Monster House

Dirigida por Gil Kenan (su primera película) y con un reparto de voces tampoco demasiado destacado en su versión original, nos llega una película de animación que parece que puede pasar un poco de puntillas.

Trata sobre una misteriosa casa, cuyo secreto ni más ni menos es que está viva y tiene voluntad propia, y lo que no tiene son precisamente buenas intenciones. Se acerca Halloween, y la masacre de niños puede ser tremenda, a no ser que nuestros jóvenes protagonistas lo remedien.

El guión es sencillo, no tiene muchas complicaciones, ni giros enrevesados, todo es bastante predecible y se sucede según lo que se puede esperar. Lógicamente es una película dirigida a un público más infantil, así que no hay nada que reprocharle a este respecto.

La animación es si acaso demasiado simple, no es una película que esté a la altura de las de Pixar o Shrek, pero tampoco es mala, es efectiva.

La historia tiene la duración justa y transcurre con bastante fluidez. Me sorprendió el comienzo, con algunas escenas que a mi por lo menos me gustaron bastante, como la propia del triciclo, la de la cometa o la del césped con el carrito. Sin embargo no habrá más escenas del mismo tipo, una lástima, ojalá hubiera tirado más por esos derroteros...

A pesar de todo, la cinta es muy entretenida y salvando ciertas licencias (ese vecindario que no se entera de nada...) y ciertos tópicos que hay que admitir teniendo en cuenta a quién está dirigida, se pasa un buen rato viéndola, que creo que es su principal objetivo.

Nota: 7.