Hacía tiempo que no veía una película de Ghibli y ya se me estaban acumulando varias, así que aprovechando la visita a casa de unos amigos vimos Ponyo en el Acantilado, del laureado Hayao Miyazaki.
Esta película se estrenó en el 2008 (¡4 años he tardado en verla!), y nos presenta a Sosuke y su madre, que viven en una casa cerca de los acantilados. Un día, en uno de sus paseos por la playa cerca de los acantilados, Sosuke recoge a Ponyo, un extraño pez con reminiscencias humanas, y se la lleva a casa. Ponyo se ha escapado de su casa debido a la curiosidad que siente por ver el mundo exterior, pero su padre la está buscando y no dejará que se vaya así como así.
Esta película se estrenó en el 2008 (¡4 años he tardado en verla!), y nos presenta a Sosuke y su madre, que viven en una casa cerca de los acantilados. Un día, en uno de sus paseos por la playa cerca de los acantilados, Sosuke recoge a Ponyo, un extraño pez con reminiscencias humanas, y se la lleva a casa. Ponyo se ha escapado de su casa debido a la curiosidad que siente por ver el mundo exterior, pero su padre la está buscando y no dejará que se vaya así como así.
Ponyo es una de esas películas del estudio Ghibli claramente dirigidas a un público infantil: la trama es muy sencilla, así como el desarrollo y la resolución de todos los conflictos que van apareciendo en la película, y todo el metraje está lleno de momentos graciosos o adorables. Incluso el padre de Ponyo, que debería ser el villano de la película, no es una mala persona en sí misma, no cae mal y se entienden los motivos por los que quiere retener a Ponyo. Hay algunos secundarios más, pero toda la obra básicamente gira en torno a Ponyo y Sosuke, y la amistad que desarrollan. La madre, las abuelas de la residencia o el padre de Sosuke son secundarios aprovechados de mejor o peor manera para repartir un poco el peso narrativo, pero se nota que no tienen mucho que aportar en general, salvo algún alivio cómico.
La historia claramente muestra alusiones a otro clásico infantil: La Sirenita, aunque en una adaptación bastante libre, y por supuesto nos encontramos las referencias a la naturaleza y la acción del hombre, como es costumbre en las películas de Miyazaki. Una vez más, el imaginario del director nos proporciona criaturas adorables como la propia Ponyo o sus hermanas, otras algo más inquietantes como las olas-monstruo, o de presencia imponente como la diosa del mar. Todos los diseños encajan bastante bien en el contexto y espíritu de la película, y la animación del estudio Ghibli hace el resto. Siguen fieles a su estilo de usar poco ordenador, y el trabajo que hay detrás de las escenas de esta película es inmenso. Para muestra, la escena en la que la niña va corriendo sobre las olas y peces.
En lo que respecta al apartado técnico, la banda sonora corre a cargo de otro viejo conocido en cuanto a colaboraciones con Ghibli se refiere: Joe Hisaishi. La banda sonora de esta película no me ha llamado tanto la atención como la de La Princesa Mononoke o El Viaje de Chihiro, pero acompaña bastante bien a las escenas de la película, ya sea en sus momentos de acción o en las tonadillas más alegres. Y sobre todo, lo mejor en el apartado musical es la pegadiza cancioncilla final.
Ponyo en el Acantilado es una de esas películas que se pueden poner sin problemas a niños pequeños, que posiblemente la encontrarán muy disfrutable ya que la historia es muy sencilla de seguir; y que los adultos posiblemente puedan ver junto a ellos sin aburrirse o sentirse fuera de lugar, siempre y cuando sean capaces todavía de ver ciertas cosas con ojos de niño. Personalmente me gusta Ghibli cuando se pone un pelín más serio, y para obras infantiles del estilo mi favorita sigue siendo Totoro, pero Ponyo ha resultado una película entretenida y agradable de ver. Quizá para mi un Ghibli menor, pero Ghibli al fin y al cabo, y eso por lo general es sinónimo de calidad.
Esta es una de las pocas películas del Estudio Ghibli que aún no he visto. Siempre hay algo en sus películas que me llama la atención para ponerme a verlas con ganas, pero con esta, no han conseguido llamar demasiado mi atención.
ResponderEliminarEn parte también creo que, tras haber visto otras películas de Ghibli, esta me pueda saber a poco. Posiblemente sea, como has mencionado, por estar dirigida mayormente a un público más pequeño sin ese trasfondo de seriedad y reflexión que se encuentra a veces.
No obstante, es Ghibli, como has dicho, generalmente sinónimo de calidad. A ver si saco un ratejo este verano para verla.
Un saludo
No es ni mucho menos una mala película... pero supone un pequeño bajón después del nivel alcanzado por Miyazaki en algunas de sus obras previas.
ResponderEliminarComo Howl me pareció muy continuista con respecto a Chihiro, esta "sirenita" me parece que bebe demasiado de películas anteriores y no llega a sorprender.
Ithil
ResponderEliminarEsta es una peli para ver en un rato de relax, sin muchas pretensiones. Pero en cualquier caso, a mi me pareció una película maja, aun para ser infantil. Ya dirás qué tal si la ves :)
Un saludo.
Eter
El listón con Chihiro o Mononoke estaba muy alto. Howl ya bajó un peldaño, y aquí se ha lanzado a un producto más sencillo.
No es el mejor Ghibli infantil (para mi Totoro está en otro nivel), pero no deja de ser Ghibli y Miyazaki de quien estamos hablando :)
A mí también me pareció una película bonita; no a la altura de otras de Ghibli, claro, pero sí bastante buena.
ResponderEliminarLa siguiente, Arrietty, tampoco está nada mal. Lo que más me gustó fue la banda sonora. Gracias a ella descubrí a Cécile Corbel, una cantante de música celta con una voz preciosa :) Y la última, Desde la colina de las amapolas... Creo que es la que más me gustó de las tres.
Opino lo mismo que tú, Raistlin. A partir de Chihiro han ido declinando un poco. Ofrecen películas de calidad, pero ya no son tan buenas como las de antes. Cuentos de Terramar a mí me pareció un desastre, la peor de todas con diferencia. Y estas últimas estan bastante bien, pero no se pueden comparar con las de hace unos años.
Tengo que ver Arrietty todavía, imagino que será la siguiente a la que le de un vistazo, para seguir en orden cronológico hasta ponerme al día otra vez.
ResponderEliminarPuf, Cuentos de Terramar fue bastante normalucha, sí. A mi curiosamente me gustó más que el libro (que no me dijo nada xD), pero la película tiene fases muy confusas y atropelladas. Confiemos en que recuperen el tono sobresaliente con sus próximas películas... :)
Totalmente de acuerdo: Ponyo está dedicada a un publico más infantil del que nos tiene acostumbrados Ghibli pero de todas formas a mí me gustó mucho. Ghibli no trata a los niños como si fueran tontos, de ahí la gran calidad de sus peliculas.
ResponderEliminarMuy buena reseña. Saludos!!
Coincido plenamente, son pelis muy máginas y tiernas y no caen en tratar a los niños como bobos. Y además, son disfrutables por los adultos, a diferencia de otras.
ResponderEliminarGracias y un saludo!!