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viernes, 29 de noviembre de 2013

Lecturas mangacomiqueras: noviembre 2013

La entrada de este mes va a ser más corta que la del mes anterior. Por una parte porque en aquella recopilaba lecturas de tres meses y en esta solo de uno, y por otra, porque mientras he leído estas series también estoy enfrascado con la lectura de El Eternauta, de Oesterheld y Solano, que tiene una extensión considerable. Un cómic bastante interesante por cierto, que no os eche para atrás su dibujo, porque podéis encontraros con una entretenida historia de ciencia-ficción ambientada en Argentina.

Batman: La Broma Asesina, de Alan Moore y Brian Bolland
Es complicado decir que no a una serie de Alan Moore, autor del que quiero ir leyendo poco a poco el resto de su obra; y aun más difícil cuando el Caballero Oscuro se encuentra con el Joker.

Hay que tener en cuenta que estamos hablando de un cómic de 64 páginas, y por tanto no da para mucho a nivel de historia, aunque sí tiene lo suficiente como para presentarnos su visión del origen del Joker, en una historia donde el villano ataca a la familia Gordon. También nos da algunas pinceladas sobre la idea del orden y el dilema moral de tomarse la justicia cada uno por su mano o seguir las reglas, buscando esa línea divisoria donde se cruza de un lado a otro. 

En ese sentido, Joker recibe un enfoque bastante interesante sobre su personaje, y además, se incide también en su curiosa naturaleza antagonista con Batman. De hecho, gran parte del cómic gira en torno a este inevitable hecho. Se lee del tirón, tiene un buen ritmo y dibujo, y resulta una lectura entretenida, además de presentar algunas escenas de gran fuerza, como el encuentro del Joker con el comisario Gordon y su hija Bárbara. Momentos como este, seguidos por los del parque de atracciones con el comisario, pagan por sí solos el cómic entero.


Superman #1 y #2 (recopilatorios), de Grant Morrison, Rags Morales y Andy Kubert
Tenía pensado empezar las series del Nuevo Universo DC con Batman, pero no encontré los tomos recopilatorios en mi tienda de cómics, así que me traje los dos primeros números de Superman. 

Esta serie empieza con los primeros pasos de Superman en Metropolis, donde el superhéroe lucha contra la corrupción como periodista, pero también como superhéroe, ataviado únicamente con una camiseta con el famoso símbolo, y la capa, único elemento que tiene, al principio de la historia, de su origen kryptoniano. 

La primera historia, recogida en el tomo 1 y comienzo del 2, nos presenta una primera amenaza importante para Metropolis, cuando esta sea secuestrada y miniaturizada, y Superman se enfrente al villano de turno. También se enfrenta al rechazo del gobierno, que lo ve como una potencial amenaza antes que un aliado, y al de la gente, que tiene miedo de aceptar todavía a alguien como él. Son ideas que se encuentran muy bien mezcladas en la historia y que proporcionan una lectura muy amena.

Por el contrario, la segunda historia, El Ejército Anti-Superman, me dejó algo frío. No me parece que esté bien presentada, y su desarrollo y resolución son un tanto bruscos, aparte de que la historia me parece bastante rebuscada y extraña. Afortunadamente, parece haber durado poco. Lo que más me gustó de esta parte es la sustitución del dibujante Rags Morales por Andy Kubert. El primero tenía momentos que no me terminaban de convencer en las expresiones de los personajes, me pareció muy variable en calidad. Kubert creo que hizo un buen trabajo en Flashpoint, me gusta su dibujo, así que en ese sentido, celebro el cambio y espero que en lo que respecta a la historia, la serie retome el camino del primer tomo.


Kimagure Orange Road #4, de Izumi Matsumoto.
Cuarto número de las aventuras de Madoka, Kyosuke e Hikaru. Realmente podría utilizar todo lo que dije en la entrada del pasado donde comenté los tres primeros tomos. En este cuarto tomo se repiten los mismos esquemas que en los tres primeros, tenemos nuevos malentendidos y nuevas situaciones donde parece que se va a avanzar algo en la historia, pero no.

Para mi, lo único que le da un poco de vidilla a la serie son los primos de Kyosuke, pero ni por esas me ha terminado de enganchar. Habiendo leído 4 tomos de los 10 que son, tengo la sensación de estar leyendo siempre lo mismo, y de hecho este cuarto número me costó trabajo terminarlo. Así que este será el último, ya que he decidido abandonarla. Una pena, tenía mucha curiosidad por esta serie de mi infancia, pero creo que es ahí donde debería haberse quedado, al menos en mi caso.

Y esto es todo por este mes. Nuevas compras esperan en mis estanterías, como el cuarto número de Fábulas, tres más de Sandman o, ahora sí, los dos primeros números recopilatorios de Batman. Pero todo dependerá de cómo avance con El Eternauta, así que ya os contaré.

viernes, 22 de noviembre de 2013

Gravity

Gravity es la última incursión en las pantallas de cine de Alfonso Cuarón, el director detrás de la estupenda Hijos de los Hombres. Siete años hemos tenido que esperar para ver su último largometraje, y visto su trabajo en la mencionada película y también teniendo en cuenta que fue el director de Harry Potter y el Prisionero de Azkaban, mi favorita de las 5 películas de Harry Potter que vi, tenía muchas ganas de verla.

El punto de partida de la película es sencillo y a la vez muy interesante y agobiante: unos astronautas están en una misión reparando el Hubble, cuando son atacados por una nube de basura espacial proveniente de un satélite que ha explotado en las cercanías. Como resultado, su transbordador espacial queda destruido, por lo que tendrán que buscar la manera de sobrevivir e intentar volver a la Tierra.

Bien, como punto de partida no está nada mal, ¿verdad? Nadar a la deriva en la inmensidad del espacio. En ese sentido, la película rápidamente atrapa la atención del espectador, ya que apenas pierde el tiempo y va directamente a la acción, presentándonos con unas efectivas pinceladas a los astronautas Ryan Stone (Sandra Bullock), en su primera misión espacial, y al experimentado Matt Kowalsky (George Clooney), encargado de supervisar que todo vaya bien. Y tras la breve presentación, llega el desastre.

Toda la secuencia del accidente es absolutamente espectacular, visualmente hablando. Bueno, la del accidente y por lo general el resto de la película, ya que si algo tendría que destacar de Gravity, sería el apabullante acabado visual que tiene. Precioso. Pero en concreto, la escena en que la nube de desechos alcanza a los astronautas, es hipnóticamente demoledora, provocando que el espectador se agarre en su silla mientras ve a los astronautas chocar, girar descontroladamente e intentar recuperar el control de la situación. Una secuencia además realizada con una brillantez técnica tremenda.


Y a partir de aquí, es una carrera para la supervivencia, donde los astronautas intentarán no perder la cabeza abrumados por todo lo que les rodea, mientras intentan idear un plan para volver a casa, haciendo frente a los numerosos inconvenientes que se les presentarán. El ritmo de la película llevándonos a lo largo de la historia es bastante bueno, y si ya nos incrustó en la butaca con el accidente, no nos dará respiro hasta que acabe, a lo que ayuda una duración muy ajustada de 90 minutos, que no da pie a meter escenas de relleno.

Como decía, visualmente la película es espectacular. Y es que además de Clooney y Bullock, se puede llegar a decir que el aspecto visual es el tercer protagonista de la película. Las escenas de las naves, con la Tierra al fondo y el vacío del espacio son preciosas, y además Cuarón ha preparado algunas escenas muy meritorias, con unos giros de cámara que nos ayudan a comprender que en el espacio no existe el "arriba" y "abajo", y con algunos momentos además increíblemente poéticos, como cierto momento de descanso protagonizado por la astronauta Stone.


En lo que respecta a los actores, mucho he leído de que Bullock podría estar nominada (e incluso podría ganar) el Oscar este año por su actuación en esta película, y es cierto que Bullock interpreta de manera convincente un papel muy agradecido en ese sentido, aunque creo que es más virtud del papel que de la actriz. Clooney está muy correcto también en el suyo, interpretando a un astronauta dicharachero y encantador; hace de sí mismo en definitiva, como para no estar correcto.

¿Es por tanto Gravity la obra maestra que se ha ido diciendo que es? Pues entiendo que para muchos pueda serlo, pero para mi tiene un problema: que como comentaba antes, estoy interesado en el espacio y la aeronáutica. Y en ese sentido, hay cosas que no tienen ni pies ni cabeza, el guión está plagado de trampas argumentales para que la película siga adelante, algunas más sangrantes que otras.


Son trampas que no me han molestado tanto como para salir echando pestes (ni mucho menos), pero sí como para que no me resulte una película sobresaliente. Y no estoy hablando de los clásicos sonidos en el vacío (como los disparos en las naves de Star Wars, por ejemplo), eso me da exactamente igual, pero el que se pasen por el arco de la ISS las Leyes de Newton, como que no. O algún detalle relacionado con el pilotaje de las naves que hace Stone del que no diré más por no revelar nada. 

Es decir, algunos no son detallitos sin importancia, son auténticos bandazos del guionista (el propio Cuarón en este caso junto a su hermano Jonás), para hacer que todo cuadre y tener película. Si no se pasa por ahí, sencillamente no habría película, pero hay veces que el coste resulte ligeramente excesivo y deja un regusto amargo. Varias páginas ya se han encargado de recopilarlos, si habéis visto la película y estáis interesados en saber de qué hablo.


Pero en general, creo que Gravity merece mucho la pena, y desde luego, merecía la pena verla en cine, como pude disfrutar. Además, es de esas películas en las que el uso del 3D parece estar más que justificado y que realmente merece la pena. Su factura técnica es impecable, desde las tomas del espacio al detalle de las naves o los trajes, a una adecuada banda sonora a cargo de Steven Price, aunque a veces abuse del mismo esquema para las distintas piezas, o un uso muy cuidado y trabajado del sonido.

En definitivamente, una muestra de entretenimiento bastante notable y cuyos defectos pueden quedar enmascarados para un público no demasiado exigente en lo que respecta a fidelidad en temas aeronáuticos. Y aun para los que como yo lo somos, desde mi punto de vista sigue siendo una cinta tremendamente meritoria.

martes, 19 de noviembre de 2013

Recorriendo la Tierra Media: Las Dos Torres

Continúo con el reto Recorriendo la Tierra Media, y en esta ocasión le toca el turno al segundo libro de El Señor de los Anillos, Las Dos Torres. Debo comentar por tanto que aunque tendré cuidado de no comentar nada especialmente revelador, es inevitable soltar detalles de la trama al hablar del segundo libro de una trilogía.

Como anécdota de este libro, recuerdo leer el final de La Comunidad del Anillo, unos 12 años atrás, poco antes del estreno de la película. Y fui a ver la película sin haberme leído Las Dos Torres, así que podéis imaginaros mi sorpresa cuando vi el final de la película... Poco después me hice con el segundo libro (y el tercero), y seguí leyendo la historia, no fuera a ser que me pasara lo mismo cuando fuera a ver Las Dos Torres al cine...

Tolkien comienza el libro con fuerza, sin duda, con un capítulo que continúa directamente con lo acontecido al final de La Comunidad del Anillo, en lo que fue todo un ejemplo de cliffhanger solo superado por el que nos deja al final de este mismo libro. Debo reconocer que, sorpresa proporcionada por la película al margen, no me esperaba todo lo que acontece a orillas del Anduin y sus consecuencias, lo que fue un punto a favor de la historia y el interés que suscitó en mi.

Además, esta decisión está ligada con otra que me sorprendió muchísimo en su momento: la división de la narración del libro en dos partes claramente diferenciadas: en la primera se asiste al viaje de Los Tres Cazadores persiguiendo a los orcos, mientras que la segunda narra el viaje de Frodo y Sam. Y creo que ambas funcionan bastante bien y es más, que supone todo un acierto a la hora de mantener la intriga y el interés en el lector

En la primera de ellas, mientras nos preguntamos qué habrá sido de los hobbits, asistimos a una persecución en toda regla que nos sirve para conocer a más personajes, pueblos y especies que tendrán una importancia vital en el devenir de la historia, como son los jinetes de Rohan y los ents. Por no hablar de la aparición del Caballero Blanco, que no por esperada le resta epicidad. 

De todos los capítulos basados en Rohan, me gustaría destacar dos momentos o personajes: por un lado, Eowyn, el primer personaje femenino relevante tras la aparición de Galadriel, aunque están en dos planos bastante diferentes; y por otro Theoden y su relación con Lengua de Serpiente. Eowyn tiene numerosos matices que la hacen un personaje interesante, aunque tiene sus luces y sus sombras. Por un lado, en Las Dos Torres se nos presenta como una mujer valiente, guerrera de corazón y que no le teme a nada, lo que supone un agradable variación a la otra mujer importante de la serie hasta ahora, Galadriel. Por otro lado, la relación que se establece entre ella y Aragorn la encuentro bastante cogida por los pelos, y aunque entiendo la idea, me parece bastante floja tal y como está desarrollada, todo queda demasiado repentino.

La parte de Theoden y Lengua de Serpiente me gusta mucho fundamentalmente por la carga simbólica que tiene, ya que el segundo representa toda esa carga mental, propia o externa, que nos mutila y nos impide mostrarnos con todo nuestro potencial, tal y como somos o queremos ser. Theoden se muestra viejo y decrépito porque él se cree que está viejo y decrépito, gracias a la influencia de Lengua de Serpiente.

En cuanto a los ents, me fascinaron cuando los descubrí. Son una especie antigua, muy antigua, una representación viva de la naturaleza, que nos muestra una vez más el peso y la influencia tan grande que tiene en Tolkien. Su conflicto con Saruman, con toda su maquinaria, su ejército de orcos que no respeta la naturaleza y sus obras de ingeniería trasteando con el río Isen, no es casual. Saruman es el causante del despertar de la furia de los ents, de la furia de la naturaleza.

En cuanto a la segunda parte, el viaje de Frodo y Sam (más la aparición de cierto personaje entrañable), me gustaría destacar muy especialmente la ambientación que consigue Tolkien en esta parte del libro. Creo que el autor británico se siente mucho más cómodo detallando escenarios que narrando escenas de acción, y así esta segunda parte me resultó mucho más interesante que la primera, a pesar de que aparentemente, la primera es más épica. 

Mientras toda la historia del Abismo de Isengard se despacha en un capítulo, cuando tiene que narrar lo opresivo, malsano y viciado que es el ambiente al que se van acercando los hobbits, Tolkien pone sobre la mesa todo su arsenal de adjetivos, a diferencia de lo "altos y orgullosos" que son todos los hombres y caballos que nos describe.

Creo que realmente consigue transmitir la sensación de desasosiego y desesperanza que comienza a embargar a los hobbits, cuando ven que se acercan a ese enorme muro de oscuridad que es Mordor. Por eso es tan importante el momento de luz en la Encrucijada con la estatua del Rey, o el capítulo de las hierbas aromáticas y el guiso de conejo, porque supone un pequeño respiro entre tanta pesadumbre que se empieza a adueñar de los hobbits, especialmente de Frodo, cuya carga comienza a ser mucho más pesada. La visión de Minas Morgul o el Antro de Ella-Laraña son otros dos grandes pasajes que ahondan más en esa oscuridad y desazón que envuelve a los hobbits y al lector y que me encantó leer.

Respecto a los personajes, debo reconocer que todo el rollo "amo-sirviente" de Frodo y Sam me crispa, me parece muy cansino tanto servilismo. Puedo entender que se use para mostrar el paso de una relación empleado-contratante a una de amistad, pero tanto "Amo! Amo!" puede conmigo. Del resto de personajes no se puede decir que haya mucha evolución, si acaso Aragorn va dejando cada vez más atrás su pasado como Trancos y Frodo se va volviendo más pesimista por momentos, pero el resto se mantiene bastante estable, al servicio de la historia.

En mi opinión, Las Dos Torres solventa con creces ser la parte intermedia de la historia aportando nuevos personajes a la trama, criaturas fascinantes como los ents, y unas descripciones, especialmente en la parte de Frodo y Sam, fabulosamente descorazonadoras. Tiene el mismo defecto que comentaba en su predecesor, y es que se agradecería algo más de pausa en ciertos momentos para ser narrados con todo el detalle que se merecerían y los personajes no crecen apenas nada, pero nuevamente, la historia que hay detrás compensa de sobra a los defectos.

martes, 12 de noviembre de 2013

Primeras impresiones de la temporada de otoño de anime 2013

Nueva temporada de series anime, y por tanto, otra entrada recopilatoria donde recojo mis impresiones tras haber visto los tres primeros de cada serie (sip, algunas llevan ya 6 episodios, pero la vida no me da para más últimamente...).

A primera vista, hay un par de series que creo que apuntan maneras para resultar notables, más otra apuesta teóricamente segura como es la continuación del anime de Hajime no Ippo. A partir de ahí, he escogido las otras dos series porque me resultan entretenidas, pero podrían haber sido las dos siguientes. Las únicas que no me han interesado nada han salido las dos últimas.

Bueno, vamos concretando. Como siempre, de mayor a menor interés.

Kyousougiga
Serie de 10 episodios del clásico estudio Toei que cuenta de nuevo la historia ya emitida entre 2011 (un episodio) y 2012 (cinco episodios), pero se supone que con un poco más de calma y detalle. La serie nos presenta dos mundos paralelos en Kyoto. Uno de ellos está gobernado por tres hermanos, que están esperando el retorno de sus padres. Un día, desde otra dimensión irrumpen Koto y sus dos hermanos, que están buscando a su madre. 

El primer episodio de la serie me conquistó, presentando una historia muy bonita llena de mitología y fantasía, una animación muy colorida en los escenarios y un ritmo frenético. La historia tiene una narrativa un tanto confusa, yendo de un mundo al otro y también con saltos temporales, pero me ha resultado bastante interesante, y de hecho, la serie más llamativa de todas las que he empezado en esta temporada.

Si no se le va de las manos la narración, cuadrando al final todas las piezas del puzzle, puede ser una serie muy interesante. Al menos, a mi me parece una propuesta diferente, lo que es de agradecer.



Hajime no Ippo: Rising
Nueva temporada de una de las series de boxeo más conocidas. En esta ocasión Madhouse trae otros 25 episodios que continuarán la historia tras la finalización de New Challenger, animada por el mismo estudio, allá por 2009.

Esta es una temporada de obligatorio visionado evidentemente para los fans del manga y el anime de Hajime no Ippo. Los segundos por continuar la historia, y los primeros por ver animados ciertos combates que según el opening, ahí van a estar.

Promete. Y sin embargo, el primer capítulo fue bastante decepcionante. Nada que objetar a la animación, Madhouse suele ser un estudio que, por lo que he visto, no suele meter la pata, aunque el primer episodio no me convenció mucho en algunos diseños. Pero es que el primer episodio tiene espíritu de episodio 14 o 15. No es algo malo en sí mismo, porque aumenta la sensación de continuidad (siempre y cuando New Challenger terminara justo ahí, que no lo recuerdo), pero como primer episodio y después de 4 años, descoloca bastante. Sin embargo el segundo, una vez superada la impresión inicial, estuvo bien; y el tercero, donde inicia nueva minisaga, me gustó bastante, va a más. Secundarios al poder.



Kyoukai no Kanata
Nueva serie de Kyoto Animation, estudio del que este año no había visto nada, puesto que ni Tamako Market ni Free! las encontré especialmente llamativas. Nuevamente han atraído mi atención gracias al componente sobrenatural, como pasó con Hyouka. Al menos al principio de Hyouka, cuando pensaba que era sobrenatural... En esta ocasión, KyoAni adapta una novela donde un chico medio-demonio y una cazadora de demonios se encuentran en el instituto, y a partir de aquí, la historia se complica.

Sé que lo de "se encuentran en el instituto" no suena muy prometedor, pero en sitios como MAL hablan de que es fantasía oscura, y aceptando que estos animes están enfocados a un público estudiantil, espero que al menos resulte interesante. Los primeros capítulos apuntan en esa dirección, presentando las bases de la extraña relación entre Akihito (el chico medio demonio) y Mirai (la chica cazademonios) y el mundo que les rodea.

No tiene una mala introducción, pero me da miedo que se desgaste rápido. El primer episodio me gustó bastante, tanto por la introducción de los dos personajes, como por el humor que mostraba. Al tercer episodio ya estaba un poco cansado de la actitud de Mirai, y algunas situaciones me parecen, al menos a priori, un tanto evidentes, pero sigo teniendo curiosidad por ver cómo sigue. Imagino y espero que poco a poco complicarán la historia añadiendo más profundidad. A nivel técnico, KyoAni sigue siendo uno de mis estudios favoritos, gracias a una animación fluida y de mucha calidad en sus escenarios y detalles; a pesar del reciclaje de diseños de personajes que suelen hacer...



Yowamushi Pedal
Sinceramente, no pensaba que esta serie fuera a pasar el corte. Yowamushi Pedal es un anime que parece que constará de 38 episodios, de temática deportiva. Más concretamente, sobre ciclismo. Nos presentan a Onoda, un otaku que va todos los días en bici al instituto (que por supuesto está en la cima de una colina de gran pendiente), y que tiene por costumbre ir en bici a Akihabara por ahorrarse un poco de dinero, y así tener más para comprar. La peculiaridad es que su bici es heredada y de los tiempos de la era Meiji casi, por lo que su desempeño sorprende a Imaizumi y Naruko, dos ciclistas que están intentando hacerse un nombre.

Hasta la fecha, las series deportivas que he visto son de dos tipos: chico enclenque pero con un talento increíble (y desconocido por él mismo) para el deporte en cuestión, o directamente una máquina de matar que haría palidecer a muchos profesionales del mundo real. Esta serie es de las primeras. A pesar de que el esquema es evidente, que tiene sus topicazos (los personajes de Imaizumi y Naruko son buena muestra de ello) y que las situaciones que nos plantean en los tres primeros episodios están muy enfocadas a un plano didáctico sobre el ciclismo, me resultaron entretenidos de ver, y por momentos, especialmente en el segundo episodio, bastante divertida. No sé si aguantaré muchos más tópicos durante 35 episodios más, pero de momento me apetece seguir con ella, no se ve una serie de ciclismo todos los días.



Log Horizon
Y otra serie que me sorprende que haya pasado el corte. De hecho, no tenía pensado empezarla, pero me decidí al final, porque total, lo mismo da tener 8 series para decidir, que 9. Log Horizon, producida por el estudio Satelight, tendrá 25 episodios, durante los cuales nos contará las peripecias de Shiroe, Naotsugu y Akatsuki, tres personas entre otras 30000 que se han quedado atrapadas dentro del juego online Elder Tale.

La premisa del quedarse atrapado dentro de un juego online no es nada novedoso, lo primero que me vino a la cabeza cuando leí la descripción fue .hack//SIGN, del 2002, y seguro que habrá algunas más por ahí. El personaje de Akatsuki tampoco me gustó mucho, al menos por su diseño, buscando el personaje mono de turno, pero tras tres episodios la serie me ha parecido sorprendentemente entretenida.

No creo que llegue a ser nada del otro mundo, pero se deja ver bastante bien, la animación de momento responde y en los tres episodios ha presentado de manera eficiente el mundo, el problema que se plantea y cómo se han adaptado los humanos atrapados a ese mundo virtual. No está perdiendo el tiempo en tonterías y proporciona 20 minutos bastante majos, así que seguiré con ella.



Coppelion
Primera de las descartadas, aunque es la que ha estado más cerca de pasar el corte. De Coppelion me interesa muy especialmente la ambientación, ya que la acción se desarrolla en el futuro, en el año 2036, donde Tokio no es más que una ciudad fantasma debido a la contaminación nuclear. A esta ciudad se envía el comando Coppelion en busca de supervivientes. Este comando está formado por tres chicas que gracias a la ingeniería genética han nacido con resistencia natural a la radiactividad.

Como decía, me gusta la ambientación post-apocalíptica, me resulta interesante como punto de partida. Eso sí, no entiendo por qué puestos a desarrollar unos humanos con resistencia genética a la radiación los hacemos en forma de chicas vestidas con uniforme colegial. ¿No serían mejor unos supersoldados? Sí, una de las chicas tiene superfuerza (¡superfuerza!), pero vamos, que de ahí a que vayan con su uniforme de instituto hay un trecho. Me gusta mucho la animación de los escenarios, aunque hay algo con los personajes que me descoloca, entre el trazo grueso que muestra en ocasiones y el tono excesivamente pálido.

La historia no terminó de engancharme lo suficiente, aunque tampoco tiene mala pinta, sobre todo después de ver el tercer episodio, donde se empieza a mostrar algo más de trasfondo relacionado con el pasado. En otra temporada con menos series seguramente hubiera pasado el corte, pero aquí he encontrado al final otras que creo que me van a interesar más. Pero ha estado ahí cerca.



Gingitsune
Otro descarte que también ha estado a punto de pasar el corte, aunque para mi estaba un punto por debajo de Coppelion y del resto de series. Gingitsune nos presenta a Makoto, una chica que vive en un templo junto con su padre, y que tiene la habilidad de ver a los mensajeros de los dioses, que habitan en los templos. En el suyo vive Gintaro, un espíritu con forma de zorro gigante.

Esta es una serie bastante tranquila, parece un slice-of-life lleno de buenas intenciones donde se nos presenta y se desarrollará la interacción y el nexo que tiene Makoto con Gintaro, veremos algunos mensajeros más, habrá cierta carga mitológica (lo que a priori parece interesante), y en definitiva, el día a día de Makoto mientras compagina su vida estudiantil con su peculiar don.

El problema es... que no me ha resultado especialmente interesante, sino más o menos aburridilla. Si en un capítulo se dedican a buscar a un gato, en otro Makoto tiene cierto problema de bullying, y en otro se aborda un poco el abandono familiar, pero todo está muy atenuado, muy light. Pero bueno, la serie no está mal, este aire ligero va con el espíritu de la serie, se deja ver, y ha ido de menos a más. Al igual que Coppelion, igual en otras circunstancias habría seguido con ella, pero ahora mismo no me interesa más que el resto que sí voy a seguir.



Kill la Kill
Para muchos, la serie de la temporada. Para mi, uno de los descartes más fáciles. Kill la Kill es una serie del estudio Trigger, estudio que surgió a raíz de la escisión de cierto grupo de animadores de Gainax. En lo que respecta a esta serie en concreto, repite mucho del staff que se encargó de la épica locura que fue Tengen Toppa Gurren Lagann.

Nuevamente tenemos un instituto, pero este con la peculiaridad que hay ciertos estudiantes que están en posesión de uniformes que les confieren habilidades especiales, y donde la presidenta del consejo de estudiantes, Kiryuuin, gobierna con puño de hierro. Hasta que un día llega Matoi buscando preguntas relacionadas con su pasado empuñando una espada en forma de media tijera.

Kill la Kill es una locura, especialmente en el apartado visual, siendo una ametralladora de gags visuales y un estilo muy particular, que recuerda a la mencionada Gurren Lagann. A nivel de historia también es muy particular, con un desvarío tremendo con el tema de los trajes, y unos rivales ciertamente peculiares. Pero es que todo me recuerda a una versión más pasada de vuelta y con mucho más fanservice de Gurren Lagann, y eso que Yoko por sí sola se bastaba para ese tema... Pero mientras Gurren Lagann conseguía una épica ridículamente grandiosa, aquí todo acaba degenerando en mostrar carnaza, perdiendo, al menos para mi, mucha fuerza la historia. Si hubiera nivelado un poco más los niveles de fanservice igual me habría resultado mucho más interesante, pero a mi por lo menos no me apetece perder el tiempo con esta serie, teniendo otras historias que considero más interesantes por ver.



Yuushibu (Yuusha ni Narenakatta Ore wa Shibushibu Shuushoku wo Ketsui Shimashita.)
Una crítica muy similar podría hacer de Yuushibu, serie que descarté únicamente tras el primer episodio. La empecé porque me interesó el punto de partida: el Rey de los Demonios ha sido derrotado, por lo que ahora el mundo vive en una apacible calma, y los héroes tienen que buscar un trabajo de lo más mundano para seguir adelante. Raul es uno de estos héroes. Él ha encontrado trabajo en una tienda de electrónica, donde un día llega Fino, una chica de modales un poco especiales que está buscando trabajo, y que resulta ser la hija del Rey de los Demonios.

Cuando empecé a ver los estrenos y me topé con la imagen promocional de esta serie, ya comenté que temía que degenerase a las clásicas escenas de balanceos, desnudos tapados por burbujas, planos imposibles y cosas así. Tras el primer episodio confirmé mis sospechas, así que ni me puse con los siguientes. Poco más puedo añadir...


Y eso es todo, cuatro descartes, dos de ellos fáciles, y otros dos que igual sigo más adelante, si toda mi actividad en el Mundo Real me da un respiro. A ver cómo resultan las cinco que seguiré finalmente, ya os contaré.

sábado, 2 de noviembre de 2013

Future War

Vuelvo a la carga con la sección mensual-con-retraso dedicada al cine casposo. En esta ocasión, abro El Baúl Mohoso para traeros la reseña de Future War, una película publicada directamente en el mercado de vídeo doméstico en 1997.

La película nos presenta a un esclavo humano que ha huido de una raza de cyborgs, refugiándose en la Tierra. Allí topará con un antigua prostituta y drogadicta que se está preparando para meterse a monja, y juntos tendrán que huir de la manada de dinosaurios rastreadores que usan los cyborgs para intentar encontrarle y apresarle de nuevo.

Si esta sinopsis no os ha desencajado la mandíbula, no sé qué puede hacerlo, sinceramente. Una película con cyborgs, dinosaurios y monjas malotas con contactos con bandas callejeras. ¿Promete, verdad? Efectivamente, la película es un auténtico despropósito.

Todo en esta película está mal. Podría empezar hablando de una narración muy confusa donde se pasa de puntillas por el trasfondo de la historia y se dedican laaaargas escenas y tiempo en pantalla a recorrer pasadizos y subir por escaleras. Y cuando digo largas, son largas.

Podría continuar por la ¿labor de actuación? de los actores que dan vida a los peculiares personajes de la película, desde la versión barata de un Jean Claude van Damme en sus horas más bajas, al elenco de cyborgs (dos), la futura monja de pasado oscuro, los integrantes de las bandas callejeras o el equipo de policía. Todos lamentables, sin excepción, pero mención especial merece el protagonista, "The Runaway", interpretado por Daniel Bernhardt en una de sus primeras películas. Siempre podrá poner en su CV que ha salido en Matrix, aunque eso sí, la mala, Matrix Reloaded. Uno de los últimos trabajos del actor es el corto Zombeo & Juliécula. No hace falta decir nada más. Para muestra, una escena que habla por si misma (je).


Oro puro del séptimo arte, ¿verdad? Con la musiquilla tenéis una muestra de la banda sonora, como bonus.

Podría seguir hablando de la ambientación, que como viene siendo habitual en las películas de este tipo que he visto, se reduce a cuartuchos y almacenes abandonados, todo de muy bajo presupuesto claro. Del vestuario solo podría mencionar a los cyborgs, porque el resto son camisas a cuadros o camisetas de tirantes en el caso del protagonista que acaban desgarradas en peleas; y de los cyborgs lo más llamativo es el bigotazo que se marcan los dos que salen en la película.

Y las cajas. Cajas y cajas por todos lados, el atrezo favorito del director. De hecho, he de reconocer que no sabía si hablar de las cajas en la parte técnica de la película, o de personajes. Porque su presencia es tan constante y tan importante, que estarían al lado de los protagonistas de la película. Cajas vacías, por supuesto, que llenarla de algo cuesta dinero. Las cajas sirven como muro infranqueable, parapeto para bloquear puertas, arma arrojadiza... Lo que queráis. Eso sí, como están vacías no son muy efectivas, claro, pero al menos proporcionan una mejor actuación que varios personajes.

¡Dios mío, no! ¡El dinosaurio ha atravesado la barrera de cajas!

Luego podría hablar del atroz ritmo de la película, que podría resumir en gente recorriendo pasillos y subiendo escaleras, y volviendo a recorrer más pasillos de almacenes, charlas intrascendentes y por supuesto, combates de vez en cuando. Y también podría comentar los cambios de puntos de vista en los planos y enfoques frenéticos y bastante mal planificados, flashbacks metidos con calzador, una voz en off tediosa, un montaje a machetazos...

Pero bueno, combates. También tenemos ¡acción! Peleas protagonizadas por supuesto por el protagonista machote de turno, que se partirá la cara contra los cyborgs o contra dinosaurios, lo mismo le da. Combates llenos de gritos guturales, desgarros de camisa y coreografías horripilantes, donde los actores están claramente esperando su turno de ser golpeados.

Por supuesto, en las peleas también se arrojan cajas. Valen para todo

Y dinosaurios. Dinosaurios rastreadores. Porque claro, siendo cyborgs con tecnologías, lo de adiestrar perros o meterles un chip con un GPS a los esclavos es para mentes débiles. Lo suyo es pillar dinosaurios y educarlos como rastreadores, evidentemente. Y además que exploten, llegado el caso.

Los tenemos de todos los tamaños, desde cachorros de dinosaurio a otros más grandes que pueden medir 3 o 4 metros, porque así se pueden utilizar en todo tipo de situaciones. Pero todos ellos morirán invariablemente si reciben un golpe en la cabeza con un palo, cayendo a plomo, o siempre puedes tirarles una cazadora para cegarles y luego huir. Pero bueno, seguro que siguen siendo mejores que los chips GPS.

Jugando a los avioncitos. Porque también hay que relajarse entre tanta persecución sáurica

¿Y cómo han sacado dinosaurios en la película, os preguntaréis? Ahhh, pues fácil, de la misma manera que hicieron muchas escenas de El Señor de los Anillos con los hobbits y los humanos: perspectiva. Es decir, coges una maqueta de un dinosaurio, la pones frente a la cámara y los otros detrás actuando como si los tuvieras al lado. Brillante. Aunque hay que reconocer que a veces aparece alguna escena animada, donde parece que se lo han currado un poco más.

Para terminar, parafraseando al programa Mystery Science Theater 3000, de donde vi la película: "ni la acción se desarrolla en el futuro, ni realmente estamos viendo una guerra". Así que podríamos decir que hasta el título está mal.

Maravillas de la técnica. La maqueta igual era un juguete de centímetros de alto