a pesar de lo universal de su mensaje.


Ficha en FilmAffinity de Cuentos de la Luna Pálida de Agosto.

viernes, 25 de enero de 2013

El Fantástico Viaje del señor Bilbo Bolsón, el Hobbit

Último viernes de mes, y eso significa que toca abrir El Baúl Mohoso. En esta ocasión y debido a una coincidencia inmejorable en el tiempo, os traigo la reseña de El Hobbit. ¿Otra vez? No, no la de Peter Jackson (aunque muchos seguro que la consideran merecedora de una sección así, aunque no sea mi caso), sino una de las adaptaciones previas que se hicieron del libro de Tolkien: la adaptación para televisión realizada por la Unión Soviética en 1985.

Lo primero: no, no me he equivocado de póster, esa es la imagen que suele acompañar a la película en las bases de datos y al buscar por internet. ¿Que quién es el señor con cara de estar cantando fados? Pues el narrador de la historia. O bueno, el que he asumido que es el narrador de la historia, porque esta versión de El Hobbit de la URSS no se encuentra disponible con subtítulos serios (a fecha de hoy), por lo que he realizado muchas suposiciones. Esta no sería la única.

En cualquier caso y como no entendemos lo que dicen, podríamos plantearnos la película de la siguiente manera: un grupo de enanos comunistas, camaradas de la patria, se unen de forma heroica para luchar contra Smaug el Capitalista, que acumula las riquezas de todo el pueblo mientras los oprime de forma cruel comiéndose el sustento de la gente y vomitando fuego y destrucción sobre los sufridos trabajadores, arruinando sus esperanzas en un mundo más justo. ¿Os habíais planteado lo bien que queda la trama de El Hobbit para ese contexto político?

Esta versión de El Hobbit realizada 28 años atrás, estaba enfocada a la televisión y con un marcado carácter infantil. No se puede esperar por tanto un tratamiento serio ni un gran despliegue de medios visuales. Bueno, en general, no se pueden esperar medios visuales cinematográficos a secas, estando la producción en ese sentido más próxima a una obra de teatro que a una película, con alguna que otra excepción. Sin embargo, dado el tono infantil y aventurero del libro de Tolkien, este tratamiento no supone un gran problema para la película, y de hecho, se podría decir que es una baza a favor.

Podríamos comentar muchas cosas. Por ejemplo, empezar por la caracterización de los personajes, con un Gandalf el Gris que lleva brillantina en la cara (imagino que para darle un toque más mágico, todo el mundo sabe eso), unos enanos con trajes que parecen reciclados de una adaptación previa de Peter Pan, la total ausencia de diferencias en el tamaño entre Bilbo, los enanos y Gandalf, aunque sí la haya con los hombres de Valle, o la totalmente espectacular caracterización de Gollum, de la que no voy a mostrar ninguna imagen reservando así la sorpresa, por si alguno de vosotros incautos se aventura a ver esta película.

Gandalf el Gris proponiendo una aventura a Bilbo

Podríamos hablar también de los decorados, o de la ausencia de ellos. El bajo presupuesto obliga a muchas cosas, y así el papel pintado para decorar la casa, los exteriores de Hobbiton o la ciudad de Valle es el gran protagonista. Al menos no son malos dibujos, y como digo acentúa ese aire teatrero de esta adaptación. Mención especial al respecto para la casa de Bilbo, cuya puerta aparece pintada y está siempre abierta. Esto implica que cuando llegan los enanos, el señor Bolsón ya se los va encontrando uno por uno dentro de su casa, ahorrándose así un escenario más, aunque lo que debería haber hecho sería llamar a la policía por tener intrusos en su casa. O cerrar la puerta.

Sin embargo sí que han intentado recrear algunas escenas más complejas, y se nota que han tirado la casa por la ventana en algunos momentos, dentro de las propias limitaciones. La escena de las Montañas Nubladas tuvo que ser un derroche de dinero en la película (¡chúpate esa Weta e ILM!), y así no nos perdemos ni a los trasgos de las Montañas Nubladas, que por cierto son unos tíos con pijama gris, ni al Gran Trasgo, aunque este sea una versión más musculada de Mario, el famoso fontanero. También aparecen las arañas del Bosque Negro y por supuesto, Smaug el dragón.

El grupo de enanos llega a las Montañas Nubladas

La duración de la película es de una hora y diez minutos, por lo que es bastante ágil. Esto, además de poder ser esgrimido por algunos como un argumento contra Peter Jackson (¡ves como sí da tiempo!) y su trilogía sobre El Hobbit, implica recortes, numerosos recortes. Y para eso lo mejor es saltarse páginas y páginas del libro, guillotinando del guión todas aquellas escenas que puedan suponer todo un reto para la imaginería visual de la cinta o que no aporten mucho: nada de Elrond, ni Beorn, ni elfos. Y aquí es donde entra en narrador que protagoniza el póster de la película. Cada vez que aparece, podemos aventurar que hay un salto en la historia y nos está explicando a grandes rasgos uno de los pasajes del libro.

A pesar de lo cutre de la adaptación, debo decir que me sorprendió el aire entrañable que emana. Será muy mala en medios, decorados y caracterizaciones, aunque esto acaba siendo divertido y permite echar unas risas, pero resulta que me encontré con una película inocente y amable. El supuesto narrador llena los huecos argumentales (o imagino que lo hace) y la acción va yendo de un sitio a otro de manera muy sencilla y ágil. Además la música, o por lo menos el tema principal, que asumo es la versión soviética del Misty Mountains, es bastante pegadizo y me gustó mucho, al igual que me divirtió el uso de marionetas en ciertos momentos. El carácter infantil de esta cinta y que no se tome demasiado en serio consigue que el espectador tampoco lo haga, y eso es todo un acierto.

Es cierto que no está subtitulada, pero si os habéis leído el libro el no entender lo que hablan tampoco es un hándicap tan importante, ya conocemos la historia y lo que tiene que pasar, y únicamente por su apartado visual y la absoluta frikada que es, ya merece la pena. También es cierto que es mala, pero es entrañablemente mala y hace reír en varios momentos si se toma con humor. A mi por lo menos me divirtió bastante, y para una reunión con amigos dedicada a ver rarezas, puede ser toda una apuesta segura.

El de naranja no es Naruto, es Thorin Escudo de Roble

miércoles, 23 de enero de 2013

Denpa teki na Kanojo

Denpa teki na Kanojo es una miniserie de 2 OVAs editadas a lo largo del 2009. La animación corrió a cargo del estudio Brains Base, estudio que en los últimos años ha producido otras series de bastante calado como Durarara, Natsume Yuujinchou o Mawaru Penguin Drum. En la dirección se encuentra Mamoru Kanbe, que ya se encargó de la adaptación al anime de Elfen Lied, aunque también de la decepcionante para mi gusto Sora no Woto.

En esta miniserie se nos presenta a dos personajes: Juuzawa Juu, el clásico delinquente estudiantil que va a su aire y se mete en peleas frecuentemente, y a Ochibana Ame, una misteriosa chica que dice que lo conoció en una vida pasada y que se ofrece a servirle como su guerrera. Juu no le presta demasiada atención, pero un día una de las compañeras de clase es asesinada, y los dos se ponen a investigar el caso.

Denpa teki na Kanojo se compone de dos episodios, donde en cada uno de ellos se nos cuenta una historia, asociada con un crimen que los protagonistas tienen que investigar. Esta estructura hace que no haya mucha relación entre ambos episodios, y por tanto que la continuidad de la serie se resienta un poco. Desconozco si la intención era hacer más episodios e irlos hilando poco a poco, pero tal y como está planteada la serie con estos dos, creo que cojea.

No es únicamente que parezca un poco floja a nivel de conexión entre historias, sino que los personajes no ayudan mucho. Tanto Juu como Ame, especialmente esta última, me resultaron totalmente indiferentes. Ella por no destacar especialmente y ser además el habitual estereotipo de chica sumisa y servil, y de la que creo que no se ha mostrado otra cara en estos dos episodios, o al menos, no todo lo que debería para que me hubiera llamado más la atención; y él por tener menos carisma que un bloque de madera, además de que muchas veces era frustrante ver ciertos acontecimientos en la serie y que no reparara en algunas cosas básicas. 

Con solo dos episodios no se puede pedir mucho desarrollo de personajes, pero no hubiera estado mal mostrar algunos matices algo más complejos, es algo que eché en falta. He visto otras OVAs de poca duración, e incluso de un único episodio, cuyos protagonistas están mejor retratados que aquí, en mi opinión.


En cuanto a las historias propiamente dichas, no me deslumbraron ni me llamaron especialmente la atención, pero sí que me gustó el punto de locura que se destila en ambos episodios. En ambos la serie juega con la idea de que a alguien se le cruza un cable y comete alguna locura, y el estado desquiciado de los culpables en ambos casos fue de lo que más destacaría de la serie.

De las dos historias encuentro más interesante la primera, con la trama del crimen y su resolución con su pequeño giro, correcto y efectivo. La segunda juega con una idea interesante, intentando medir la felicidad y jugar con eso para plantear otra truculenta trama, pero no llegó a convencerme, quizá porque había momentos en que todo me parecía bastante obvio o incluso un tanto tramposo. El ritmo de los episodios es bastante correcto, son de 40 minutos de duración y en general, salvo algunos pasajes, se dejan ver bastante bien.

Pero es que hay ciertos momentos en ambos episodios que me daban ganas de zarandear a los personajes por lo ridículo de la situación. Igual se podría achacar al shock que estaban sufriendo, pero es que hay cosas que no entiendo en la acción, decisiones que me parecen un tanto fáciles para ganar más minutos de trama y algo de suspense, pero de forma un tanto chapucera, para mi gusto.

La animación sí me resultó interesante, especialmente los fondos y escenarios. No tanto en los personajes, con un diseño algo básico y que no llegó a gustarme demasiado, especialmente el de Ame. Los movimientos de los personajes también parecían un tanto ratos en ocasiones cuando la fluidez de una escena de acción requería más dinamismo. Me resulta extraño, puesto que Brains Base creo que hay hecho buenos trabajos y siendo dos episodios y en formato OVA, esperaba más calidad en ese sentido.

No hay mucho más que contar, puesto que la serie no da más de sí. Para mi, una miniserie bastante olvidable y que no destacaría en ningún apartado, me dejó bastante frío cuando la vi, y desde luego no permanecerá mucho tiempo en mi recuerdo.


lunes, 21 de enero de 2013

Django Desencadenado

Este fin de semana tuve la oportunidad de ver la última película de Quentin Tarantino, director entre otras de Kill Bill y la archiconocida Pulp Fiction. Si bien lo poco que he visto de Tarantino me ha gustado bastante, tengo pendiente ver gran parte de su filmografía. Y qué mejor oportunidad que no dejar pasar su último producto, que ha cosechado buenas críticas y se ha llevado ya algunos premios.

La historia tiene lugar unos años antes de la Guerra Civil de Estados Unidos. Django es un esclavo al que el Doctor Schultz, un cazarrecompensas, le propone dar la libertad si le ayuda a encontrar a unos bandidos. Pero Django también tiene su propio objetivo, que es encontrar a su mujer, Broomhilda, de la que se separó tras ser vendidos por separado.

Tarantino aquí nos presenta una película que se podría enmarcar claramente dentro del género western, pero que es utilizado para tratar un tema tan peliagudo como la esclavitud. El resultado es una mezcla tremendamente interesante y atractiva en cuanto al argumento y el planteamiento, y que cuenta con el sello del conocido director en su desarrollo.

Django es una película explosiva desde el comienzo. La presentación de los personajes principales se realiza de manera brillante, especialmente la del Doctor Schultz, interpretado por un Christoph Waltz que está inmenso en su personaje. A pesar de que Django es el protagonista, desde mi punto de vista Schultz le roba gran parte del protagonismo gracias a su tremendo carisma y unos diálogos magníficos. En cuanto al resto de actores no hay nada que objetar, todos están a un buen nivel, desde Jamie Foxx como Django, hasta Leonardo DiCaprio como Calvin Candie, dueño de una plantación y que será un escollo para Django y el Doctor Schultz, o Samuel L. Jackson como Stephen, el mayordomo jefe de Candie. Todos los actores hacen un buen trabajo, y eso ayuda a que la película gane mucha fuerza.


Pero unos buenos actores no serían tan grandes si no hubiera un buen guión detrás. Y Django Desencadenado lo tiene en líneas generales. Tras la fantástica presentación de personajes, la película entra a desarrollar la relación entre Django y el Doctor Schultz y plantearnos las motivaciones de ambos, donde la sed de venganza de Django se convierte en el gran motor de la historia. No obstante y a pesar de un tema tan oscuro, el guión se aligera bastante gracias a grandes diálogos y momentos que relajan un tanto la tensión del momento.

Destacaría varios de estos momentos de la película, muchos de ellos puramente "Tarantinescos". Pero de entre todos me quedaría con esa reunión-debate de los encapuchados que van en busca de Django y el Doctor Schultz, y que se tiran un buen rato discutiendo algo trivial que no aporta nada a la trama, pero que supone un alivio cómico tremendo, recordando a los Monty Python. Y lo que es más sorprendente, consigue un poco de comedia de un tema tan espinoso como el Ku Klux Klan. Eso es lo que consigue Tarantino, y creo que tiene bastante mérito.

En general este fantástico ritmo se mantiene en gran parte de la película, excepto cuando aparece Calvin Candie en escena. Y no es porque DiCaprio haga un mal papel (para nada) o que no sea necesario, pero esta parte intermedia de negociación y viaje se hace un poco larga y rompe un poco el ritmo frenético que tenía la película hasta aquí. Sin embargo, no es nada serio, y de nuevo la película remonta el vuelo en su tercio final, que se nos plantea de forma fulgurante e inevitable, recuperando el tono mordaz de la primera.


Tarantino pretendía tratar aquí el tema de la esclavitud, y a su manera tan especial de plantearnos las cosas, lo hace bastante bien. Hay escenas que incomodan un tanto, recordando el abominable comportamiento del ser humano no hace tanto tiempo, y lo hace sin perder el humor pero soltando algún latigazo a la conciencia de vez en cuando. 

Por lo demás y como no podía ser de otra forma estando este director tras la cámara, tendremos litros y litros de sangre, tiroteos y explosiones. Las escenas de acción están muy bien llevadas, muy claras y de una resolución imprevista, lo que siempre supone un aliciente ya que no sabremos muy bien qué va a pasar exactamente. A nivel técnico creo que no se le puede reprochar nada a Tarantino.

Además, la música acompaña a la película de manera notable de forma general, aunque la mayoría de las piezas no sean originales, sino que reutiliza temas clásicos de Morricone o incluso de música clásica. Y la ambientación de la película también se encuentra a un buen nivel, ya sea en vestuario (muy divertido el momento en que Django sale con el traje azul) como en los decorados, con esas imponentes casas en las plantaciones, y en general con ese espíritu western que inunda cada fotograma de la película.

Concluyendo, lo importante sería resaltar que he disfrutado mucho viendo Djando Desencadenado, y eso es lo importante. La película tiene un pequeño bajón de ritmo hacia la mitad, pero el resto es tan épico, divertido y espectacular que no supone un gran bache. Eso sí, es una película de Tarantino, y su toque personal está por todos lados, así que si no eres muy fan de este director posiblemente tampoco te guste la película. Y si lo eres, o no lo conoces, Django es una buena película para empezar, ya que dejando a un lado al director, es muy buena y merece la pena verla en el cine.


Ficha en FilmAffinity de Django Desencadenado.

viernes, 18 de enero de 2013

¡Vivir! (Huozhe)

Os traigo la película que abre el ciclo de cine Miradas de Oriente, en este caso, representando a China: ¡Vivir!, de Zhang Yimou, uno de los directores chinos más conocidos en occidente principalmente gracias a sus películas Hero o La Casa de las Dagas Voladoras. Pero Yimou no se ha dedicado al cine épico únicamente, y así, también ha dirigido otras películas más intimistas como la sensacional Happy Times o las muy correctas Ni Uno Menos y El Camino a Casa. Y por supuesto incluiría ¡Vivir! en esta categoría.

En esta película asistimos a la recreación de una de las etapas históricas más importantes del gigante asiático, y posiblemente la más importante del siglo pasado, puesto que ha marcado su identidad desde entonces. Este retrato histórico y cultural se nos presenta a través de las vivencias de una familia china, en la cual el padre, Fugui, tuvo que abandonar el hogar, perdido por deudas de juego. Fugui se va a buscarse la vida, abandonado por su mujer, viéndose involucrado en la revolución maoísta y sobreviviendo como marionetista.

¡Vivir! es una película muy buena, y me alegro de haberla seleccionado para este ciclo. Cubre una gran etapa de la historia de China, ya que comienza antes de la revolución y vivimos esta y sus consecuencias y el proceso de adaptación del país y sus ciudadanos. Para ello se recurre a varios saltos temporales, pero están muy bien introducidos y no resultan confusos. Es muy interesante además observar la evolución de los personajes a lo largo de todos estos años, así como los cambios en la propia identidad del país y algunos detalles culturales de una región tan lejana.


En lo que respecta a la historia, creo que ¡Vivir! refleja muy bien la incertidumbre y el miedo tras la revolución, ante esa etapa de cambio que uno no sabe muy bien cómo va a resultar. En estos momentos Yimou aprovecha para lanzar algunas críticas, más o menos bien camufladas entre otras ideas que parece destacar positivamente de la revolución. Así, a la vez que recalca algunos ideales en la película (nadie pasará hambre, todos se ayudan entre todos, etc.), la realidad se impone duramente en ciertos momentos, mostrando así un claro contraste entre ideales y resultados. Así, parece ser que Yimou fue castigado por dos años y la película prohibida en su país.

Para recrear toda esta etapa histórica la película se vale de una buena ambientación y recreación, convirtiéndola en una buena opción para aquellos amantes del cine histórico, aunque en este caso, de la historia reciente. Destacaría especialmente detalles como la música y el vestuario, pero especialmente el cambio que sufren ambas desde principios de la película, donde todo era más colorido y la música más libre, hasta que se impone la revolución y de repente vamos viendo todo más gris y donde lo que escuchamos cantar es básicamente propaganda. Este cambio se puede apreciar también de manera muy acertada en los escenarios.


Y además de la música y el vestuario no puedo dejar de comentar también el apartado técnico, especialmente la fotografía y la dirección, donde en la primera mitad de la película hay innumerables planos que parecen postales. Yimou siempre me ha gustado mucho, y ya en una de sus primeras películas muestra muy buen hacer en este sentido. Y no es que la elección de los planos resulte muy adecuada y resalte visualmente la historia, es que hay otras escenas de gran simbolismo y en las que el director chino se encuentra muy acertado, como la sensacional escena del cuchillo desgarrando la tela del teatro de marionetas, nada más simbólico para hablar de la ruptura de los sueños (no es spoiler, tranquilos, pasa casi al principio de la película). Y respecto a las marionetas, cada show que vemos es una gozada en cuanto a la realización.

También los actores hacen un buen trabajo, en especial Gong Li interpretando a Jiazhen, la mujer. Una interpretación portentosa y cargada de matices a la que intenta seguir como puede Ge You, que interpreta al marido, Fugui. Sobre él recae gran parte del peso de la película y no lo hace nada mal, pero Li consigue transmitir bastante más que él. El resto de actuaciones son bastante correctas y naturales, incluso la de los niños. En cualquier caso, sus personajes resultan muy cercanos, nada idealizados y sí muy humanos, por lo que es muy fácil cogerles cariño.

¡Vivir! es una muy buena película, casi impecable desde un punto de vista técnico, pero me da la sensación que no es fácil de ver, ni mucho menos recomendar, ya que creo que requiere de un interés previo por parte del espectador en la cultura china y más concretamente, en su historia reciente. Tampoco es una película agradecida, en el sentido de que los protagonistas lo pasan mal en distintos momentos de su vida y todo se reduce a una lucha por ir saliendo adelante, pero a fin de cuentas, ¿no es eso algo bastante realista y normal? El título de la película lo dice todo, y supone todo un alegato para seguir levantándose frente a las adversidades. 

Aunque no sea una película fácil, creo que si estáis interesados puede ser una cinta muy a tener en cuenta para ver. No tanto como divertimento cinematográfico, sino casi como documental, como ventana a una etapa histórica a través de los ojos de una familia normal que tuvo que pelear por salir adelante.


miércoles, 16 de enero de 2013

SKET Dance (anime)

Aprovechando que el anime ha finalizado hace poco, por fin puedo hablaros de una de las series que más me han gustado últimamente. Sket Dance comenzó a publicarse en las páginas de la Shônen Jump de Shueisha allá por 2007, después de que su autor, Shinohara Kenta, publicara un one-shot en la misma revista presentando la idea original de la historia. Hasta entonces, Kenta había trabajado como ayudante de Hideaki Sorachi, el autor de Gintama, y esta relación se trasladaría a Sket Dance, tanto por algunas reminiscencias en el dibujo como por la historia.

En abril de 2011 comenzó a emitirse el anime de la serie, que corrió a cargo del estudio Tatsunoko Production, que lleva en pie desde los años 60 y ha producido clásicos como Meteoro, Comando G o Chicho Terremoto. Sket Dance finalizó su emisión en septiembre del año pasado, después de 77 episodios. El manga sigue, pero en esta reseña me centraré en el anime.

Al igual que Gintama, Sket Dance nos presenta a un grupo de personas cuya misión es ayudar a otras, pero a diferencia del surrealista shônen histórico-futurista, Sket Dance sitúa la acción en el presente y en el clásico instituto japonés. Los protagonistas tienen un club mediante el cual reciben a estudiantes con problemas y se prestan a ayudarlos, aportando sus habilidades personales, que suelen ser de lo más útiles en estos casos.

Hay que reconocer que la premisa no es especialmente original, sobre todo teniendo otro manga similar en la revista como el propio Gintama, y posteriormente con la aparición de Medaka Box. Imagino que la temática de clubs que ayudan a gente se ha puesto algo de moda. Sin embargo y mientras que Gintama no llegó a engancharme (aunque tengo pendiente darle una segunda oportunidad), y Medaka Box evolucionó hacia algo totalmente diferente, Sket Dance se mantenía como una serie bastante amable y entretenida. Y esa sensación amable se ha trasladado de manera más que correcta al anime.

Lo primero que me gustaría resaltar es la animación, de buena calidad y sin altibajos apreciables de manera general, salvo al final de la serie, lo que es un logro para un anime de esta duración. Tatsunoko ha conseguido una animación muy fluida, colorida y agradable, recreando a la perfección el diseño de los personajes y acertando con la elección de las voces. El único pero que le pondría a la animación sería el giro extrañamente histriónico que toma en algunos momentos del último tramo de la serie, que no llegó a gustarme. Por otra parte, la música me ha gustado bastante, tanto en la canciones de apertura y cierre, como algunos de los temas usados durante el resto de la serie, en especial en las sagas dramáticas.


En cuanto a los personajes, debo decir que para mi es de los puntos fuertes; seguramente por eso me ha ganado, a pesar de que algunas tramas no están a un nivel tan bueno como otras. Los personajes son muy buenos. Bossun es el líder del grupo, un chico al que sus otros dos compañeros no dudan en seguir, a pesar de que aparentemente y comparado con los otros dos, sería el más inútil. Las habilidad principal de Bossun es concentrarse de manera excepcional cuando se pone sus gafas especiales, lo que le permite resolver algunos de los misterios que tienen lugar en la serie. Luego estaría Himeko, la chica del grupo y que es el miembro más fuerte de todos, no en vano la apodaban Onihime (la Princesa Demonio), por su brutal fuerza. Y por último Switch, el otaku sabelotodo del grupo que sabe todo de todo el mundo, y que habla a través de un sintetizador de voz.

Como habréis podido deducir por la descripción de los protagonistas, Sket Dance tiene una alta componente cómica, y esto es un plus y puede ser una condena a la vez. El plus es que este tipo de series cómicas, si son bien llevadas al anime ganan bastante con las voces y la recreación de los gags visuales, que en papel es más complicado. En ese sentido, creo que la serie funciona de manera muy notable. Por contra, el problema que tienen este tipo de series y como igual ya me habéis leído comentar más de una vez, es que creo que el sentido del humor es algo muy personal de cada uno, por lo que se vuelve algo extremadamente difícil de recomendar, salvo que se conozca bien a la persona que recibe la recomendación.


A mi en particular me encanta el humor de la serie, me ha hecho reír a carcajadas. Puede ser muy surrealista, llegando a romper la cuarta pared o utilizando algunas componentes fantásticas, pero sin alcanzar las cotas estratosféricas de series como Arakawa under the Bridge o la más reciente Sasami-san@Ganbaranai (si es que es comedia, que no lo tengo claro). El humor por una parte gira en torno a la relación del trío protagonista y los comentarios que se hacen entre sí, lo que tiene gran componente cultural y puede ser la parte más dura, ya que hay numerosos juegos de palabras; y por otra, a las situaciones rocambolescas provocadas por personajes aun más estrambóticos que los protagonistas, y que forman una excusa perfecta de hablar un poco de diversas facetas de la cultura japonesa, aunque siempre de manera muy ligera y amable. Estos personajes secundarios aportan mucho dinamismo y lo bueno es que no pasan al olvido, sino que aparecerán recurrentemente a lo largo de la serie, dando una gran sensación de continuidad.

En las historias se podrán encontrar guiños al shôjo manga (grande Roman), a los samuráis, aunque este esté enganchado al teléfono móvil, a los clubs de deporte, a juegos ridículos y por supuesto, a los archienemigos, el Consejo de Estudiantes del Instituto. Pero más allá de todos estos guiños y referencias, la serie destaca porque no se olvida de sus personajes, como decía, y no establece un reset al final de cada episodio. Switch no habla por un motivo, Himeko sigue al lado de Bossun por otro, y al final poco a poco vamos descubriendo por qué están ahí y tienen esa fe inquebrantable en él. Sorprendentemente, para ser una serie con un alma eminentemente cómica, las mini-sagas dramáticas son excepcionales y para mi, los episodios favoritos de la serie.


Como digo, es una de las series que más disfruto leer y más he disfrutado ver. Tiene episodios más inspirados y otros menos interesantes, pero la valoración global para mi es muy positiva. Sin embargo y como ya dije antes, no la puedo recomendar a la ligera debido a su naturaleza cómica. En cualquier caso y si os interesa, echadle un vistazo a los 4 o 5 primeros episodios, y si os resulta entretenida, seguid con ella; si veis que no os dice nada, lo mejor es dejarla y pasar a otra cosa, porque ese es el estilo que os podréis esperar durante casi toda la serie. 

El anime para en cierto punto de la historia para no superar al manga, y han optado por una pequeña conclusión de mini-saga y dejar el resto sin cerrar, lo que es de agradecer en lugar de meter relleno, cosa que sería muy fácil en este tipo de serie. Visto lo visto, me inclino a pensar que habrá más temporadas en el futuro, aunque de momento habrá que contentarse con la OVA anunciada para el mes que viene.

lunes, 14 de enero de 2013

Firefly

Firefly es una serie de televisión de ciencia-ficción de Joss Whedon, nombre que ahora seguramente no pase desapercibido tras ser el director de la reciente adaptación a la gran pantalla de Los Vengadores. Sin embargo Whedon no era un desconocido cuando Firefly se estrenó en las televisiones americanas allá por 2002, ya que venía de dos series que tuvieron un buen tirón: Buffy Cazavampiros y Ángel.

En esta serie, Whedon nos plantea un futuro donde el viaje espacial es una realidad y la humanidad ha colonizado diversos planetas, todos ellos bajo el control de la Alianza. Malcolm Reynolds es el capitán de la nave Serenity, dedicándose junto a su tripulación a realizar pequeños encargos de dudosa legalidad para ganarse la vida en las afueras de los dominios de la Alianza.

He simplificado mucho el argumento, lo sé. Pero no quiero comentar mucho más, porque realmente creo que si no conocéis esta serie, tenéis que verla y descubrir más matices por vuestra cuenta. Baste decir para que os pique un poco la curiosidad, que Firefly es un western-space-opera. Una mezcla de género bastante peculiar, pero que los aficionados al anime ya pudimos disfrutar en una serie de ambientación similar: Cowboy Bebop.

Esto quiere decir que nos encontraremos argumentos típicos del salvaje oeste, pero en un futuro indeterminado con viajes espaciales y donde la humanidad habla una mezcla de inglés y chino (usado generalmente para maldecir, muy hábiles), que se supone que son las dos potencias que acabaron por tener el control de la Tierra. Realmente puede resultar un poco chocante al principio tener naves espaciales pero llegar a un planeta y a partir de ahí moverse a caballo, pero la serie lo explica implícitamente asumiendo que en los mundos más alejados del poder de la Alianza la tecnología no llega tan fácilmente y las condiciones de vida son más duras. Bastante han hecho con terraformar los planetas y colonizarlos, pero no hay dinero para tanto y los colones tienen que apañarse como pueden. Así pues, curiosamente la situación de colonización y condiciones extremas en planetas alejados encaja bastante bien con la historia del salvaje oeste.

Pero esta similitud no queda únicamente aquí. Como decía, muchos de los capítulos son una revisión de historias clásicas del oeste, y así tenemos, además de los clásicos trabajos de contrabandista y emboscadas repletas de disparos, asaltos a trenes para robar mercancia o el equivalente de la defensa de un fuerte frente a un grupo de pretende tomarlo por la fuerza. Estas revisiones funcionan extraordinariamente bien.


Y es así gracias a un buen trabajo de guión, y a un ritmo narrativo excelente. Hay capítulos muy buenos desde el punto de vista de la historia, y hay capítulos muy interesantes en la manera de contarla, alternando flashbacks con situaciones presentes, y no me refiero a pequeñas menciones para contar algún hecho aislado. Y por supuesto, se alcanza un gran nivel cuando hay una buena historia, que hace evolucionar a los personajes, y está contada de manera magistral, y afortunadamente, de esos hay varios episodios. 

Realmente es una gozada ver cada capítulo de esta serie, no hay capítulo aburrido y sí he encontrado auténticas maravillas que te atrapan desde el primer minuto y no mantienen pegado a la pantalla a golpe de humor, acción y unos personajes que son más que carismáticos. Y es que me gustaría señalar que además de los tiros y persecuciones, Firefly tiene grandes dosis de humor, ya sea en los gestos de Mal, los ágiles diálogos de sus personajes o situaciones resueltas de manera brillantemente rocambolesca. Eso sí, no es una comedia, por mucho que se empeñaran en intentar venderla así.

Habría mucho que decir de cada uno de los personajes, pero el gran baluarte de esta serie es su capitán, Malcolm Reynolds, interpretado de manera magistral por Nathan Fillion (Dr. Horrible, Castle). Fillion le aporta el toque caradura y sinvergüenza necesario a su personaje, pero sabemos también que es un hombre que tiene su propio código moral y que daría todo por su tripulación. Y ellos también lo saben. Los secundarios no se quedan atrás, y entre ellos destacaría a Zoe, compañera de Malcolm en la guerra y su mano derecha en la Serenity; o a Jayne, un mercenario contratado por Malcolm y cuya lealtad está asegurada únicamente por la paga que recibe. El resto están menos tratados que los otros, pero funcionan muy bien en la serie, la química que hay entre todos los personajes es envidiable, y uno de los grandes alicientes.


Otro punto a comentar, siendo una serie de ciencia-ficción ambientada en el espacio, serían los efectos especiales. Realmente no hay demasiados, pero cuando hay que cumplir la serie lo hace de manera aceptable para una serie de televisión que ya lleva 10 años a sus espaldas. Salvo algunos momentos aislados no hay un gran despliegue visual de medios, y realmente, no hace falta. Firefly no pretende impresionarnos mostrando muchas naves espaciales (aunque las hay y están bien retratadas, entre ellas la propia Serenity), sino que se basa en la dinámica de sus personajes y en las historias de tipo western fundamentalmente, para las que no hace falta tanto efecto especial. 

En ese sentido la ambientación está bien conseguida, recordando visualmente al aspecto clásico de las películas del oeste pero con algunas modificaciones que resaltan que realmente no estamos en el pasado ni en la Tierra, fusionando la cultura china con la occidental de manera muy acertada y original. Y a este apartado visual contribuye también el sonoro, con temas totalmente reminiscentes al oeste, tanto en el opening de la serie como las piezas que componen el resto de la banda sonora.

Para ir terminando, os presento, u os recuerdo si lo conocéis ya, el gran problema de Firefly: está cancelada con 14 episodios. Y eso implica dejar todas las tramas abiertas (absolutamente todas), que elementos que parecía que iban a tener mayor importancia tengan una presencia testimonial, como los reavers, y que el final te deje con ganas demás y lamentando que esta serie no haya seguido varios años más en antena. 

Este es uno de esos casos donde la crítica era buena pero la serie fue cancelada por una mala planificación de la cadena, que la emitió en el peor día posible, la promocionó como lo que no era, y además se metió con la historia insinuando que era "demasiado oscura" y que tenían que aligerarla. Imagino que como no le gustaba lo que estaba viendo y los resultados no estaban acompañando (normal si la emites un mal día y la anuncias como lo que no es), la serie fue cancelada sin poder terminar siquiera la primera temporada. Y es una auténtica lástima, porque esta serie podía haber sido muy, muy grande, y a pesar de que hay una película (Serenity) y unos cómics que amplían un poco el universo, no es lo mismo.

¿Significa eso que como está cancelada lo mejor es dejarla y pasar a otra cosa? No, en absoluto. No os he contado todo, no he hablado de los hermanos Tam, de las manos azules, de Inara, Book o de la gran Saffron. Son solo 14 episodios, pero muy muy completos. Si empezáis a verla y os gusta lo que estáis viendo, os dolerá saber cómo acaba y que lo hace tan pronto, eso seguro. Pero esos 14 episodios merecen muchísimo la pena, y creo que aporta mucho más acercarse a la tripulación de la Serenity, aunque solo sea fugazmente, que no conocerles nunca. En mi caso particular y como creo (y espero) que se ha notado en la crítica, se ha convertido en una de mis series favoritas y que recomiendo y recomendaré encarecidamente.


viernes, 11 de enero de 2013

Fanny y Alexander

Después de El Séptimo Sello, Fanny y Alexander es mi segunda incursión dentro de la filmografía de Ingmar Bergman, posiblemente el más conocido de los directores suecos. Esta película se presentó 25 años después de aquella y está muy bien considerada en las listas de IMDb o FilmAffinity, y ganó varios premios en distintos certámenes (Oscar y Globos de Oro, entre otros), razones por las que le di una oportunidad.

En Fanny y Alexander, situada en la Suecia de principios del siglo pasado, asistimos a la vida cotidiana de una familia más o menos bien acomodada, y los diferentes sucesos que van teniendo lugar, reflejando un retrato de la sociedad de la época.

Esta va a ser una reseña difícil, porque no os hacéis una idea de la pereza que me da revisitar esta película, aunque sea únicamente para hacer la reseña. Por si quedaba alguna duda, y que me perdonen los fans de Bergman, Fanny y Alexander me parece sencilla y grandiosamente aburrida. Aburridísima.

Tenía puestas esperanzas en el comienzo, especialmente tras una escena un tanto inquietante que involucraba a cierta estatua, pero a partir de ahí la película comienza a desinflarse y a parecerme tremendamente tediosa y anodina.

Curiosamente la película tiene un breve momento bastante inspirado, a mitad de película, donde me pareció creer que remontaría el vuelo. Es decir, que hasta ese momento había asistido a una presentación de personajes y trama más lenta de lo habitual, y que estaba en el punto en el que la historia por fin comenzaría a desarrollarse a un ritmo más ágil. Error, no fue más que un espejismo de media hora. Eso sí, muy buena media, consiguiendo transmitir una tensión y una ambientación opresiva que luego se echaría de menos en el resto de la película.

En cualquier caso, no todo es malo. El vestuario y la ambientación están muy logrados, retratando una buena imagen de la Suecia de principios del siglo XX y mostrando grandes contrastes entre la mansión recargada de los Ekdahl y la austera casa del obispo Vergérus. La dirección de la película, en lo que respecta a los planos y el apartado técnico, es también bastante notable e interesante.

En el mismo plano positivo tendría que destacar las interpretaciones, que tampoco estaban nada mal, rayando por lo general en un nivel bastante bueno siendo muy naturales y creíbles. Especialmente acertado está Jan Malmsjö como el obispo Vergérus, un personaje con una evolución muy interesante y que refleja ciertas conductas de aquella época en un país tan religioso. Con él en pantalla es cuando tenemos la parte más interesante de la película, que comentaba anteriormente.


Sin embargo, eso no es suficiente para mi. Son más de tres horas de película, y se hacen irremediablemente pesadas en su mayor parte, debido a un ritmo excesivamente lento. Tanto que tuve que verla en dos días a pesar de tener tiempo disponible de sobra para verla en el mismo.

Como película de época que se podría considerar también, trata con mayor o menos inspiración ciertos temas de la sociedad de entonces, además de la religión, como aspectos del día a día o las clásicas cenas con múltiples invitados, las infidelidades y su repercusión en la familia o algunos detalles del papel de los sirvientes. El problema es que me parece que en general, lo hace de manera bastante tediosa, o dejando algunas situaciones sujetas con pinzas, como el final.

Conociendo a Bergman y después de la experiencia con El Séptimo Sello, es bastante posible que haya varias referencias dentro de la propia película que ayuden a interpretar ciertas cosas. Eso o ser directamente Bergman, que imagino que disfrutaría de su propia criatura, claro. Se vislumbra cierto gusto por lo onírico, por poner el punto de vista en el personaje de Alexander y por tanto ver evolucionar la trama a través del punto de vista de un niño, reflejando sus miedos e impresiones, pero el conjunto final creo que no encaja bien, al menos para mi gusto.

Personalmente no la recomendaría. Tiene una buena ambientación, así que es posible que los fans del cine de época encuentren esa parte interesante, pero el ritmo de la historia me pareció bastante tedioso, y son más de tres horas. Allá cada cual, a mi me ha hecho replantearme ver el resto de la filmografía de este hombre, incluso.


Ficha en FilmAffinity de Fanny y Alexander.

jueves, 10 de enero de 2013

Reto Literario: Recorriendo la Tierra Media

Como ya comenté más de pasada en la entrada sobre la recopilación del año y retos para 2013, este año me he propuesto releerme los libros principales relacionados con la Tierra Media, puesto que hará ya más de 6-7 años desde que los leí por última vez.


Los libros que componen este reto son:
  • El Hobbit.
  • La Comunidad del Anillo.
  • Las Dos Torres.
  • El Retorno del Rey.
  • Apéndices.
  • El Silmarillion.
  • Cuentos Inconclusos.
He quedado fuera La Historia de El Señor de los Anillos y la Historia de la Tierra Media (si no ya sería excesivo, además de que esos libros aportan ya bastante menos), así como otros más recientes como Los Hijos de Hurin, porque la historia que cuenta ya está reflejada en El Silmarillion y en los Cuentos Inconclusos.

A este reto es libre de apuntarse quien quiera, por supuesto sois más que bienvenidos. Si lo hacéis, hacédmelo saber y os añado a la lista. De momento, los aventureros de este reto somos (aparte de mi):
¡Es hora de volver a la Tierra Media!

martes, 8 de enero de 2013

Stardust (libro)

Stardust es una novela de Neil Gaiman, publicada originalmente en 1999. El libro fue posteriormente adaptado a película en el año 2007 (ya reseñada en este blog), tuvo muy buena acogida y contribuyó a dar todavía a conocer un poco más a la novela original.

Hasta la fecha no había leído nada de Gaiman, pero es un autor al que le tenía muchas ganas por las premisas de sus historias, generalmente enfocadas a temática fantástica, y la buena acogida que suelen tener. Tuve la oportunidad de leer la novela, y aunque ya había visto la película (que me encantó, ya está reseñada en este blog) eso no supuso ningún motivo en contra para tener mi primera toma de contacto con este conocido escritor británico.

Stardust nos cuenta la historia de Tristran Thorn, un chaval que está enamorado de la considerada la chica más guapa de su pueblo, Victoria. El pueblo en el que viven, Muro, está en Inglaterra, pero tiene la peculiaridad de que existe un acceso al País de las Hadas a través de una abertura en un muro. Aquel es un lugar donde hay magia y criaturas fantásticas, y donde una noche, mientras Tristran le está contando a esta chica, todo lo que haría por ella si accediera a estar con él, ven caer allí una estrella fugaz. Tristran le propone adentrarse en el País de las Hadas para traerle la estrella fugaz si ella accediera a darle un beso o incluso a casarse con él, a lo que ella acepta. Pero cuando Tristran se embarca en su viaje, acaba descubriendo que la estrella es en realidad una chica y que no es el único que la está buscando.

Quien esté buscando algo de sangre, violencia o clanes de asesinos, posiblemente esta no sea su novela, a pesar de que hay algún elemento sorprendente en ese sentido. Sin embargo y si tenéis cierta afición por la fantasía deberíais darle una oportunidad, ya que es un libro muy bueno. El estilo de Gaiman es fresco y ligero, aunque eso no quiere decir que esté falto de detalles. 

Me gustó la habilidad del escritor británico para crear una buena ambientación y dibujar todos los lugares y personajes con las pinceladas justas y un ritmo envidiable. Habría muchos elementos de esta novela que podrían dar para mucho más, pero no queda muy claro que no es el objetivo de este libro. Además, Gaiman nos deja algunas frases y diálogos que son merecedores de ser anotados en un libro de citas.

La estructuración de la historia es sencilla, empezamos con el origen de Tristran y algunas peculiaridades de Muro y el País de las Hadas para conocer dónde se está desarrollando la historia y qué reglas del juego hay, y pasamos al planteamiento de la historia y la aventura propiamente dicha en pocos capítulos. El libro es corto, algo más de 200 páginas, y eso implica que no hay mucho espacio para detenerse en detalles innecesarios, lo que está bien porque aporta un ritmo tremendamente ágil, o para desarrollar un poco más algunos aspectos de la historia, lo que es una pena. En este caso y al contrario que en otros libros, no me hubiera importado tener 40 páginas más para que se hubiera contado un poco mejor la historia de Tristran e Yvaine, especialmente cuando la historia se va encaminando hacia su final.

Los personajes están suficientemente bien presentados para las páginas que tiene el libro. Tristran e Yvaine caen bien a pesar de ser los personajes que podrían caer en más tópicos, mientras que la bruja aporta la tensión necesaria y hace bien su paper de catalizador en la historia cuando debe hacerlo, y los hermanos príncipes también ayudan a crear un buen ambiente y algunos puntos cómicos.

Pero dejando un poco de lado este análisis, lo que funciona extraordinariamente bien en Stardust es ese concepto de novela de aventuras ligera, pero no en sentido peyorativo, en absoluto. Lejos de todas las complejas novelas con intrigas palaciegas o conspiraciones que se han puesto un tanto de moda tras Canción de Hielo y Fuego (y que están muy bien), la novela de Gaiman se encuentra más cercana al estilo alegre y desenfadado de La Princesa Prometida, donde nuestros personajes conocen a seres fantásticos, viven una aventura tras otra y esta acaba afectando a su manera de ver la vida. Es cierto que igual esto aporta un nivel menos de profundidad a algunos, pero apela a nuestro sentido más primario de disfrute y de la maravilla, y se agradece encontrar algo así.

Todo amante del género fantástico no debería perderse esta novela, y además, para aquellos que han visto la película, hay que comentar que existen bastantes cosas planteadas de forma diferente en el libro, lo que supone un aliciente, ya que no se va a leer exactamente lo mismo que ya se ha visto. Es una novela recomendable, fácil de leer por lo corta y ligera que es y porque resulta adictiva y altamente entretenida. Y es que, ¿hay algo que prometa más aventuras y diversión que ir en busca de una estrella fugaz al País de las Hadas?

Ilustraciones de Charles Vess.

viernes, 4 de enero de 2013

About her Brother (Otôto)

About her Brother es la última película de Yôji Yamada, estrenada en Japón en 2010. Yamada es el director de la conocida como Trilogía de los Samuráis, formada por El Ocaso del Samurái (quizá la más conocida de sus películas), The Hidden Blade y Love and Honor, de las que he visto las dos primeras y me parecieron bastante correctas.

En About her Brother el director nos presenta una historia ambientada en la actualidad donde una viuda, Ginko (Sayuri Yoshinaga), sobrevive día a día en su tienda gracias a la ayuda de su hija, que se va a casar en breve. Ginko tiene un hermano, Tetsuro (Tsurube Shofukutei), que siempre ha ocasionado molestias por su comportamiento y su afición a la bebida. Sin embargo, Ginko siempre ha sido la que más ha tolerado y soportado a su hermano de su familia, hasta que un día se encuentra con otro gran problema y supone la gota que colma el vaso, rompiendo los lazos con su hermano, aunque pronto recibirá noticias de él...

About her Brother es una película que sigue el mismo corte intimista que Yamada imprime a sus obras. En esta ocasión tenemos el tema de la familia como fondo  y motor de la historia, lo que supone una historia más universal que la de samuráis, puesto que ¿quién no tiene problemas con algún familiar? Siempre hay alguien considerado la oveja negra, el que va por su cuenta o el que se considera que causa problemas a los demás por su comportamiento...

En esta película Tetsuro representa a esa persona. Es un personaje bastante cargante y molesto, aunque está bien dibujado y entendemos rápidamente que no lo hace con mala intención..., pero es cierto que no se da cuenta de los problemas que causa a sus allegados. Los sentimientos que provoca este personaje son extraños, sobre todo a medida que avanza la historia, ya que empezamos sintiendo rechazo y terminamos con cierta lástima, lo que puede reflejar el punto de vista de la propia Ginko tras su problema con él. No obstante para este cambio de parecer se vale de cierto recurso bastante evidente a medida que avanzaba el devenir de la trama, y aunque está bien llevado gracias a la buena dirección de Yamada, es una solución digamos "fácil" al problema de empatizar con Tetsuro.


Los actores están bastante bien en su papel, especialmente Tsurube Shofukutei, construyendo un buen Tetsuro con varios matices a lo largo de la película, pero sin perder nunca la cara del personaje. Y a nivel técnico Yamada me parece un director muy correcto, con un estilo muy clásico y eficiente; sin embargo al final, tanto en esta como en las dos películas que mencionaba anteriormente de la Trilogía de los Samuráis, me deja bastante frío. Son buenas películas y es complicado sacarle fallos, pero no termino de conectar con ellas, y con esta About her Brother, me ha pasado exactamente lo mismo.

Y es una pena, porque About her Brother es una película con buenos toques dramáticos, que plantea temas tan interesantes como el perdón, el clasismo de la sociedad japonesa, magníficamente retratado en la boda de la hija, o los valores familiares a varios niveles y entre varios personajes (madre, hija, hermanos y abuela) con un tono muy realista y sentido, pero no deja de darme la sensación de que todo resulta muy aséptico.

A esto tampoco ayuda el ritmo de la película, que dura dos horas y que creo que tarda demasiado en arrancar. La primera hora de película se hace algo pesada en algunos momentos (no de forma grave), y con el planteamiento de la segunda hora la historia mejora y se hace más interesante. De todos modos quien ha visto cine japonés ya sabe que se toman las cosas con calma, así que hay que ponerlo en contexto, pero aun así creo que la primera hora de película no es la más acertada para invitar a la gente a aguantar hasta la segunda hora, especialmente aquellos que no estén acostumbrados al cine oriental.

About her Brother me ha parecido una película correcta en cuanto a historia, interpretaciones, ambientación y dirección, pero fría. Es complicado achacarle problemas más allá de mi impresión de su excesiva lentitud al comienzo, pero en mi caso por lo menos no dejó poso más allá de algunos momentos particulares, por lo que tampoco la considero especialmente recomendable, salvo que seáis seguidores del director o muy fanáticos del cine oriental.


miércoles, 2 de enero de 2013

Higurashi no Naku Koro ni Kai

Higurashi no Naku Koro ni Kai es la segunda temporada del anime de mismo nombre (sin el Kai), cuya primera temporada se estrenó en Japón en abril de 2006, constando de 26 episodios; por su parte, esta segunda temporada se estrenó en julio de 2007 y tuvo 24 episodios más. El equipo técnico es el mismo, siendo realizadas ambas temporadas por Studio Deen y a cargo del mismo director.

Originalmente, Higurashi no Naku Koro ni son una serie de visual novels creadas por el grupo amateur 07th Expansion, que se fueron publicando en los sucesivos Comikets de Tokio empezando en el año 2002. En cada evento presentaban un nuevo arco argumental que aportaba un enfoque distinto y más luz sobre la historia. Así pues, tenemos una trama que explora distintos arcos argumentales y que en conjunto permiten tener una visión global de la historia, existiendo 4 arcos de preguntas y 4 de respuestas.

Y esta historia es truculenta. Según pudimos ver en la primera temporada, nos encontramos en el pueblo de Hinamizawa, lugar al que se muda Maebara Keiichi. Comienza a asistir al instituto y acaba teniendo un grupo de amigos, pero algo extraño sucede en el pueblo, donde la maldición de Oyashiro-sama provoca una matanza durante el festival de Watanagashi. El final de la primera temporada ya planteaba los dos primeros arcos argumentales de respuestas y vislumbrábamos parte de la naturaleza de esta maldición, pero es en Higurashi no Naku Koro ni Kai donde se adaptan los dos arcos principales de respuestas, y los que cierran los interrogantes planteados durante la primera temporada.

La primera temporada de Higurashi fue una grata sorpresa. Tiene un comienzo algo lento y juegan con una animación y un diseño de personajes muy infantil para luego cerrar el primer arco de una forma extremadamente violenta, en lo que respecta a lo visual. Todo un shock, e incluso puede que desagradable para personas sensibles. Este esquema se repite en el resto de arcos, mientras vamos conociendo poco a poco la historia de fondo, lo que proporciona al conjunto una extraña mezcla de comedia y horror que resulta muy desconcertante, ya que no es habitual ver torturas producidas por personajes que uno ha visto al estilo Super-Deformed.

Ya conocemos a los actores de esta función, así como sus personalidades, sus pros y sus contras. En esta segunda temporada nos olvidamos de sus presentaciones y los pormenores de esta estructura narrativa, y vamos al grano, a dar respuestas. No obstante hay que mencionar la excepción que supone el personaje de Furude Rika, que cobra una nueva dimensión en esta segunda temporada, así como el de otro personaje que aparece ahora y que tiene gran importancia. Está muy lograda la sensación de continuidad con los personajes que ya conocemos, así como la evolución que sufren a lo largo de los episodios o la inclusión de los nuevos, o sus nuevas facetas.


En el plano narrativo, esta segunda temporada de Higurashi cumple con creces, proporcionando las respuestas que promete, ofreciendo una solución más que satisfactoria para una serie cuyo propio planteamiento ya era bastante arriesgado, narrativamente hablando. Y lo hace de manera muy correcta, aportando siempre más información en cada uno de los arcos argumentales, consiguiendo que estos no se hagan repetitivos gracias a un ritmo muy bueno y una planificación adecuada de episodios, donde solo se puede achacar algún ligero bache en un par de episodios del último arco. 

Pero más allá de pequeños bajones, esta segunda temporada es tremendamente épica, a su manera. A medida que vamos conociendo el gran misterio y vamos viendo la evolución de los personajes y su motivación respecto a su resolución de la maldición, la serie va creciendo ofreciendo episodios y conclusiones muy climáticas y emotivas, donde se fomenta la confianza, el trabajo en grupo y el poder de la amistad como elementos capaces de modificar el destino.

Visualmente la serie ha mejorado respecto a la primera temporada, cuya animación era bastante mediocre. En esta, sin ser nada del otro mundo tampoco se ha mejorado la calidad general, manteniendo ese espíritu a la vez infantil y desconcertante gracias a la mezcla de comedia y gore, aunque se han rebajado los tonos, especialmente el nivel de violencia en comparación con el ofrecido en la temporada anterior. En esta segunda el estilo de la serie presenta una estructura más convencional a las series de misterio.

La música merece también una mención, con unas melodías ambientales que pegan muy bien con la historia, presentando temas más melancólicos como bien merece esta segunda temporada y la historia de Furude Rika, y unos temas de apertura y clausura de episodio muy acertados.

Esta segunda temporada de Higurashi complementa de forma extraordinaria a la primera, mejorando el conjunto. Es de obligado visionado para aquellos que vieron la primera, y forma un conjunto más que recomendable para los que estén interesados en una serie de misterio y horror, aunque eso sí, con un punto de violencia importante, fundamentalmente en la primera temporada.