¿Alguien ha visto Tron? Yo debo decir que no, y no es para emular el famoso gag de Los Simpson. Pero hace ya algunas semanas vi la continuación de la serie, Tron: Legacy.
En esta segunda entrega, Sam (Garrett Hedlund), un talentoso programador de 27 años, lleva tiempo investigando la desaparición de su padre (Jeff Bridges), lo que le lleva a sumergirse en un sorprendente mundo virtual.
La película es una continuación del clásico de 1982 (repitiendo los mismos actores, lo que es de agradecer), así que estoy convencido de que me faltan partes para entenderla mejor. Deduzco que muy posiblemente en lo que concierte a la metafísica de la película, cuando habla de los pobladores del mundo virtual, que desconozco si llegaban a mencionarse en la primera película.
En cualquier caso, el argumento en esta secuela queda bastante claro desde el principio: una misión de rescate en la que nuestro protagonista parte en busca de su padre. A partir de aquí tenemos algunos retazos de lo que es el mundo virtual, los pobladores originales, los hechos que acontecieron cuando Kevin descubrió el mundo años atrás, el cambio en dicho universo... Toda esta historia me resultó un tanto desdibujada. Asumo que en parte por mi desconocimiento de la película original, pero por otro lado, creo que sinceramente la parte argumental "seria" es lo que menos importa en esta película desde el punto de vista de su creación.
Y lo creo así porque sin ninguna duda, lo que más destaca aquí son los efectos especiales. Es, de forma apabullante, una exhibición de escenas donde de uno u otro modo, estamos inmersos en efectos digitales. Gran parte de la gracia de la película, no hay que olvidar que también a nivel argumental, reside en esto, ya que los personajes están inmersos en un mundo paralelo virtual. Y aquí es donde la película funciona bastante mejor, con las carreras de motos de luz, las peleas de discos o lo mecánico y frío que resulta todo. Aunque nos movemos constantemente entre una fina línea entre un mundo virtual o una discoteca con luces de neón por todos lados (a lo que ayuda la música), creo que en general el resultado de la unión de la música con los efectos digitales y las escenas de acción es bastante bueno.
No hay que olvidar tampoco que estamos ante una película de corte juvenil, con todo lo que ello implica. Tenemos escenas de acción a raudales en las que el protagonista es acompañado por la chica guapa (Olivia Wilde), el mentor (su padre), un malo muy malo y un desarrollo bastante plano. Lo importante aquí es la velocidad, escenas de acción a raudales, aunque muy bien realizadas.
Tron: Legacy es una película de acción entretenida si lo que se busca es ver una escena de acción tras otra con un acabado bastante curioso. No por la calidad, que también, pero unos efectos digitales de una calidad mínima es algo mínimo hoy día en una cinta de estas características; sino por lo diferente del entorno en el que tiene lugar, la ambientación, que está muy bien lograda. Los retazos de argumento trascendente aportan bastante poco y parecen metidos con calzador, y algunos momentos del guión quedan un poco forzados, pero en líneas generales es una película entretenida para pasar una tranquila tarde de fin de semana de cine sabiendo lo que uno está viendo.
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