Sígueme:

martes, 11 de diciembre de 2012

Stalker (1979)

Stalker es el último film producido en la antigua Unión Soviética por Andrei Tarkovsky (director de Solaris), uno de los directores más conocidos de aquellos lares. Se estrenó en 1979 y contaba con un guión de los hermanos Strugatski inspirado en su propia novela Picnic Extraterrestre. Al parecer hay algunos elementos comunes con la novela, pero Tarkovsky cambió otros tantos; además, el rodaje de la película fue bastante accidentado y se perdió gran parte del material, que tuvo que ser grabado de nuevo, habiendo gente que asegura que la película es prácticamente la misma y otros que dicen que se cambió el sentido entre ambos rodajes.

La historia nos presenta un lugar en la Unión Soviética conocido como la Zona. En ella ocurren extraños fenómenos, y las leyes de la Física pueden no comportarse igual; hay algunas hipótesis sobre su origen, pero solo se sabe a ciencia cierta que está guardada por militares y no se puede acceder a ella. Sin embargo, los stalker se dedican a guiar a las personas que quieren entrar en esta región, ya que hay un lugar que se dice que concede los deseos de los que llegan hasta él.

Tarkovsky es uno de esos directores aclamados por cierto sector del mundo del cine. La valoración de sus películas en webs como IMDb o FilmAffinity es francamente buena, aunque la experiencia ya me ha enseñado a que una buena valoración no siempre es sinónimo de que vaya a disfrutar con dicha película. En el caso de Stalker no es exactamente así, pero desde luego es una película muy difícil de recomendar.

Stalker tiene un ritmo extremadamente pausado, lo que se nota en los largos planos y en los lentos movimientos de cámara; el metraje al final alcanza casi las 3 horas, y uno tiene la sensación de que gran parte de este metraje podría haberse reducido sin afectar al conjunto de la película, especialmente durante su segundo tercio. Eso no quiere decir que la película sea aburrida, aunque sí tiene partes que se hacen algo más pesadas, como el viaje en esa pequeña vagoneta por las vías del tren, por nombrar alguna.

A pesar de este ritmo sosegado quizá en exceso, la película tiene una primera parte francamente interesante. La presentación del viaje de los personajes a esta extraña región es muy sugerente, y aquí el argumento de misterio llama bastante la atención, ya que no tenemos idea de lo que es la Zona o sus reglas, y nos dan pequeñas pistas de vez en cuando. Una vez dentro no tenemos la certeza de saber exactamente qué está pasando, solo que es una zona peligrosa, y Tarkovsky consigue crear una sensación de tensión muy acertada en base a un buen uso del desenfoque, de un amplificado sonido y aquí sí, de escenas largas para aumentar la incertidumbre. El efecto que genera esta primera parte de la película, consistente en gran medida en el viaje e inicio de la exploración en la Zona, es de desconcierto y de sentirnos acechados por un peligro invisible. Una sección muy bien conseguida.

A partir de aquí nos encontramos con partes más irregulares. Por un lado hay escenas muy buenas, como todo el paseo por ese túnel subterráneo, pero también hay extensos diálogos que me resultaron bastante forzados, si bien no en su total extensión, sí en gran parte. Hasta ahora la información se había ido suministrando en buenas dosis, pero aquí asistimos a unas conversaciones que resultan un tanto aburridas y totalmente antinaturales, o esa es la impresión que da. Entiendo que el director quiera transmitir su mensaje, pero no me gusta cuando de repente todo se vuelve metafísico y tenemos conversaciones profundas salidas de la nada.


Pero es en estas conversaciones donde evidentemente se introduce un nuevo sustrato a la película, y es que me dio la impresión que Stalker, bajo su apariencia de ciencia-ficción, aprovecha para hablar de la fe y las creencias en general. Los propios personajes hacen mención a ella en sus conversaciones, aparecen elementos en el escenario, como esa corona de espinas, e incluso el mismo planteamiento de la Zona y el papel de los personajes cobra un nuevo sentido. No están escogidos al azar, tenemos un stalker (guía), y el Escritor y el Profesor (parte racional), que tienen su particular motivación para llegar a la Habitación, el lugar de la Zona que hace realidad los pensamientos más deseados de los que llegan hasta ella, que concede la felicidad. Os suena, ¿verdad?

Hablando del apartado técnico, me gustó bastante el aspecto visual de la película, su fotografía y los planos utilizados por Tarkovsky, así como el uso del sonido y ciertas técnicas, como ya he comentado antes. La ambientación de la Zona está muy lograda, creando una impresión de peligro e inquietud gracias al abandono y decrepitud que se pueden encontrar en las ruinas de antiguos edificios creados por el hombre. A destacar también el uso del color, de tonos sepia en los planos de la ciudad y con un color normal en la Zona, enfrentando más si cabe ambos mundos.

Los actores están correctos, aunque no me parecen especialmente destacables, salvo quizás el propio stalker, interpretado por Aleksandr Kaydanovskiy. La película se centra en gran parte en los tres personajes que acuden a la zona, así que el resto de los papeles podría parecer testimonial, pero tanto la mujer como la hija del stalker tienen su importancia y algún monólogo de interés.

¿Recomendable? Difícilmente. Es una película larga de casi 3 horas que parece explorar ciertos conceptos sobre la condición humana y sus creencias mientras juguetea con una temática de ciencia-ficción. No es la elección más acertada para entretenerse un fin de semana, pero si tienes interés y llegas a ella porque te resulta interesante el tema y quieres probar algo diferente, adelante. Pero sabiendo a lo que se va. A mi en general me resultó interesante sobre todo por el apartado técnico y ese sustrato sobre las creencias que no me esperaba, aunque en algunos momentos se hace larga y algunos diálogos de los personajes me resultan forzados.


2 comentarios:

  1. Ya solo viendo el cartel promoconal da un poco de "yuyu". Es como un poco creepy >.<
    Mira que soy más de series que de películas, es decir, que normalmente la duración del metraje no es algo que me importe demasiado. Pero tres horas del tirón, tal y como las describes, suenan pesadas. Pesadas siendo un poco benevolente con el adjetivo.

    Porque la premisa en sí de la que parte la película me parece muy interesante. Y me llama mucho la atención. Es más de vez en cuando una película rayada mental es estupenda. Aunque hay demasiados factores que me echan atras. Entre ellos, tu afirmación, políticamente adecuada; sobre que los actores están correctos xD
    Me la apunto porque me ha despertado mucha curiosidad. Ya te contaré si consigo superar las tres horas de metraje xD
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Uf, tres horas del tirón son palabras mayores, sí... Yo la vi en dos días, porque el primero se me hizo tarde y estaba cansado xD Aunque la primera parte de la peli está bastante bien, hay momentos que por la temática y la duración se hace un poco pesada, sí.

      Jajaja, sobre lo de los actores, no estaba siendo políticamente correcto, es que las actuaciones me parecieron así, correctas, en el sentido de que "cumplen con su función", no son grandes actuaciones, pero tampoco son malas en absoluto.

      Ya me dirás!!

      Besos

      Eliminar