
Es increíble la habilidad que tiene el estudio Pixar para enlazar una gran película tras otra. Si hace poco nos regaló Wall-E, una de las películas que más me gustaron de las que vi ese año, ahora es el turno de Up, de la que podría realizar la misma valoración.
En este caso la historia trata sobre un anciano, cansado de cómo está la vida en su presente, decide cumplir una vieja promesa y se lanza a la aventura.
Parece que en Pixar han encontrado el equilibrio entre la madurez y el puro divertimento infantil. Al igual que pasaba con Wall-E, la apertura de la película es sencillamente prodigiosa. Todo un despliegue narrativo que deja al espectador con la boca abierta tras ver la habilidad que se destila en esta secuencia de cine mudo. Tenemos aquí la parte más nostálgica de toda la película y posiblemente la más redonda, sin duda alguna.
Después de esta parte se entra ya en otra más comercial y que contentará a un público más infantil y general, con elementos clásicos de las películas Disney (esos animales parlantes), pero introducidos de una forma más graciosa, en mi opinión. Porque eso sí, la película tiene algunos puntazos muy graciosos, en los que toda la sala nos partimos de risa.
A nivel técnico huelga decir que Pixar muestra un nivel altísimo. Me gusta que no se centren tanto en querer hacer personajes humanos lo más parecido posible a la realidad, puesto que al final eso siempre queda extraño, y se dediquen a deleitarnos con un diseño de personajes efectivo, unos decorados preciosos y una fluidez impresionante.
Sobre la historia, los mensajes parecen claros. Es lo bueno de Pixar, los niños se quedarán con los perros y el extraño animal, y los adultos verán una tremenda historia sobre la inocencia, el amor, la aventura y en definitiva, sobre la vida misma, que al final es la mejor aventura de todas. Todos salimos ganando.
Quizá parece que a Pixar le falta ese punto de osadía para seguir con el mismo tono que cuando empieza, aunque como digo, parece que han encontrado un buen equilibrio para contentar a todos. Up es una de las mejores películas que he visto en este 2009, y nuevamente, la compañía del flexo es la encargada de hacerla. Y que duren.
En este caso la historia trata sobre un anciano, cansado de cómo está la vida en su presente, decide cumplir una vieja promesa y se lanza a la aventura.
Parece que en Pixar han encontrado el equilibrio entre la madurez y el puro divertimento infantil. Al igual que pasaba con Wall-E, la apertura de la película es sencillamente prodigiosa. Todo un despliegue narrativo que deja al espectador con la boca abierta tras ver la habilidad que se destila en esta secuencia de cine mudo. Tenemos aquí la parte más nostálgica de toda la película y posiblemente la más redonda, sin duda alguna.
Después de esta parte se entra ya en otra más comercial y que contentará a un público más infantil y general, con elementos clásicos de las películas Disney (esos animales parlantes), pero introducidos de una forma más graciosa, en mi opinión. Porque eso sí, la película tiene algunos puntazos muy graciosos, en los que toda la sala nos partimos de risa.
A nivel técnico huelga decir que Pixar muestra un nivel altísimo. Me gusta que no se centren tanto en querer hacer personajes humanos lo más parecido posible a la realidad, puesto que al final eso siempre queda extraño, y se dediquen a deleitarnos con un diseño de personajes efectivo, unos decorados preciosos y una fluidez impresionante.
Sobre la historia, los mensajes parecen claros. Es lo bueno de Pixar, los niños se quedarán con los perros y el extraño animal, y los adultos verán una tremenda historia sobre la inocencia, el amor, la aventura y en definitiva, sobre la vida misma, que al final es la mejor aventura de todas. Todos salimos ganando.
Quizá parece que a Pixar le falta ese punto de osadía para seguir con el mismo tono que cuando empieza, aunque como digo, parece que han encontrado un buen equilibrio para contentar a todos. Up es una de las mejores películas que he visto en este 2009, y nuevamente, la compañía del flexo es la encargada de hacerla. Y que duren.