Sígueme:

martes, 24 de enero de 2012

Hoshi wo Ou Kodomo

Hoshi wo Ou Kodomo Ficha en MAL.

Hoshi wo Ou Kodomo, cuyo título oficial en inglés es Children who Chase Lost Voices from Deep Below, es la nueva película de Makoto Shinkai, uno de los directores más importantes y a tener en cuenta del panorama de anime actual.


La historia trata sobre Asuna, una chica que vive la mayor parte del tiempo sola, ya que su padre murió hace algún tiempo y su madre pasa mucho tiempo fuera de casa por su trabajo. Asuna se entretiene escuchando una especie de radio que funciona con un extraño cristal, y un día escucha una misteriosa canción. Al poco conocerá a un extraño chico, que la salva de una criatura que la ataca camino de su casa.

Esta película es su vuelta al cine tras la sensacional 5 cm per Second, la que es para mi su mejor obra, y que tengo como una de mis películas favoritas. Las expectativas por tanto con su nueva obra estaban muy altas, y eso siempre juega en contra, como ha ocurrido al final. No obstante, es una película entretenida y disfrutable, todo hay que decirlo.
Como viene siendo habitual en sus producciones, en el apartado técnico no hay nada que objetar, en todo caso justo lo contrario, el trabajo de Shinkai y Comix Wave es digno de elogio. Las películas de este hombre siempre implican una asombrosa calidad de animación, de lo mejor que uno puede encontrar en la actualidad. El colorido es apabullante, los efectos de luz y la animación conseguida en el cielo, con las nubes, los reflejos y las estrellas, son siempre vistosos y la animación y el diseño de personajes es agradable, dejando un regusto muy claro a los diseños de Ghibli. La música está bien, aunque esta vez no me ha parecido un trabajo tan redondo de Tenmon como en las dos películas anteriores de Shinkai.

La historia aúna toques de drama con fantasía, situando la acción en nuestro mundo, pero con elementos fantásticos como ciertas criaturas, que parecen salidas del bestiario de dioses de El Viaje de Chihiro, o la existencia de otra civilización oculta, el mundo de Agharta, que vive en nuestro planeta. La presencia de elementos fantásticos no es nueva en la filmografía de Shinkai, aunque hasta la fecha se había decantado más por elementos que se podrían considerar más de ciencia-ficción, como en Hoshi no Koe o Beyond the Clouds, the Promised Place, o el mazazo de realismo a todos los niveles que supone 5 Centímetros por Segundo.


Mientras que en Beyond the Clouds... la historia de ciencia-ficción era la excusa para hablar de una forma muy acertada y bonita de la amistad y la soledad, con Hoshi wo Ou Kodomo tenemos un planteamiento parecido, donde ahora el tema central es la muerte y la resurrección. Los protagonistas de esta historia tienen que afrontar el hecho de que un ser querido ya no está entre los vivos, pero en este mundo la posibilidad de devolver a alguien a la vida parece real. Esto plantea lógicamente algunos dilemas morales que quedan de alguna forma retratados en la película, aunque creo que no con toda la lucidez que sería de desear.

Creo que la mezcla de este tema, junto con la soledad de Asuna (los protagonistas de los animes de Shinkai suelen ser personas solitarias, voluntaria o involuntariamente) y el desarrollo del mundo de Agharta, no acaba de cuajar. Hay muchos temas a tratar, y Shinkai parece perderse, no tener un objetivo claro. Parecen distinguirse pinceladas de mitología en la película, pero todo queda un tanto oscuro y por definir.

Lo que sí despunta bastante es la ambientación de Agharta. El repertorio de dioses y criaturas está bastante logrado, recordando también en muchos aspectos a Ghibli, en este caso a La Princesa Mononoke. Pasear por Agharta y admirar el derroche visual que presenta tanto en escenarios como en criaturas, es toda una delicia. La parte de aventuras en este mundo es la que está más lograda de toda la película.


En definitiva, creo que la historia pierde un poco el norte, puede que por querer abarcar muchos temas o bien por no haber sabido enfocarlos con claridad..., aunque es muy disfrutable de ver gracias a la calidad de su animación, que compensa los altibajos de su ritmo. Esto no quiere decir que Hoshi wo Ou Kodomo sea una mala película, pero deja cierto regusto amargo, de algo que podría haber estado mejor. Chihiro y Mononoke son mucho más profundas en este sentido, mucho más claras y convincentes en sus argumentos y desarrollo. Las comparaciones son odiosas y estas dos son auténticos monstruos de la animación y del cine en general, pero la historia y el diseño se presta a ello, es inevitable.

No obstante, como película de aventuras es muy disfrutable, y la animación es portentosa. Quizá no estemos ante una película sobresaliente, pero es una buena opción para disfrutar de una animación espectacular y una historia entretenida.

martes, 17 de enero de 2012

El Golpe (The Sting)

The Sting Ficha en FilmAffinity.

He empezado bien el 2012 cinéfilo. La primera película que he visto ha sido este clásico de 1973, El Golpe (The Sting), cinta que contaba con una crítica muy favorable, aparte de haberse llevado numerosos premios en su momento. Sin embargo, como ya sabemos cómo va esto de los premios, nada mejor que verla uno mismo y juzgar.

Y sí, este es uno de esos casos donde uno entiende la buena crítica. El Golpe es una muy buena película, que cuenta además con dos actores impresionantes como son Paul Newman y Robert Redford. Y sin desmerecer también a Robert Shaw, que personifica el papel de "malo" de manera impecable.

Ambos encarnan a dos timadores de los Estados Unidos de los años 30, en plena depresión. Hooker (Redford) realiza un timo junto a su compañero y mentor, Luther. Sin embargo resulta que timan al mensajero de uno de los jefes más poderosos de la zona (Shaw), que se lo toma como algo personal y manda acabar con ellos.

Este es el punto de partida de esta trepidante historia, llena de engaños y montajes, y sobre todo de grandes actuaciones, necesarias en el tipo de personajes que encarnan, aportando varias capas interpretativas a sus personajes, y jugando un poco con el espectador. Redford, Newman y Saw cumplen con creces su cometido, aportando una importante presencia y saber hacer en todo momento.

El desarrollo de la historia está a la altura también. Una historia sencilla que plantea puro entretenimiento a base de venganza, timos, persecuciones y algún tiroteo, y que funciona muy bien a lo largo de todo el metraje. La película, de algo más de dos horas de duración, es muy amena y entretenida, no se hace pesada y constantemente avanza en la resolución de la trama, gracias a un guión muy cuidado. No hay momentos de relleno, se podría decir que cada personaje y cada momento tiene algo que decir en la construcción del desenlace final.

En general está muy bien llevada y planteada, los personajes son creíbles y muy carismáticos, todo el desarrollo de la acción es consecuente y no deja trampas apreciables, la ambientación está muy lograda y la música acompaña perfectamente. Estamos por tanto ante una película muy correcta y eficiente en todos los campos, y que cumple de sobra con su objetivo principal: entretener al espectador en todo momento, que se ve inmerso de lleno en este juego de embaucadores.


No será una película que pasará a mi memoria por algún punto específico, ya que no hay nada especialmente llamativo en ella, pero eso es porque está a un nivel alto en todos los aspectos, es un buen manual de cómo hacer cine de entretenimiento. Y únicamente por eso ya merece una mención especial, ya que no es nada fácil de lograr. Es una opción muy interesante por tanto para pasar una buena tarde de cine.

martes, 10 de enero de 2012

Black Mirror

Hoy os voy a hablar de una serie diferente a lo que se suele ver habitualmente en la televisión. Y para ello, hay que recurrir a la televisión británica, la (ya no tanto, pero todavía) gran desconocida.

Black Mirror consta de tres episodios de entre 40 y 50 minutos, cada uno de los cuales gira en torno a las nuevas tecnologías o posibles tecnologías futuras y cómo afectan a la vida cotidiana. Este es el único nexo en común que tienen estos tres episodios, que por otra parte no presentan a los mismos actores o directores. Tenemos por tanto una serie de realidades alternativas o futuros distópicos, con un claro toque de ciencia-ficción pero siempre mostrándose bastante realista. A continuación os hablaré con más detalle de cada uno de los episodios.

The National Anthem, ficha en FilmAffinity.
El primer episodio es el que presenta el realidad alternativa más cercana, que podría ser sin problemas el presente. No hay duda de que uno de los hechos más relevantes de los últimos años es el auge de Twitter y la consolidación de las redes sociales como medio de difusión de noticias. ¿Cómo afecta esto a nuestra vida?

Para reflejar este hecho, el primer episodio presenta un morboso caso: la princesa más querida de la casa real británica ha sido raptada, y el secuestrador amenaza con matarla si el Primer Ministro no sale en directo en todas las cadenas a determinada hora manteniendo sexo con un cerdo.

Una proposición atroz, sin duda. ¿Qué hará el Primer Ministro? Además del dilema moral de someterse a semejante humillación para salvar la vida de otro ser humano, está el tema de la cobertura nacional del suceso, y el morbo de la posibilidad de que tal hecho suceda. La acción de la prensa, las redes sociales, la increíble velocidad a la que se transfiere la información hoy día y el extraño gusto por el morbo que presenta el ser humano, es el eje centra de este episodio. Particularmente, este es uno de mis episodios favoritos, y cuyo final me parece redondo en cuanto al retrato que se hace de la sociedad.


15 Million Merits, ficha en FilmAffinity.
El segundo episodio mantiene el buen nivel del primero. Asistimos ahora a un futuro donde el ser humano está obligado a mirar constantemente pantallas de televisión, en las que se le muestran anuncios o servicios que puede contratar, como determinados programas de televisión. Para contratar estos servicios, así como para el día a día (como cepillarse los dientes), hay que pagar cierto número de créditos, que se ganan pedaleando en unas bicicletas estáticas.

Aunque este episodio es el más flojo, presenta algunas ideas interesantes. Mientras que el primero narraba la influencia de las redes sociales y la información, este se centra en la telebasura, y en cierta medida, el culto al cuerpo y la sed de distracción que muestra el ser humano. ¿Qué ocurrirá cuando en este mundo, una persona se de cuenta de lo inútil que es todo este circo? ¿Qué hará, al estar obligado a formar parte de él quiera o no?

La fuerza de voluntad y la toma de decisiones personales en este tipo de situación es vital, ¿pero qué pasa cuando el abuso de poder y la intimidación es tal que te nubla tu propio juicio? ¿Qué pasa con la posibilidad de una vida mejor y las esperanzas de la gente que cree que así puede conseguir huir de una realidad acartonada.
Se intuyen también algunas referencias a la creciente deshumanización de la sociedad, que interacciona en numerosas ocasiones a través de avatares virtuales (inspirados en los Miis y similares). Este me parece realmente un tema muy interesante, ¿quién no ha estado en una mesa llena de amigos donde están casi todos con la cabeza baja tecleando en sus smartphones? No deja de ser paradójico que en el mundo actual, más interconectado que nunca, el ser humano interaccione cara a cara cada vez menos... La pena es que esta idea no se toca tanto como me gustaría, ya que el eje central gira en torno a la telebasura, los realities y la perspectiva de un futuro mejor pasando por este tipo de shows. Buen episodio en general.


The Entire History of You, ficha en FilmAffinity.
El último episodio nos presenta una realidad alternativa donde la tecnología permite grabar todo aquello que nos sucede, a través de nuestros ojos. Se puede acceder a cualquier momento grabado por nuestra mirada, cargando una especie de película en nuestra retina que también se puede mostrar a otros, así que la gente va a todos lados con un pequeño mando para controlar este dispositivo.

Los recuerdos son un tema espinoso. Obviamente hay recuerdos que a uno le gusta rememorar, momentos felices y tiernos, fiestas con los amigos, miradas cruzadas con la persona amada..., y otros momentos que no, amargos, situaciones que hay que atravesar pero que no gusta revisitar. La cuestión entonces es, ¿se puede ser feliz si no se puede olvidar?

Los protagonistas de esta historia, una pareja, acuden a una fiesta con varios amigos. Sin embargo, no todo va tan bien como parece, y acaban discutiendo puesto que el chico cree que ella le oculta algo y le puede estar engañando con otro hombre, presente en la fiesta.

A partir de aquí comienza el enfermizo revisionado del pasado, una y otra vez, mirando cada detalle, cada gesto, cada mirada, cada palabra. Una y otra vez para sacar así conclusiones, para preguntar y seguir rememorando cosas, reconstruyendo un pasado que se quiere aclarar. Las discusiones duran poco, ya que ahora no hay nada abierto a los vagos recuerdos, se puede comprobar exactamente quién ha dicho qué. El uso de esta tecnología que hace que no se olvide el pasado, que se pueda vivir revisitandolo sin parar para nuestro regocijo o dolor, muestra sus dos caras, pero parece claro que vivir en el pasado continuamente impide vivir el presente.


Los tres episodios de Black Mirror son altamente entretenidos, se pasan en un suspiro. Esta distorsionada realidad no se encuentra tan lejos de la nuestra, no es tan irreal. No viene mal por tanto echarle un vistazo, y desde luego, creo que a más de uno lo dejará pensando sobre algunas situaciones, como me pasó a mi.

Como único fallo, me parece que hay algunos momentos en los que se detecta cierta conducción en el guión para llevarte hasta donde quiere, de manera un tanto obvia y en algunos caso, facilona. Pero es un detalle menor, ya que no es la impresión general. Sobre todo, quería remarcar que ver esta serie ha sido una agradable sorpresa, un soplo de aire fresco en el panorama televisivo, siendo desde luego totalmente recomendable.

martes, 3 de enero de 2012

Boku wa Tomodachi ga Sukunai

Boku wa Tomodachi
Ficha en MyAnimeList.

Boku wa Tomodachi ga Sukunai es la adaptación de una serie de novelas, con guión de Yomi Hirasaka y con dibujos de Buriki, publicadas por Media Works. El anime consta de 12 episodios, realizados por la compañía AIC Build, cuyo trabajo previo fue el anime de Ore no Imouto. Existe además una OVA que salió un par de semanas antes y que es un episodio autoconclusivo, por lo que puede verse en cualquier momento.
 
Boku wa Tomodachi reúne a un grupo de estudiantes, inadaptados sociales por diversos motivos, que forman un club con el objetivo de hacer amigos. Siento una cierta simpatía por estos personajes asociales e inadaptados, así que comencé a verla, temiéndome encontrar toneladas de fanservice, puesto que el club parecía la excusa para montar el clásico harem. 

Sin embargo, empezó siendo para mi una de las sorpresas de la temporada. Sin grandes alardes, pero con una animación decente, vistosa y colorida y un diseño de personajes agradable, planteaba unos primeros episodios interesantes en cuanto a la formación de este club de inadaptados. Estos primeros episodios estaban aderezados además con un humor fresco y divertido, aprovechando situaciones normales para montar parodias, como la del mundo de los videojuegos multijugador. Además, incluso situaciones más típicas y carne de fanservice la solventaban bastante bien, sin demasiados excesos.


El trío protagonista funcionaba bastante bien. El chico, Kodaka, es un supuesto gamberro y todos le temen (pelo rubio y por algunos malentendidos, por supuesto), Yozora puede ser muy cruel (una versión potencidada de Suzumiya Haruhi cuando se pone a importunar a Mikuru), pero tampoco resulta odiosa, y Sena es quizá la más floja, pero proporciona buenos momentos en sus piques con Yozora. Creo que el personaje de Sena se podría aprovechar mejor, y por algunas pinceladas dadas en estos 12 episodios, parece una línea argumental para el futuro.

A partir de aquí, el declive. La serie funciona bien cuando únicamente tenemos a este trío, pero cuando llega la científica salida, el estudiante que admira al prota creyendo que es un gamberro y se convierte en su esbirro/a, o especialmente la monja de 9-10 años que es la responsable del club (???), la historia comienza a hacer aguas.


Llega un momento en que parece que quiere ser más ambiciosa, pero esta parte se centra excesivamente en el trío protagonista, la participación del resto de personajes es nula. Tenemos por tanto episodios de un corte más serio, donde se quiere avanzar con la trama principal relacionada con ellos, pero están inconexos, porque se intercalan con dos o tres donde pasa bastante poca cosa. Creo que la historia no está bien tejida, y da la sensación de que la serie va dando bandazos, sin saber qué contar o cómo contarlo.

Por una parte, la mayoría de estos personajes secundarios están totalmente desaprovechados en lo que a historia se refiere. La científica salida hace que la cantidad de fanservice se dispare más y sea más facilón, aunque es más narrativo que visual. El siervo/a es un bloque de madera, en estos doce episodios no ha hecho absolutamente nada; si no lo hubieran puesto, no se habría notado mucho. Y la monja de 9-10 años  me parece un personaje cansino y ridículo en cuanto a su papel en la historia. Mención aparte merece la hermana pequeña del protagonista, que es la que mejor encaja de los secundarios, aunque también está bastante desaprovechada.

Todos estos personajes apenas son desarrollados salvo algún pequeño detalle, especialmente la hermana, y la mayoría no aporta absolutamente nada, salvo separar a Kodaka de Yozora y Sena para así enfrentar a las dos. Por otra parte, esta trama más seria carece totalmente de emoción al estar bastante clara desde el primer momento, por lo que el episodio final y el penúltimo carecen del clímax narrativo que se supone que deberían tener y que creo pretendieron darle.


Por tanto, Boku wa Tomodachi se convirtió en decepción. Posiblemente porque mis espectativas crecieron con los primeros episodios y luego me desilusioné. Si uno la ve sin esperarse nada, es posible que no se sienta defraudado, se eche unas risas en los puntos buenos que tiene (que los tiene, especialmente al principio) y disfrute de una animación que por lo general no sufre altibajos apreciables.

Por el final, la puerta queda abierta a una segunda temporada. No tengo claro si la veré o no, dependerá de cómo vaya con otras series, y de si soy capaz de cambiar el chip respecto a esta, pero es algo que no me quita el sueño.